Realizaron un balance del funcionamiento de la línea 0800 Salud Sexual

El ministro de Salud, Angel Giano y la directora del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, Paula Ferro, presentaron los resultados que arrojó en un año de trabajo  la línea 0800 Salud Sexual.

Desde su lanzamiento, en mayo del 2010, el 0800 222 3444 ha respondido miles de consultas, dudas, inquietudes de mujeres, varones y adolescentes de todo el país, entre ellos, de la provincia respecto a diferentes temas vinculados a la salud sexual y reproductiva.

 

“En su mayoría son mujeres las que consultan”, dijo Ferro y aseguró que la línea garantiza el acceso a la información. “Informar es un componente fundamental para generar condiciones de accesibilidad universal a los derechos sexuales y reproductivos. Reconocer que todas tenemos muchas preguntas, muchas de ellas sin responder es una estrategia para garantizar el derecho a recibir respuestas”, agregó.

Giano ponderó la tarea realizada desde el programa provincial, a cargo de Mónica Fassoni y la coordinación de Lucy Grimalt, y aseguró que “cuando comenzamos a recorrer la provincia al inicio de esta gestión, vimos que más allá del esfuerzo personal había mucha desinformación, mucho desconocimiento de los jóvenes, las madres, que son las que en general se animan a preguntar. Hay que hablar, hay que correr el velo, no hay que considerar un tabú, porque estamos hablando de un derecho, estamos hablando de igualdad; y el 0800 es una herramienta que nos permite también diseñar políticas en lo que respecta a salud sexual y reproductiva en Entre Ríos”, manifestó.

 

 

“Lo que no hay que hacer es no hablar, lo que no hay que hacer es no realizar actividades o dejar que este tema caiga de la agenda de salud, porque manter a la población informada permite tener herramientas para evitar problemas como las enfermedades de trasmisión sexual, embarazos no deseados, la falta de planificación familiar”, sostuvo el ministro. Y añadió: “Por eso hay que llevar información, porque la falta de información no es una cuestión de cultura, ni de nivel económico. La desinformación atraviesa toda la sociedad y afecta a todos, aunque seguramente afecta de distinta manera a quienes tienen menor nivel de ingresos porque en general tienen mayores dificultades en el acceso a las soluciones. Mientras que quienes tienen más recursos pueden dar otras respuestas a este tipo de problemas”, puntualizó.