Raúl Albornoz retornó a Diamante tras el ascenso al Nacional B

albornoz raulCansado por el viaje, pero con la frente alta, descendió Raúl Albornoz del ómnibus que lo trasladó desde Mendoza a Paraná. En la terminal lo esperaba su padre, lleno de ansiedad y con ganas de darle ese abrazo que se concretaría minutos después.  
No era un abrazo más, era el saludo de campeón, era el abrazo que no le pudo dar en la cancha cuando su hijo logró una hazaña que marcará un antes y un después en el fútbol mendocino.  
Es que Gimnasia y Esgrima de Mendoza logró ascender dos categorías en un año, pero el escollo final del Torneo Federal A fue Talleres de Córdoba: un grande del fútbol del interior del país, que en su estadio albergó alrededor de 45.000 personas.  
“No pude ir porque trabajaba, fue muy difícil verlo por televisión, mucho nerviosismo, pero ahora le preparamos un recibimiento muy lindo en Diamante, para que disfrute con su familia y sus amigos”, declaró el padre del futbolista, mientras esperaba la llegada de  su hijo.  
EN PISO ENTRERRIANO. Humilde y de perfil bajo se mostró el entrerriano Raúl Albornoz, con las mismas características con las que se ganó un lugar en el once titular del Lobo y fue clave en la defensa para lograr este ascenso. 
Ante la consulta sobre cómo está viviendo este momento el diamantino declaró: “Con una alegría inmensa, disfrutando todavía, sé que es muy difícil conseguir este tipo de campeonatos y es poco lo que se llega a disfrutar porque uno empieza a pensar en lo que viene. Ahora se disfruta de las vacaciones, pero los primeros días del año hay que volver a Mendoza para arrancar nuevamente”. 
-¿Tiene un sabor especial haberle ganado a Talleres en la final?
-Ganarle a un grande del interior y del fútbol argentino por la historia que tiene Talleres y su gente es un plus aparte para nosotros. Los días previos a las dos finales se vivían con mucha ansiedad, estábamos con muchas ganas de que lleguen los partidos. El grupo estaba muy metido, por suerte pudimos sacar un buen resultado en Mendoza y ante su gente también, en su estadio que albergo 45.000 personas. 
-¿Qué significó jugar en el estadio Mario Alberto Kempes?
-Había mucha gente, más allá de que uno trataba de no darle importancia, los hinchas se hacían escuchar, sentir, pero me parece que eso nos favoreció a nosotros porque lo tomamos con muchas más ganas de lo que lo veníamos haciendo. 
-¿Cómo estás viviendo este presente?
-Si me decían que a fin de año iba a estar jugando una B Nacional, les contestaba que era una joda. Arrancamos jugando un Argentino B y ahora estamos en la B Nacional. Gracias a Dios sé lo que significa todo ese roce por mi paso en Gimnasia de La Plata, pero hoy es otra oportunidad que da la vida y hay que aprovecharla. Por eso más allá que son vacaciones trataré de moverme un poco, sabemos que la categoría a la que llegamos es igual que una Primera División por eso hay que sacarle los frutos al máximo. 
-¿Qué se puede contar de Gimnasia?
-Es un club que jugó los viejos Nacionales. En la década del ‘90 estuvo cerca de jugar un Nacional y perdió en la final por el ascenso. Por momentos del fútbol le tocó estar varios años en el Argentino B, pero es una institución con mucha gente e historia, en donde la presión está en estar más arriba. Esta es mi tercera temporada, donde se lograron dos ascensos y una semifinal. Me parece que Gimnasia está volviendo a donde se merece estar, por su gente y también por la dirigencia que está haciendo un trabajo enorme. 
-Imagino que estas contento porque terminaste jugando y cerrando un gran año. 
-Sí, la verdad que sí. No me tocó arrancar jugando, pero con trabajo y sacrificio, soy un convencido de que, cuando uno se esfuerza, todo llega. Terminé de titular y pude convertir también así que estoy muy contento. 
-¿A Atlético Paraná lo seguiste?
-Siempre lo sigo, porque aparte está un compañero de Diamante, Alexis Ekkert, que también jugó conmigo en Atlético Diamantino y por eso lo sigo. También a Viale FBC, porque están Matías y Marcos Bitz.  Pero lo quiero felicitar a Alexis porque es un logro importante el que consiguió también y lo debe estar disfrutando con su familia. 
-¿Te gustaría tener la oportunidad de jugar en algún equipo entrerriano?
-Son cosas del fútbol, uno siempre quisiera estar cerca de su gente y sus afectos, pero hoy me toca estar en Gimnasia, uno nunca sabe las vueltas de las vida y ojalá me toque, sino hoy disfruto de mi presente en Gimnasia un club grande en el cuál estamos bien. 

El Diario