Hilda Sosa de General Ramírez acercó a la redacción de El Observador, una nota dirigida a Monseñor Juan Alberto Puíggari, solicitando lo siguiente: “El último pedido pacífico para que traslade al Sacerdote Ventura, teme a ser atacado en la Iglesia. En la ciudad de Ramírez sus fieles la casa de Dios a la que sus puertas deben estar abiertas a toda persona que en ella sienta Paz y un lugar de acogimiento para todos los que de Fe quieren nutrirse, sin color de piel, raza, credo y nacionalidad. Son hijos de Dios y que cientos de ellos están alejados de la casa del Señor, a esas personas usted como Obispo debe venir a pedir perdón por los acontecimientos que ha creado, este cura está más cerca de Satanás que de Dios y a la mala conducta la juzga Dios, negar la bendición, negar la comunión, como ha hecho con un anciano de 84 años en su lecho de enfermo siendo hermano de un cura con sobrinas monjas supera todo lo dicho con anterioridad, debió asistir un sacerdote de Hernández que fue convocado por medio de la Comisaría de Ramírez a Hernández al domicilio de éste.

Teme salir a los domicilios por temor a que le tiendan una emboscada, ya que con esto que nos preocupa a todos, Monseñor Puíggari, pedimos y suplicamos el traslado del Sacerdote con urgencia.

Ya que Ventura no acepta conductas y condiciones debidas en este pueblo y nos juzga a la ligera, la Parroquia Sagrado Corazón como las Capillas que pertenecen a la comunidad de Ramírez y zonas, ya que ahí han nacido y han crecido personas de bien que este sacerdote discrimina y ya el pueblo no lo quiere, no lo respeta, no lo ve como sacerdote y no aceptan que permanezca dentro de la ciudad. No queremos pensar Monseñor que es un capricho suyo sostener al Sacerdote en la ciudad, ya que ellos pueden ser trasladados por usted y/o autoridades eclesiásticas.

De usted dependerá la integridad del sacerdote ya que el pueblo suma día a día rechazos hacia el sacerdote”.