Qué salarios subieron de verdad y cuáles no, mientras sigue la caída el consumo

El atraso de medición de las remuneraciones no registradas llevó al INDEC a estimarlo, resultado que cuestionó CEPA. El poder adquisitivo, de todos modos, disminuyó en forma dispar y afecta al consumo masivo.

El alcance de la recuperación estadística del salario, que al INDEC le dio 1,2 punto más que la inflación de octubre, es puesto en duda por el instituto CEPA.

Al corregir el dato de las remuneraciones no registradas, que son captadas de la Encuesta Permanente de Hogares y tienen un retraso de cinco meses, la suba nominal neta que arrojaría sería del 3,8% y no del 4,7% oficialmente informado.

De todos modos, a pesar de la diferencia apuntada, el salario quebró una tendencia negativa que, desde la depreciación del 118% de diciembre 2023 y el DNU 70/2023, que licuó los ingresos de la clase media, media baja y baja, aunque no en la misma proporción.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió, también, que con la baja de tasas de interés, el Gobierno pretende que los plazos fijos en pesos (ahorros que tenía la clase media) sean bajados por sus titulares a las cajas de ahorro y cuentas corrientes, con el único efecto de consumirlos, en virtud de que no les alcanzan los sueldos normales que poseen.

Alerta asimismo que se notan muy fuertes caídas en el consumo masivo, sobre todo en supermercados, desde marzo a la fecha. Rondan el -20% interanual..

El mercado interno en cortocircuito

Recuerda, en tal sentido, CEPA que la economía del país se maneja en cerca del 75-80% en el mercado interno.

Y hasta iguala la baja del consumo de 2024 con la caída autogenerada en el período comprendido entre 2016 y 2019, que fue del -20%, la que durante el período 2019-2023 volvió a ubicarse en el 74-75%, si bien no menciona el contexto inflacionario en que lo hicieron.

El total salarial registra un retroceso de -12,1% en términos reales versus setiembre de 2023, con una reducción del -9,6% en el poder de compra en tan solo 10 meses (diciembre 2023 a septiembre 2024).

Los salarios privados registraron en septiembre una suba nominal de 3,8%, superando levemente la inflación del mes.

En términos reales, sin embargo, dan una pérdida del poder de compra de 3,7% versus setiembre de 2023, y en los primeros diez meses de gestión de Javier Milei, el total resignado es de 1,5%.

El salario público, en cambio, creció nominalmente 3,9% en el noveno mes del año, y quedó por encima del aumento de precios mensual.

A su vez, la pérdida de su poder de compra con relación a septiembre de 2023 fue de 19,2% y en el acumulado desde diciembre cayó 16,1%.

En cuanto a la remuneración no registrada, el INDEC plantea un incremento nominal del 10,4%.

Pero debido a la estrecha vinculación que presenta con el mínimo, vital y móvil, se realizó una regresión lineal (R2=0,9961) para proyectar cinco meses sin información precisa.

El salario mínimo, así, aumentó 3,48% en septiembre por lo que los salarios no registrados, con la metodología utilizada por CEPA, registraron aumentos nominales de 3,48%.

La evolución marca -22,6% en poder adquisitivo versus setiembre de 2023 y en los 10 primeros meses de este gobierno, retrocede 20,1%.

El consumo masivo como espejo del salario
El número que da Scentia indica que el consumo masivo estuvo en octubre un 20,4% por debajo y en su interior, “alimentación” y “bebidas sin alcohol” se desplomaron 17,1%.

El sesgo recesivo del ajuste queda en evidencia estadística si se cruza la información del salario con el relevamiento a 420 empresas efectuado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), donde uno de los rubros más afectados por la caída anual del consumo es precisamente “Alimentos y bebidas”, de modo que sobresale que la pérdida de poder adquisitivo se sintió más en el rubro de mayor peso en la canasta de los sectores pobres y más vulnerables.

La caída fue del 13,1% anual a precios constantes en octubre, con una mejora de 1,2% respecto a septiembre.

En los primeros 10 meses, acumula una baja de 15,6% anual.

Asimismo, las industrias operaron con 63% de su capacidad instalada, 0,8 puntos por encima de septiembre.

La evaluación del sector es que la actividad no termina de encontrarse con el piso de la recesión.

El rubro bebidas es el más afectado por la caída del consumo, especialmente en producción de cervezas, gaseosas, jugos en polvo y vinos.

Las empresas consultadas señalaron que disminuyeron las cantidades consumidas y que ajustaron los stocks de producción de productos lácteos y panificados, según aseguraron desde CAME.

En cambio, la producción de textiles e indumentaria subió 0,2% anual en octubre y 2% frente a septiembre.

Para los primeros diez meses del año acumula un 6% negativo.

Las industrias operaron con 57,8% de su capacidad instalada, 3,2 puntos por encima de septiembre.

El análisis sectorial de la oferta orienta sobre la distribución del ingreso, conforme al comportamiento de la demanda, o sea, de los consumidores.

La actividad manufacturera de las Pymes cayó 6,5% interanual en octubre, aunque en la comparación mensual se registró un alza del 4%, lo que representa el nivel más alto de producción de los últimos 11 meses.

En ese lapso, 4 de los 6 sectores manufactureros del segmento Pyme tuvieron mermas en la comparación anual.

Los más afectados: “Papel e Impresiones” (-20,6%) y “Alimentos y Bebidas” (-13,1%).

En tanto, rubros más vinculados a la población de mayor poder adquisitivo comparativo, como “Maderas y muebles” y “Textiles e indumentaria”, presentaron aumentos del 0,3% y 0,2% respectivamente,

De acuerdo al Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la industria en general acumuló una retracción de 14,5% en los primeros 10 meses de 2024.

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