¿Qué es la hipertensión pulmonar y por qué es de difícil diagnóstico?

La hipertensión pulmonar es causada por múltiples patologías, en su mayor parte debido a enfermedades propias del corazón y que afecta actualmente entre 15 y 50 personas de cada 1.000.000, siendo más frecuente en mujeres, con una proporción de 2-1. Se caracteriza porque la presión en las arterias pulmonares está por encima de lo normal, causando que las mismas (que llevan sangre del corazón a los pulmones) se endurezcan y se cierren, lo que provoca finalmente una falla cardíaca.

Entre los principales síntomas están la sensación de falta de aire (disnea), cansancio, hinchazón de las piernas, distensión abdominal y desmayos. Muchas veces, cuando se desarrollan esos signos, ya los pacientes tienen un aumento importante de la presión en las arterias pulmonares y si no reciben un tratamiento específico y adecuado, pueden tener graves complicaciones.

Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria se precisó a El Observador que “la hipertensión pulmonar se divide en las que incluye las asociadas a enfermedades del tejido conectivo, como esclerodermia y lupus; las cardiopatías congénitas, asociada a fármacos; la asociada a enfermedades del ‘corazón izquierdo’, por ejemplo, por problemas de válvulas o musculo cardíaco; la HP por enfermedades pulmonares; la HP Tromboembólica Crónica y la HP de causas indefinidas”.

Cuando exista la sospecha de la presencia de la enfermedad, el paciente debe ser evaluado de manera urgente por un equipo multidisciplinario, formado por un neumonólogo, cardiólogo, hemodinamista, reumatólogo y psiquiatra. Este equipo, con estudios como rayos X de tórax, electrocardiograma, tomografía de tórax, pruebas de función pulmonar y estudios inmunológicos, serán la base para establecer la causa de la Hipertensión Pulmonar.

“Un ecocardiograma ayuda a los médicos a calcular la presión en la arteria pulmonar y otras variables que fortalecen el diagnóstico. Pero es el cateterismo cardíaco derecho el que permite un diagnóstico definitivo. Consiste en introducir un catéter desde la ingle o el antebrazo, que llega al lado derecho del corazón, para medir las presiones pulmonares” señala el informe de la AAMR, para el cual se contó con el asesoramiento del Dr. Julio Chertcoff y la Dra. Ana Diez, profesionales de dicha entidad.

Los médicos señalan que “en el tratamiento, al paciente se le recomienda evitar llegar a grandes alturas y en el embarazo, vacunarse contra gripe y neumonía, recibir apoyo psicológico y participación en un programa de rehabilitación supervisada. La terapia de sostén busca aliviar los síntomas y puede incluir oxígeno suplementario en casa y diuréticos para mejorar la falla del corazón derecho”.

Es la terapia específica la que ha mejorado las complicaciones y la sobrevida. En ese marco se detalló que “hay tres grupos de fármacos indicados para los pacientes con HAP, todos ellos de extensa investigación y en general de elevado costo. Finalmente, cuando la enfermedad es muy avanzada o la respuesta al tratamiento no es la adecuada, el trasplante pulmonar o cardiopulmonar es una opción, especialmente para pacientes más jóvenes y con HAP idiopática”.

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