¿Qué daños produce la apnea y cómo detectarla?

Salud ApneaMuchas personas padecen apnea del sueño sin saberlo y es que quienes lo hacen, no pueden comprobar el síntoma más común: el ronquido. Pero hay otros signos que pueden hacer sospechar su presencia, por ello El Observador esta semana le acerca información sobre este trastorno silencioso y cómo detectarlo.

El síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño (SAHS) es el más frecuente de los trastornos respiratorios que se producen a la hora de dormir, afectando a alrededor del 4 % de los adultos. Se lo conoce también como síndrome de hipersomnia y respiración periódica (SHRP) y síndrome de Pickwick asociado con obesidad. Existen 3 tipos de apnea:

* Apnea obstructiva del sueño: la interrupción del flujo aéreo se debe a una oclusión de la vía respiratoria. Sucede mientras el paciente duerme, porque al encontrarse tumbado, las partes blandas de la garganta se desplazan hacia atrás y ocluyen la vía. Esto puede provocar que el paciente se despierte frecuentemente luego de un ronquido o resoplido, aunque en la mayoría de los casos no suelen recordar estas breves interrupciones en su sueño.

* Apnea del sueño central: el cerebro deja de enviar las señales apropiadas a los músculos que controlan la respiración, por lo que dejan de funcionar, interrumpiéndola. En este tipo de apnea, la vía respiratoria permanece abierta, pero como los músculos respiratorios permanecen inactivos se produce el cese del flujo de aire. En estos casos, la persona también se puede despertar por la falta de oxígeno en la sangre y es más frecuente que el enfermo recuerde que se despertó durante el sueño.

* Apnea del sueño mixta: se podría hablar de un tercer tipo de apnea, denominada como mixta, en aquellos casos que comienzan como una apnea central y con el tiempo acaba teniendo un componente obstructivo.

El tipo más común es la apnea obstructiva del sueño, culpable de los fuertes ronquidos que manifiestan algunas personas, aunque no todas los roncadores sufren de apnea. El paciente tipo suele ser un hombre de unos 45 o 55 años, obeso o con sobrepeso y roncador, pero la apnea puede darse a cualquier edad.

El diagnóstico es relativamente directo. Se basa en realizar una historia y estudio del sueño durante la noche llamado polisomnografía. La misma se realiza en un laboratorio de sueño bajo la directa supervisión de un técnico entrenado. Durante la prueba, una variedad de funciones del cuerpo tales como la actividad eléctrica del cerebro, movimientos de los ojos, actividad muscular, ritmo cardíaco, patrones de respiración, la circulación del aire y los niveles del oxígeno en la sangre son grabados en la noche durante el sueño. Después de completar el estudio, se marca el número de veces en las que la respiración se ha debilitado durante la noche y se califica la severidad de la apnea del sueño.

Los niños con amígdalas agrandadas también pueden sufrir de apnea. Para determinar la existencia de este síndrome, han de producirse un mínimo de treinta pausas en la respiración durante el descanso nocturno, asociadas frecuentemente al despertar del paciente por la sensación de falta de aire. Si usted tiene apnea del sueño, es importante que reciba tratamiento. Estos pueden incluir cambios en el estilo de vida, dispositivos bucales, cirugía y aparatos para la respiración.

Los factores de riesgo para la apnea son:

* Obesidad: es especialmente importante la obesidad de la zona del cuello. Si esta zona presenta un exceso de grasa se tiende a un estrechamiento de las vías respiratorias superiores en la garganta.

* Amígdalas o adenoides aumentadas de tamaño: son órganos de tejido linfoide situados en la faringe. Si su tamaño es superior a lo normal pueden ocupar la vía respiratoria.

* Sexo masculino: se ha visto que las apneas del sueño predominan en los varones.

* Edad: tener 40 años o más predispone a este cuadro, ya que suele aparecer entre esa edad y los 70 años.

* Antecedentes familiares: se observa una mayor incidencia de apnea obstructiva entre familiares de enfermos con esta patología.

* Consumo de alcohol, sedantes y tranquilizantes: estas sustancias provocan una relajación en los músculos de la boca que favorecería la obstrucción de la garganta.

Salud RonquidoRiesgos

Si no se trata, la apnea del sueño puede llegar a ser mortal. La somnolencia excesiva durante el día puede hacer que la gente se quede dormida en momentos inadecuados, presentando mayor riesgo de sufrir accidentes de tránsito, de trabajo y otros problemas médicos. La apnea del sueño también parece poner a las personas en riesgo de accidentes cerebrovasculares (ACV) y ataques isquémicos transitorios (también conocidos como “mini-ACV”). Asimismo, se asocia con enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, latidos cardíacos irregulares, ataques cardíacos e hipertensión arterial. Aunque no existe cura para la apnea del sueño, los estudios recientes indican que el éxito de los tratamientos puede reducir el riesgo de problemas cardíacos y de la presión arterial. Algunas formas de palear esta dolencia son:

* Tratamientos conservadores: en casos leves de apnea obstructiva sólo son necesarias las terapias conservadoras. Las personas con sobrepeso pueden beneficiarse si bajan de peso. Incluso el perder un 10 % del peso actual puede reducir el número de los eventos apnéicos en la mayoría de los pacientes.

* Terapia mecánica: es el tratamiento inicial preferido para la mayoría de las personas con apnea obstructiva del sueño. Los pacientes usan una máscara sobre su nariz y/o boca. La presión de aire es ajustada para que sea suficiente como para prevenir que los tejidos de la parte superior de las vías de aire se colapsen mientras el paciente duerme.

* Dispositivos de avance mandibular: están indicados para pacientes con apnea del sueño leve. Se pueden usar las aplicaciones dentales o dispositivos orales de avance mandibular para prevenir que la lengua bloquee la garganta y avanzar la quijada inferior. Estos dispositivos ayudan a mantener abiertas las vías de aire mientras los pacientes duermen.

* Cirugía: los procedimientos quirúrgicos pueden ayudar a las personas con apnea del sueño y a otros que ronquen aunque no la tengan. Existen muchos tipos, algunos de los cuales son realizados ambulatoriamente. La cirugía se reserva para las personas que tienen exceso de tejidos o malformaciones de los mismos que obstruyen la circulación de aire a través de la nariz o la garganta, tales como una desviación del tabique nasal, amígdalas marcadamente agrandadas o una quijada inferior pequeña con una sobre mordida que causa que la garganta sea anormalmente angosta.

Debido a que los tratamientos de los diferentes trastornos del sueño son diferentes, es importante realizar un diagnóstico preciso, y determinar exactamente cuál es el problema que origina la alteración en el sueño.