¿Qué cuidados especiales deben tener los bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación?

Cada año nacen en Argentina más de 60.000 bebés prematuros, es decir, antes de la semana 37 de gestación. A nivel mundial se implementó la “Semana del Prematuro”, a la que adhirió nuestro país y provincia, iniciativa que surgió con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre las necesidades que tienen estos chicos y sus familias, así como también para difundir estrategias de prevención. Este año, la conmemoración se extenderá hasta este domingo 19 de noviembre, por lo que en Entre Ríos se programaron distintas actividades alusivas, como charlas a padres que estén esperando un bebé o cuyos hijos hayan pasado por los servicios de Neonatología.

Cabe acotar que los prematuros se dividen en subgrupos según el momento de su nacimiento: los llamados “tardíos” (entre la semana 33 y 36), “grandes prematuros” (entre la semana 28 y 32) y “extremadamente prematuros” (antes de la semana 28). Hubo casos de bebés muy pequeños, de menos de un kilo de peso (e incluso algo menos) que han conseguido salir adelante.

Esta semana, visitó el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, la médica pediatra Dra. Liliana Alacid, quien en diálogo con Canal 6 ERTV brindó explicaciones sobre las medidas que se necesitan, para los cuidados apropiados al bebé que nace en esas circunstancias. “En los controles previos, que ahora se hacen mucho más seguido que antes, el obstetra va viendo cómo evoluciona y crece el bebé. Los que tienen 36 ó 37 semanas, mayormente no tienen dificultad respiratoria y si cuentan con un peso aceptable, de 1,900 o 1,800 kg, muchas veces quedan en la ciudad, pero en general, muchos casos son derivados a Paraná, donde hay centros que están equipados para asistir a esos bebés. No podemos correr riesgos. Por eso, en algunas ocasiones, la mamá es atendida allá, donde se hace la cesárea o el parto correspondiente” destacó.

Sobre los cuidados de los “bebés prematuros”, la profesional explicó que “una vez dados de alta, tienen que ser muy bien cuidados hasta que cumple el mes o los 2 meses de vida. Pueden moverse dentro del ámbito familiar, pero deben tener cuidado que no vayan personas enfermas a visitarlos, que con sus padres no salgan a hacer mandados, porque los puede afectar el frío y se debe evitar en esos primeros momentos, el contacto con mucha gente” aconsejó.

 

Causas y la alimentación

 

Las causas de que un niño nazca de manera prematura son variadas. Gracias al avance de la tecnología y al progreso en el tratamiento, es posible que estos bebés puedan nacer y crecer normalmente. En cuanto a la alimentación que deben seguir, hay distintas alternativas. Cuando el bebé tiene capacidad de succión del pecho de la madre, lo mejor es la leche materna en forma directa. De no ser así, la segunda opción es la leche materna extraída. Cuando la madre no puede proveer su propia leche –parcial o totalmente- a su hijo, se utiliza leche humana pasteurizada (banco de leche). Por último, si ninguna de esas opciones anteriores es posible, se recurre como recurso alternativo a la leche de fórmula para prematuros.

La elección del tipo de leche a utilizar (humana o de fórmula) tiene un fuerte impacto, a mediano y largo plazo, sobre el crecimiento y desarrollo del niño, aseguran los especialistas médicos. A su vez, el uso de leche humana en el bebé nacido antes de término tiene múltiples beneficios nutricionales, gastrointestinales, inmunológicos, psicofísicos y neuromadurativos. Los prematuros que reciben leche humana “se enferman menos y tienen una calidad de vida superior a la de los niños que sólo reciben fórmulas”.

La regla de oro de la adecuada nutrición es la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida del niño y continuada con alimentos complementarios hasta por lo menos los 2 años de vida. De hecho, existen beneficios documentados que surgen de la alimentación con leche humana, como por ejemplo mejores logros en el neurodesarrollo a largo plazo, una reducción en la tasa de cirugías requeridas, el descenso en la mortalidad de estos bebés, un menor riesgo de displasia pulmonar crónica y una reducción en la necesidad de volver a ser internados, entre otros. Además, la lactancia del prematuro con leche materna refuerza las habilidades maternales y mejora el vínculo entre la madre y el hijo.

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