¿Qué consecuencias trae comer carne de faenas clandestinas y no cocinada adecuadamente?

La “Escherichia coli” es una bacteria que habita naturalmente en el intestino de las personas y de algunos animales, que en grandes cantidades, puede causar gastroenteritis o infección urinaria, dependiendo si el exceso surge a nivel intestinal o del tracto urinario. Generalmente, esto se da cuando se consume agua o alimentos contaminados que terminan afectando la salud de la persona. Por eso, la recomendación principal es higienizar muy bien los alimentos, especialmente las ensaladas crudas; cocinar bien la comida y no recalentar más de una vez la misma; consumir siempre agua filtrada o hervida y lavarse las manos antes y después de ir al baño.

Profesionales consultados por El Observador detallaron que en la mayoría de los casos, los síntomas de esta patología son diarrea y dolor estomacal, recuperándose los pacientes en unos pocos días. Pero quienes tuvieron también “insuficiencia renal”, se estima que más de un 30%, “pueden tener futuros problemas en sus riñones” y presentar otras dificultades en su organismo, como “presión arterial alta” y problemas en la visión.

La Lic. Vanina Muñoz del Área de Bromatología del municipio de Crespo explicó que los riesgos son mayores al consumir productos cárnicos que “no fueron bien cocidos, también los provenientes de faenas realizadas sin controles veterinarios, además de la leche sin pasteurizar”. Tienen más posibilidades los niños, ancianos y embarazadas, “pero todos podemos contraer esta enfermedad, si no tomamos los recaudos necesarios o suficientes a la hora de manipular estos alimentos” aclaró.

La profesional explicó que “los síntomas son diarrea y vómitos, que son los más comunes cuando uno padece una intoxicación. El problema es que esta bacteria afecta a los riñones y si la persona no es atendida a tiempo, puede llevarla a la muerte o dejar graves secuelas”.

Muñoz resaltó que “el problema que tenemos en Argentina es que en el ranking mundial, estamos en los primeros puestos en cuanto a lo que es esta enfermedad y que se da, porque se siguen realizando faenas sin control o no se hacen adecuadamente. La bacteria está en el intestino del animal e invade el resto de las partes del mismo. Entonces, la persona come un bife jugoso, es decir, que no llega a los 70° de temperatura, el que se transforma en ‘caldo de cultivo’ para la bacteria”.

Acotó que “en el caso de los embutidos, los mismos llevan sus componentes químicos para su conservación y deben quedar estacionados el tiempo suficiente, para que las sales y demás productos actúen. Por lo tanto, el problema se presentaría también si provienen de una faena clandestina o si se consumen antes de tiempo. Un salame bien estacionado y con los controles correspondientes, no tiene riesgos” expresó en diálogo con Canal 6 ERTV.

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