Proponen iniciar debate para cambiarle el nombre a Aldea Spatzenkutter

Un vecino de Aldea Spatzenkutter explicó a través de El Observador su posición en relación al nombre del pueblo y dejó algunas reflexiones: “En estos últimos años, el mes de julio fue adquiriendo un significado importante para la efeméride local y de la zona. La relevancia turística de las aldeas fundadas el 21 de julio de 1878, le da importancia al pasado de estas comunidades y de la mano de eso, también se fue ganando un lugar la necesidad de ir difundiendo la historia de la corriente inmigratoria de los alemanes del Volga, de preservar sus costumbres y de rescatar otras, aunque no solo debe pasar por los aspectos culturales, como la música y las danzas, sino también por aquellos otros rasgos que hacen a la identidad, porque fueron producto de los valores de quienes le dieron vida. En referencia a esto y habiendo encontrado coincidencias con muchos vecinos de la localidad, aparece la necesidad de honrar la memoria de los que nos precedieron, restituyéndole al pueblo ese verdadero nombre con el que fue fundado en Argentina. No son pocos, los que desean que en algún tiempo no muy lejano, la aldea Spatzenkutter vuelva a ser llamada Campo María o Marienfeld, a semejanza de sus antecesoras, tanto en el Volga como en Alemania (en existencia actualmente). A pesar de la infructuosa búsqueda, de las explicaciones escritas u orales, aún hoy la gran mayoría de los que fueron o son partes de esta localidad, no saben a qué se debe la pérdida de su primer y verdadero nombre (que hasta las últimas décadas del siglo pasado seguía apareciendo en documentos oficiales) por el de Spatzenkutter, cuyo significado verdadero se desconoce aunque existan diversas traducciones poco convincentes, como «cuchicheo o jolgorio de gorriones». En algún momento se pensó en promover la restitución del verdadero nombre a nuestra aldea, sobre todo cuando sobraban y sobran fundamentos para hacerlo: dificultad para su escritura, inexactitud en el verdadero significado, mal uso y, pronunciación, llegando a transformarse en muchos casos en motivo de burla y como si fuera poco, como nota simpática hasta el «google earth» no sabe dónde se encuentra, ubicándolo en una zona de la provincia de Santa Fe. Quizás con mayor seriedad y convicción en este año en el que el espíritu local se encuentra movilizado por el centenario de su escuela, podríamos comenzar a pensar y mentalizarnos de lo importante que sería que 133 años después, nuestro pueblo vuelva a llamarse con el nombre con el que fue fundado. Esto constituiría un verdadero homenaje a los valores profundos de quienes desde Alemania, pasando por el Volga y llegando a estas tierras entrerrianas, le dieron dignidad a esta comunidad con su vida sencilla, honrada y honesta. Esperemos, por deseo de muchos, que esta posibilidad vaya encontrando eco concreto en quienes puedan llevarlo adelante, más allá de las necesidades insatisfechas, porque como suele decirse «que no sea necesario no hace que deje de ser importante». (Fabián Deiloff)

 

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.