Productores de huevos explican cómo pasaron de un buen momento en 2020 a una complicada situación actual

Estuvieron esta semana en el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, los avicultores Guillermo Müller, Mariela Gallinger, Juan Cruz Wagner y Hugo Schmidt, quienes en diálogo con El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” contaron, entre otros conceptos, sobre el presente de la actividad.

– ¿Cómo está hoy la avicultura…?

– (Wagner) El negocio tiene sus vaivenes. La avicultura ha crecido en estos últimos años, con mucha tecnificación, apostando al mercado interno y también al externo. Pasar de 150 huevos a casi 300 huevos de consumo per cápita en el país, fue un logro importante que se dio en los últimos 15 años. Ahora es como que empezó a “amecetarse” la curva. Lo que se exporta, hoy es muy poco. El negocio internacional del huevo pasa por un momento complicado. Está sobrando proteína animal en el mundo, entre los que está este producto. Eso hace que los precios compitan hacia la baja…

– ¿Cómo impactó la pandemia?

– (Schmidt) Cuando arrancó la pandemia, tuvimos muy buenas ventas. Hoy, estamos atravesando una crisis, por precios casi por debajo del costo de producción. La demanda está retraída, por lo que estamos tratando de achicar un poco la oferta, para ver si podemos lograr salir de esta situación. Hay que tratar de tecnificarse, ser eficiente y buscarle la vuelta…

– Pasa lo mismo con la carne aviar…

– (Wagner) Las empresas siguen produciendo a un ritmo normal y en la zona, tenemos un crecimiento a futuro, con nuevas inversiones de la empresa Calisa, que están ampliando el frigorífico y van a estar captando nuevas granjas y creciendo con las que ya están trabajando. El mundo necesita carne y a los precios que en el mercado interno está la carne vacuna, la del pollo es una excelente opción y todos los días va a seguir aumentando la demanda…

– Casi todos los emprendimientos avícolas, vienen de 2 ó 3 generaciones…  

– (Müller) Sí, en el caso de nuestra familia, mi padre había empezado la actividad, pero la descontinuó, porque en la década del 70 hubo una gran crisis y la dejó de hacer. En sociedad con mi hermano, empezamos en 2006 con gallinas de postura. Si bien somos productores agrícolas, queríamos darle un valor agregado a lo que producimos, en vez de mandarlo todo a puerto. Queríamos hacer un circuito y producir alimento. Arrancamos de 0 y hoy tenemos capacidad para 90.000 gallinas…

– Como productores están contentos porque subieron los granos, pero no tanto como avicultores este año…

– (Müller) Que el precio de los granos aumente, beneficia al productor agropecuario, pero como el precio de huevos quedó “planchado”, no nos compensó hoy todo el movimiento que se hace en pasar el grano por la gallina, para sacar un beneficio…

– (Schmidt) La avicultura es muy dinámica. En la parte de huevos particularmente que nos toca, cuando tenemos un margen de ganancia, inmediatamente lo reinvertimos y eso genera un movimiento local y zonal muy grande. Este momento que atraviesa el sector, tiene que ver con la crisis que genera la misma pandemia. Por lo que ante esta situación, se necesita trabajar de la forma más eficiente posible, esperando la reactivación de la economía…

– Lamentablemente por las condiciones sanitarias, no se van a poder realizar festejos en este nuevo “Día del Avicultor”…

– (Gallinger) Sí, pero lo vamos a celebrar trabajando. Cuando hablamos de avicultura, hacemos hincapié a la cultura del trabajo, heredada de nuestros abuelos y padres y hoy vemos la generación de nuestros hijos, que lo continúan. En nuestra familia la seguimos, porque es una actividad que nos gusta y siempre buscando la tecnificación. Lo que empieza a preocupar, es el no conseguir gente que quiera trabajar en el campo. Para cuidar a seres vivos, como en este caso, hay que tener ganas y amor a este trabajo y eso nos está costando conseguir. Tecnificar ayuda a no depender tanto de la mano de obra, pero igual se necesita, por lo que habrá que ver la forma de capacitar personas a través de las escuelas, institutos. Es arte, que hay que conocer. Por la experiencia que tenemos de años, un productor entra al galpón y sabe si las gallinas están bien, si los comedores están llenos o vacíos, son cuestiones que el empleado lo va adquiriendo a través del tiempo…

– ¿A cuánto se está vendiendo un cajón promedio?

– (Gallinger) En promedio, el cajón se vende a $ 2.100 con IVA incluido. Es un precio casi por debajo del costo…

– (Wagner) Con eso no reponemos los animales. Es decir, podemos trabajar y darles de comer a las gallinas, pero cuando se pongan “viejas”, no podremos recambiarlas…

– (Müller) Lo que preocupa es que se prolongó demasiado la baja de precios, que eso anteriormente no pasaba…  

– ¿Se terminarán las granjas chicas, familiares…?

– (Gallinger) Mi suegro nos contaba, que con 1.000 gallinas ellos eran “duques”. Compraban campos, tractores… era un tiempo de mucho auge de la avicultura. Ahora la unidad económica es cada vez mayor, porque estamos en un país con altísimo costo de mantenimiento, con muchos impuestos, comparándonos con otros países. Hoy es muy elevado producir en Argentina…

– El año pasado se lanzó la posibilidad de tener una cámara de avicultores de la provincia, dependiente de CAPIA: ¿Se pudo avanzar…?

– (Gallinger) Tenemos pensado conformarla, pero por la pandemia, no podemos reunir a más de 10 personas en un lugar cerrado para hacer ese tipo de asambleas, por lo que decidimos esperar un tiempo. Igualmente, estamos trabajando de una manera organizada a través de los whats app, donde nos mantenemos comunicados e informados, básicamente en el tema del precio. Estamos todos en alerta…

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