Pretz, Kraft y Pérez cuentan anécdotas y sus historias como canillitas en Crespo

Esta semana, estuvieron en el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, Pedro Pretz, vendedor de diarios y revistas en Crespo y Ángel Pérez y Alejandro Kraft, otros 2 históricos canillitas que tuvo la ciudad, quienes en diálogo con El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, contaron sobre esta sacrificada profesión, a la que abrazaron con mucha pasión durante tanto tiempo. Éstos fueron algunos de sus conceptos:

“Perico” Pérez (66 años) detalló que “llegué a Crespo en 1968. Mis primeros trabajos fueron recolectar estiércol de caballo para las obras de construcción y también maíz y paja de lino para los techos de las casas. En ese tiempo, estaba “Kiosco Achalay”, que vendía revistas y diarios, donde me dieron la oportunidad de trabajar con ellos, lo hice hasta 1971, que cerró el negocio. Después, como otros canillitas, pasé a “Kiosco Miranda”, donde estuve 47 años. Eran tiempo de mucha venta de los periódicos, como El Diario de Paraná, Clarín, La Nación, Crónica, Ámbito Financiero, Diario Popular y los locales, pero también había mucha demanda de revistas, como Anteojito, Billiken, El Gráfico, Radiolandia, Gente. Además de nosotros, canillitas, hubo muchos otros en esta ciudad, como Demichué, “Cucaracha” Leiva, Stremmel, Miguel Kaufman, los hermanos Wagner. En mi caso, anteriormente hice sonidos en fiestas, bailes, actos patrios, carnavales, encuentros de Iglesias, trabajé en un circo. Tengo conocidos por todos lados”.

Pedro Pretz comentó que “llegué a Crespo en 1960. Yo vivía en el campo, sobre la Ruta Nº 12, antes de llegar a las ‘4 Bocas’. En ese tiempo, había que salir a rebuscarse y ‘ganarse la vida’, por lo que vendía tortas, cortaba césped, hasta que empecé con “Kiosko Achalay”, que estaba en la esquina de Belgrano y 25 de Mayo. Cuando cerró, nos fuimos todos con Miranda. En los primeros tiempos, hacía el reparto caminando, después me compré una bicicleta y luego una moto. Y desde hace unos 3 años, lo hago en auto”.

Alejandro Kraft expresó que “nací en Colonia Merou. En 1977 nos radicamos Crespo y tiempo después, cuando tenía 14 años, arranqué vendiendo diarios. Como los demás, empecé haciendo el reparto, caminando, después me compré una bicicleta y como era tanta la venta, adquirí otra, más reforzada, porque la cargaba adelante y atrás. En 1987 me compré una moto Zanella, posteriormente una Honda y luego una Guerrero, que también la hice adaptar, calzándole un canasto para el reparto. Cuando llovía era una gran pelea, enrollaba el diario y lo metía en una bolsita y si no había nadie en la casa, se lo dejaba en el porche o en el garaje. Antes, había mucha venta de diarios y de revistas, pero también se fue formando la cadena de fiados. Hay varios que todavía me deben de esa época” recordó, a lo que Pretz acotó que “la culpa no es de la gente, sino de nosotros, que cuando uno ve que no te pagan, hay que dejar de llevarles el producto. Pero uno lo sigue haciendo, creyendo que tiene un buen cliente y tenés un ‘clavo remachado’”.

Los “canillitas”, están siempre expuestos a sufrir accidentes de tránsito, por su diario andar por las calles, como también de ser atacados por canes en los domicilios. Pérez al respecto, narró: “Me pasó varias veces lo de los perros, la más grave fue cuando me mordieron la panza y terminé en el hospital”. Kraft acotó: “Por más que vayas todos los días de cada año, el perro no te va a dejar entrar”.

– ¿Había cierta rivalidad entre los canillitas?

– (Kraft) No, todo lo contrario, había buena convivencia. Una vez hicimos una cena en Cultural entre todos y también en lo Miranda…

– ¿Se puede vivir de esta actividad?

– (Pretz) Yo sigo trabajando, pero es difícil. Aparte tengo reparto de viandas…

– (Kraft) Yo dejé la actividad y ahora trabajo en el Grupo Motta, en Racedo…