Preparación para la propia muerte, ritos fúnebres, velatorios y sepulturas explicados por el tanatólogo Ricardo Péculo

Visitó El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, el Prof. Ricardo Péculo, tanatólogo, experto en ceremonial y homenaje fúnebre, docente universitario y miembro Honorario del Concejo Internacional de Ceremonial. Acompañado por la crespense Mariela Lindt (“Empresa Alejandro Lindt e Hijo”), contó durante casi una hora sobre su trayectoria en la organización de funerales y actividades afines, como haber hecho el traslado de los restos de Juan Domingo Perón hasta la Quinta de San Vicente y estar a cargo de los velorios de José Luis Cabezas y Carlos Menem Junior. Lo siguiente es un resumen de los hablado:

– ¿Qué le aconseja a las familias sobre la preparación para el día de la muerte…?

– (Péculo) Siempre aconsejo hablar de este tema en el seno familiar y segundo, aceptar que la muerte, en algún momento, llegará. Si aceptamos eso, vamos a vivir más, no más tiempo, sino mejor. Hay gente que está todo el día trabajando pensando que va a ser eterno y no es así. Muchos, no quieren hablar ni pensar sobre la muerte. Cuando me preguntan cómo me estoy preparando yo, les contesto que, como todos, no quiero morirme, pero estoy preparado porque disfruté la vida, viví, estuve con mi familia…   

– Debe prepararse con anticipación cómo sería el funeral…

– (Péculo) Sí. Todos trabajamos para no irnos desapercibidos de esta vida, por lo que cuando llegue la muerte, será el momento indicado para que sea reconocido lo que hicimos en nuestra vida. Por eso, hay que demostrarle a las familias, amigos y demás, que la persona que fallece debe irse reconocido por lo que hizo, sea intendente, cocinero, no importa su profesión. Es tan importante un funcionario como “Doña Rosa”… 

– Prestó sus servicios en funerales de gente muy conocida como el fotógrafo José Luis Cabezas, “Carlitos” Menem…

– (Péculo) En el caso de Carlos Menem Junior, lo velamos en la Quinta Presidencial, pero después lo llevamos a La Matanza, ya que por su religión, la sepultura fue en un cementerio especial. Hubo mucha gente ese día… Nosotros organizamos, pero no imponemos, porque la gente está en un estado de ánimo que no sabe qué hacer, por eso quiero que el personal se capacite para sugerir lo que corresponde y después, que la familia decida. Todos están en estado de shock y nosotros estamos para resolver. En los ritos funerales solo está escrito lo de las religiones, pero las costumbres lugareñas y los homenajes no están escritos y se va adaptando a cada situación… 

– ¿Por qué todos los ataúdes son similares?

– (Péculo) En Chile, tienen el ataúd que se abre a la mitad y tiene un vidrio, porque no pueden besar al fallecido. Esa legislación quedó de la pandemia de la Fiebre Amarilla y sigue vigente. Los ataúdes que vienen de EEUU no están prohibidos, pero no entran en los nichos de acá y la mayoría no tiene caja metálica, que es una exigencia en nuestro país. La generalidad indica que la gente quiere la forma tradicional, pero si lo quiere rectangular, con la media tapa, no hay problema, pero que lo pidan varios días antes, no el día del velorio… 

– La semana pasada se presentó el libro “100 Preguntas a Fernando A. Huck” (Parte 2), donde se habla sobre la preparación de la muerte inexorable…

– Es muy positivo hablarlo en el seno familiar, sobre qué quiere cada uno para su velatorio. Ahora apareció también la opción de la cremación.

– Muchos no están de acuerdo con la cremación, porque con las cenizas esparcidas en algún lugar, se olvida más rápido a las personas queridas y eso no pasa en tenerlo en un cementerio. Si uno ha vivido, tuvo familia, amigos, conocidos, es bueno que haya un lugar para que se lo recuerde…

– (Péculo) Sí, a veces morimos 2 veces, la muerte física y la del olvido. Cuando saben que nadie va a ir al cementerio y lo van a olvidar, se quiere cremar. El hombre siempre tiene esa necesidad de visitar a su antepasado. Si un día le agarra la “depre”, puede ir a “hablar” con su papá o mamá, porque se los extraña… Pero si se lo cremó y se esparcieron sus cenizas ¿a dónde vamos a ir…?

– ¿La juventud piensa lo mismo?

– (Lindt) La juventud tiene otra mentalidad, con una tendencia más a la cremación. Igualmente, el porcentaje en la zona de cremación, es muy bajo. También es importante saber dónde vamos a depositar esas cenizas, porque en algún momento tenemos que rendir un homenaje o recordarlo…

– (Péculo) Un problema que tenemos en Argentina y en el mundo, es que los cementerios municipales están colapsados, por eso aparecieron los privados, que tienen lugar, pero no todas las familias tienen el poder adquisitivo para tenerlo como opción. En algunos años más, los cementerios van a quedar como museos a cielo abierto …

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