¿Por qué tenemos que mirar nuestra materia fecal?

El hablar sobre la propia materia fecal en el consultorio médico, suele aparecer como un “tabú”, porque muchas veces genera incomodidad y vergüenza en algunos pacientes. Sin embargo, diversos especialistas advierten que es fundamental evacuar todas las dudas y observar con atención las propias heces, porque pueden alertar sobre patologías de colon, estómago y/o intestino.

El Dr. Fabio Nachman, jefe del “Servicio de Gastroenterología-Fundación Favaloro” y ex presidente de la “Sociedad Argentina de Gastroenterología”, expresó que la gente consulta con más facilidad por redes sociales que en el mismo consultorio. Más de 70.000 personas siguen al médico en Instagram, donde con contenido lúdico y directo, desarma mitos sobre el aparato digestivo y pone en agenda temas centrales como “hablar de la materia fecal”.

El profesional resaltó que “lamentablemente, las dos terceras partes de las personas que tienen indicación de controlarse, con estudios de rutina como colonoscopía y test de sangre en materia fecal, no lo hacen. Esto se da por diversos factores: desconocimiento, miedo al estudio o al resultado… Se pueden realizar 3 tipos de estudios: la detección de sangre oculta, la detección de parásitos y estudios para el diagnóstico de la diarrea (volumen, pérdida de grasa y de proteínas y electrolitos). En condiciones de salud, la constitución de la materia fecal, es aproximadamente un 70% de agua; el resto fibras ingeridas, flora intestinal, es decir, bacterias y desechos. Entre las principales señales de alerta en la materia fecal lo que hay que mirar es la coloración, la forma, la consistencia, la frecuencia y si está acompañado de otro elemento que resulte anormal, como mucosidad con sangre y si la materia fecal, en lugar de ser marrón oscuro, tiende a ser casi negro como la brea o si es más clara y tiende al amarillo o al marrón claro”.

Especialistas describen que “una materia fecal de un paciente con buena calidad de vida y salud, tiene una forma tipo ‘chorizo’, no entrecortada y de color marrón oscuro. La frecuencia de deposiciones ideal, es de una vez al día, no obstante, existen márgenes que determinan el rango de normalidad de la frecuencia entre cada tres días y hasta dos veces diarias. Fuera de esos márgenes se trata de un aumento de deposiciones o de constipación…”.

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