¿Por qué puede ser peligroso viajar en avión para los pacientes con EPOC y otras patologías respiratorias?

Entre las miles de personas que viajan a diario en aviones, hay pacientes con distintas patologías respiratorias crónicas, tales como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, asma, fibrosis pulmonar, entre otras, que podrían verse afectados durante el vuelo.

Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, a través de un informe enviado a El Observador y para el que se tuvo el asesoramiento del Dr. Guillermo A. Raimondi, neumonólogo (MN 38588) y socio fundador de la mencionada entidad, se expresa que “es recomendable que los pacientes con enfermedades cardiovasculares, sean convenientemente evaluados por un médico especialista antes de un viaje. Asimismo, es necesario un correcto control en aquellos pacientes que durante viajes anteriores han tenido síntomas tales como disnea, dolor torácico, confusión o síncope, EPOC severo o enfermedad bullosa. Asimismo, hay que tener en cuenta que algunas enfermedades asociadas, podrían empeorar con la falta de oxígeno, como la enfermedad cerebrovascular o cardíaca, hipertensión pulmonar, riesgo o antecedente de tromboembolismo venoso o pulmonar, tuberculosis pulmonar, entre otras. Es muy importante saber que las cabinas de los aviones están presurizadas solo a 550 mmHg, por lo tanto, en esas condiciones, los viajeros pueden sufrir una disminución de oxigenación en sangre. Mientras que las personas sin enfermedad pulmonar no se ven afectadas, algunos pacientes con EPOC pueden sufrir disminución de la oxigenación, con valores de saturación riesgosos durante el trayecto. Esto puede llevar a un aumento importante de la disnea, taquicardia, palpitaciones e incremento de la presión arterial” se acotó.

 

¿Cómo saber si un paciente corre riesgos en altura?

 

Raimondi expresa que “aquellos pacientes que a nivel del mar tienen una saturación menor de 92%, requerirán oxígeno suplementario durante el vuelo. Aquellos que presenten saturación mayor a esa cifra y sobre todo obstrucción severa o muy severa de la vía aérea, deberán realizar la llamada ‘Prueba de Simulación de Altura’. La misma reproduce las condiciones de presión barométrica que se pueden encontrar durante el vuelo. Allí, se elige el peor escenario posible, con una altura de 2.500 metros, lo que permite predecir con cierta exactitud, la saturación de oxígeno que tendrá el paciente durante el vuelo. Si fuera por debajo de los valores de seguridad, requerirá oxígeno suplementario”.

 

¿Qué sucede si un paciente necesita oxígeno suplementario durante el vuelo?

 

“Suponiendo que existe la necesidad de oxígeno suplementario durante el vuelo, corresponde comenzar un trámite ante la aerolínea para solicitarlo. El médico deberá completar un formulario con los detalles del estado del paciente y su requerimiento de oxígeno. Este formulario es común a todas las líneas aéreas y confeccionado por un organismo de control internacional (IATA), quien también proporciona un listado de los equipos concentradores de oxígeno que están aprobados para ser utilizados a bordo (prácticamente todos los que están en el mercado)” agrega el informe.

Si el paciente cuenta con uno de estos equipos, propio o alquilado, hay que tener en cuenta la duración del vuelo y posibles demoras para calcular los “packs” de baterías necesarias. El flujo del oxígeno es indicado entre 2 y 4 L/min y en ocasiones, según la aerolínea se exige que el paciente viaje acompañado.

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