¿Por qué es necesario incluir la detección de escoliosis en los controles escolares?

Muchas personas no le dan importancia a la postura corporal que adoptan al realizar sus actividades diarias, sin darse cuenta de la gravedad que implica ese descuido. Habitualmente, la forma de sentarse, de permanecer de pie durante varias horas, la rapidez con que se efectúa un movimiento o se levanta un peso y hasta la posición en que se duerme, pasan a un plano bastante relegado dentro de las acciones a realizar para gozar de buena salud.

La atención que cada uno le presta al correcto estado de su columna vertebral, pareciera no tener mayor consecuencia que un dolor momentáneo. Sin embargo, por tratarse del eje de coordinación de todos los movimientos, una mínima lesión puede desencadenar enfermedades importantes. La escoliosis es un problema de salud que causa una curvatura hacia los lados de la columna vertebral, que puede tener forma de “S” o “C”. Hay muchas hipótesis sobre los motivos que la generan: la ciencia considera que las causas pueden ser óseas, musculares o posturales y según otros investigadores, no se puede excluir la posibilidad de que el resultado sea por una alteración hormonal, neurológica, por el bloqueo de una vértebra o vestibular.

El “Programa de Escoliosis” del Hospital de Clínicas de Buenos Aires sugiere incluir el control de la misma en todos los establecimientos educativos del país y que los problemas lumbares formen parte del “apto escolar”. Profesionales de la mencionada entidad ya están trabajando en algunos colegios, pero el objetivo es que se pueda implementar en todas las provincias.

“A partir de esta iniciativa, instalamos la idea de la prevención y el diagnóstico temprano. El puntapié inicial fue en algunas escuelas, pero nos planteamos extender la misma modalidad de control obligatorio a otras, a nivel nacional”, expresó el coordinador del Programa, Dr. Andrés Ferrero. Para el especialista, la clave está en llegar a tiempo en la detección y sobre todo, destacó el rol de los padres y maestros en advertir los síntomas. “Hay que prestar atención a la postura y a la forma de desarrollo de los adolescentes. Si los maestros o quienes conviven con el chico, en el trato cotidiano detectan, por ejemplo, diferencia de altura entre un hombro y otro, es tiempo de consultar al traumatólogo. Cuanto antes lo abordemos, mejores resultados terapéuticos podemos esperar”.

 

Por la radiografía    

 

La escoliosis es uno de los problemas de salud más comunes en la espalda de los jóvenes. Según la OMS, afecta a 3 de cada 100 personas y es levemente más frecuente en mujeres que en varones. “El crecimiento alterado de la columna puede traer severas consecuencias a futuro. Lo típico de estas escoliosis es que no tengan dolor, por lo que cuando el especialista interviene se encuentra con un estado avanzado de la enfermedad”, sostuvo Ferrero.

Lo preocupante es que no produce síntomas y usualmente es detectada con una radiografía, donde claramente se aprecia la desviación lumbar. En estadíos avanzados, sí aparece dolor de espalda o de cabeza, sensación de cansancio en la columna y piernas después de estar parado o sentado durante mucho tiempo, eventuales mareos, problemas digestivos, irregularidades en el ciclo menstrual e inclinación del cuerpo hacia un lado al caminar o que los hombros parecen estar desiguales (uno más alto que el otro), se detalló.

Sólo en situaciones agravadas se recurre a la cirugía, pero en más del 90% de los casos, se prescriben sesiones de kinesiología y fisioterapia; el uso de corsé para forzar al enfermo a que adopte la postura correcta, entre otros soportes ortopédicos que resultan de gran efectividad, además de la realización de sesiones quiroprácticas, estimulación en la zona afectada con aparatología que emite calor, rutina de ejercicios físicos y una dieta nutricional que favorezca el fortalecimiento de los huesos.

 

Recomendaciones preventivas    

 

En materia preventiva, se aconseja usar sillas, sillones, colchones de cama o sofás que sean cómodos, pero no demasiado blandos, porque impiden mantener rígida o erguida la columna. La altura de este tipo de mobiliarios “debe ser lo suficientemente alta como para que al levantarse, la persona no necesite hacer mucha fuerza”.

Si una determinada tarea implica estar varias horas sentado o parado, lo ideal es planificarla en etapas y crear intervalos en los que se pueda cambiar la posición. La caminata deportiva en tanto, debe hacerse con una buena postura, es decir, con la cabeza y el tórax erguidos.

El calzado diario tiene que ser cómodo y el taco de los zapatos no debe superar los 5 cm. de alto. Para recoger algún objeto del suelo, preferentemente se debe flexionar las rodillas y mantener la espalda lo más recta posible. Hay que evitar lavar los pisos en cuclillas y se recomienda hacer las tareas de jardinería en sillas pequeñas o almohadones, no agachados y apoyados sobre las piernas.

Finalmente, se sugiere no dormir boca abajo, “ya que se suele modificar la curvatura de la columna lumbar y obliga a mantener el cuello girado para poder respirar”.

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