¿Por qué el 8 de diciembre se arma el árbol de Navidad?

Es el indicador por excelencia del inicio de la temporada navideña y su creación tiene más de 200 años y múltiples interpretaciones. 

Cada 8 de diciembre y coincidentemente con el Día de la Virgen, se lleva a cabo un ritual en la mayoría de los hogares cristianos y las calles de todo el mundo. La decoración Navideña, cuyo objeto principal es el árbol de Navidad. 

Es posible que el primer árbol navideño, como se conoce en la actualidad, surgiera en Alemania, donde se implementó por primera vez en 1605 para ambientar el frío de la Navidad, comenzando así su difusión.

A Finlandia llegó en 1800, mientras que a Inglaterra lo hizo en 1829, y en el Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841 de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria.

Luego se readaptó por parte del cristianismo a el nacimiento de Cristo. Donde el árbol y su forma triángula representaban la Santísima Trinidad y la decoración implementada tenía diferentes símbolos representados. 

Las pequeñas bolas de colores, por ejemplo, simbolizan las manzanas del paraíso que habitaron Adán y Eva antes de cometer el pecado original y los colores un significado particular. 

Por su parte, las luces también tienen su relación ancestral, ya que representan la luz de Cristo, el vínculo de unión entres las familias y las personas.

¿Por qué se arma el 8 de diciembre?

El 8 de diciembre de 1854, Pío IX advirtió que, al momento de nacer María, la madre de Dios, estuvo libre del pecado original desde el primer momento de la concepción de su hijo Jesucristo. Asimismo, en esta fecha se arma el árbol de Navidad, que adorna los hogares hasta el 6 de enero, Día de Reyes. Muchos destacan que este hito en la vida cristiana dio origen a la tradición del pino decorado. 

Pero lo cierto es que no hay una única versión sobre por qué se acostumbra a armar el árbol de Navidad el 8 de diciembre y varía según cada cultura. 

Otra de las versiones que se toman como referencia viene por parte de la cultura celta, quienes tenían por costumbre adornar un roble por la llegada del solsticio de invierno ya que, de esta manera, se aseguraban el regreso del sol.

Por otro lado, se dice que en este día los nórdicos solían adorar con un árbol el nacimiento de Frey, dios del sol y la fertilidad. Y según registros, en Argentina la costumbre de armar el arbolito comenzó en 1807, cuando un irlandés, proveniente de Estados Unidos trasladó este hábito al país decorando un pino en una plaza pública.

Fuente: FiloNews

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