¿Por qué casi todos sufrimos dolores de espalda?

Los problemas de espalda son un mal común. El 85% de la población los ha sufrido alguna vez a lo largo de su vida. Los mismos pueden ser desde una pequeña molestia hasta punzadas agudas repentinas, que dificultan el movimiento. Desde la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló, en comunicación con El Observador, informaron sobre cómo se puede prevenir este problema de salud, considerado uno de los principales motivos de consultas médicas y entre las causales más recurrentes de “baja laboral”.   

Se trata de una dolencia que se concentra en la parte baja de la espalda, que es constante y empeora después de estar sentado o parado durante mucho tiempo. También puede estar acompañado por adormecimiento. “El dolor puede ser producto de la carga de productos externos, así como también de factores internos, como una mala postura casi imperceptible perpetuada en el tiempo o movimientos como flexión y rotación, que pueden influenciar en aumento de presión de los discos intervertebrales, entre otros” señala un informe para el cual se contó con el asesoramiento del Lic. Santiago Meduri, jefe de Trabajos Prácticos de la mencionada facultad.

“Cada cuerpo tiene un sistema osteomioarticular diferente y por lo tanto, una capacidad de carga distinta. Los músculos son fundamentales para soportar los pesos externos y por esto es recomendable realizar ejercicios que fortifiquen la zona central del cuerpo, para formar un ‘corset’ de músculos y evitar/disminuir las dolencias”.

Algunas causas que pueden agravar la molestia son la mala postura, la obesidad y los ejercicios físicos inadecuados. Para aliviar los síntomas, lo ideal es realizar actividad física diariamente, de poco impacto y de rangos articulares cortos, siendo uno de los deportes más aconsejados la natación, “porque ayuda a mantener la integridad de los discos intervertebrales”.

Entre las recomendaciones para cuidar la espalda están las siguientes: realizar actividad física como hábito de vida; elongar antes y después de la misma; usar zapatos cómodos, ni con mucho taco ni planos; intentar no levantar objetos pesados; dormir en posición fetal, que ayuda a abrir las articulaciones de la columna vertebral; descansar periódicamente en el día para hidratar los discos intervertebrales y poner en descanso el sistema muscular en la posición que al paciente le sea más cómoda y fundamentalmente, mantener una dieta sana, porque el sobrepeso puede causar mayor presión sobre la espalda.

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