¿Por qué aparece el acné y cuándo hay que acudir al dermatólogo?

El acné es una “enfermedad crónica inflamatoria de la piel”, que quita autoestima a muchos adolescentes y jóvenes, pero también en algunos mayores.

Las unidades pilosebáceas (folículo piloso y glándulas sebáceas), causadas por obstrucción de los poros de la piel, forman granos y abscesos inflamados e infectados (acumulaciones de pus).

Los motivos de su aparición son múltiples, aunque dentro de las principales, se encuentran las alteraciones hormonales y la predisposición genética.

La Dra. Guillermina Creus, explicó que “si bien la inflamación de la piel puede aparecer en cualquier edad, el acné más visible suele ocurrir en la adolescencia, por ser la etapa con mayor revolución hormonal de la vida. También existe el acné en el adulto, que puede aparecer en personas que han tenido en su adolescencia o incluso nunca haber tenido ni un grano. A su vez, existe el acné del embarazo y el más infrecuente, el que se produce en la segunda infancia… Lo ideal para evitarlo, es una buena higiene de piel. El hábito de lavarse la cara dos veces por día balancea el pH y barre la suciedad propia y la acumulada durante el día o la noche, evitando la infección de los granos o la aparición de puntos negros. También es importante retirar el maquillaje, ya que éste actúa como capa extra con productos y excipientes que no son naturales. Por otro lado, se debe usar protector solar facial factor +50, ya que cualquier proceso inflamatorio que se expone al sol, puede dejar manchas y cicatrices difíciles de sacar. La alimentación también juega un rol fundamental en la prevención del acné. Como sabemos, la buena alimentación y el ejercicio físico son la base de la salud. Y esos hábitos positivos se reflejan en todo el cuerpo y todos los órganos. La piel es el órgano más grande del cuerpo y el que más se expone al exterior, es muy importante nutrir la piel, limpiarla y cuidarla… Toda alimentación saludable, libre de procesados y grasas en exceso, junto con una buena hidratación, siempre van a ayudar a la circulación de la sangre y a que se vea más nutrida y brillante… Otro de los factores más importantes es no realizar ningún tratamiento antiacneico sin ser indicado y controlado por un profesional, porque muchas veces se compran productos que son caros y no sirven para las características de cada acné. En este sentido, la consulta con el dermatólogo debería ser desde la edad pediátrica, para proveer la educación de higiene, los hábitos saludables y la prevención de manchas, granos y por supuesto para controlar los lunares y manchas que están desde el nacimiento. Muchas de las mismas crecen con el paciente y es importante darles tranquilidad y los cuidados que necesita…”.

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