Por primera vez una pasajera subió con su mascota a un avión de Aerolíneas Argentinas

perro-aviónPoco antes de las 10.30 del pasado viernes, Silvia Dara, se presentó en los mostradores de Aerolíneas Argentinas acompañada por su perro -un caniche toy de cinco kilos, color negro-, dispuesta a realizar los trámites pertinentes para embarcar en el vuelo AR 1614, que a las 11.20 tenía previsto partir con destino a Chapelco

La mascota Robertino Loco McKein tiene un año y tres meses, es un festival de rulos oscuros muy simpático. Su dueña contó que lo llaman simplemente “Bubu” y que normalmente es tranquilo y cariñoso.

“Es la primera vez que va a viajar en avión y espero que se porte bien. Generalmente es tranquilo, no ladra por lo que no creo que molestemos a los restantes pasajeros”, señaló Silvia mientras sostenía a “Bubu” en su falda, inalterable ante las luces de las cámaras y los flashes de los fotógrafos.

La pasajera agregó que viaja “con mucha frecuencia al sur” ya que vive parte del año aquí en Buenos Aires y parte en San Martín de los Andes. Para ella “viajar en auto es sumamente complicado, por ser tantos kilómetros, por lo que esta decisión de Aerolíneas es muy positiva”.

“Celebro que la hayan tomado porque nos resuelve la situación a muchos que, como yo, viajamos con mascotas”, agregó.

Silvia fue la primera usuaria del servicio de Mascotas en Cabina (PETC) que Aerolíneas puso en funcionamiento hoy, una iniciativa que permite subir a la cabina a perros y gatos pequeños, de hasta ocho kilos, previa reserva anticipada a través del call center.

La novedad la había anunciado la presidenta Cristina Kirchner el 30 de diciembre último a través de su cuenta de Twitter y luego fue confirmada por el presidente de la compañía, Mariano Recalde.

“Una mascota -dijo la pasajera- es parte de la familia y mandarlo en la bodega es como si pusiésemos a un hijo en una jaula y lo despachásemos. Al menos así lo siento yo, por lo que me pone sumamente contenta esta nueva disposición”.

“Ojalá que esto sea el puntapié inicial para que se tomen otras medidas acorde a ésta, como permitir ingresar mascotas en estaciones de servicio, en restaurantes y otros lugares a los que en estos momentos el ingreso está vedado”, dijo la mujer.

La posibilidad de que los pasajeros viajen junto con sus mascotas fue valorada por veterinarios, quienes coincidieron en los beneficios para las mascotas respecto a comodidad y salud.

“Esta opción de traslado no es sólo de importancia para viajes de placer, ya que permitiría el viaje de mascotas para otros fines como por ejemplo de diagnóstico o tratamiento de patologías, ya que muchas veces el acceso a tecnología queda restringido a los grandes centros urbanos”, indicó a Télam el médico veterinario Carlos Mucha.

Y añadió que “a su vez, el viaje en cabina elimina la situación de estrés de tener que viajar en bodega, más la espera y desembarco en jaula, en el punto de destino, tanto para el animal como para su dueño”.

Por su parte, el médico veterinario Juan Enrique Romero, ex director del zoológico de Buenos Aires, aseguró: “Las mascotas son parte de nuestros afectos y por eso la medida me parece que no sólo mejora la situación de los animales, sino que además es un avance en cuanto al servicio que se le brinda a los pasajeros”.

“Por cuestiones laborales uno ha viajado mucho y esta modalidad se ve en las principales aerolíneas del mundo”, sostuvo Romero, quien actualmente dirige el Programa Nacional de Tenencia Responsable de Perros y Gatos de la Nación.

Según informó Aerolíneas, el nuevo servicio es arancelado -las tarifas dependen de los tramos y destinos del viaje- y debe ser solicitado con 72 horas de anticipación.

Para subir a la cabina, las mascotas deben tener más de 45 días de vida, contar con un certificado de salud extendido por un profesional veterinario matriculado, tener al día la vacuna antirrábica, y estar desparasitado interna y externamente.

Las mascotas deben trasladarse en un contenedor (jaula) adecuado, que se ubica debajo del asiento delantero del pasajeros, y solamente se acepta un animal (perro o gato) por pasajero, hasta un límite de cuatro por vuelo (uno en Club Economy y tres en clase turista).

Los perros lazarillo, como es usual, pueden viajar a los pies del pasajero.