Por pandemia, menos mujeres se hicieron el PAP de control

 El Papanicolaou es un método sencillo para detectar lesiones en el cuello del útero, que las mujeres de entre 21 y 65 años deben realizar una vez por año (cuando hay dos resultados consecutivos negativos, puede espaciarse cada 3). Pero pese a la importancia de este control, la mitad de las mujeres adultas de Argentina no se los realizó el año pasado debido a la pandemia de coronavirus. Según la “4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo”, publicada en 2019, el 70,3% de las mujeres comprendidas en esa edad, se realizó una prueba de PAP en los últimos 2 años, pero por el temor al Covid, se calcula que en 2020 ese porcentaje bajó al 50%, expresó Verónica Fabiano, médica ginecóloga del Instituto Alexander Fleming.

El cáncer del cuello uterino es una enfermedad que se puede prevenir. También se puede curar, si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente” precisó la médica, quien destacó que los resultados de este estudio, se complementan con la colposcopía, que “permite localizar con una lente en aumento las lesiones en el cuello del útero detectadas previamente en el PAP”.

De acuerdo a las estadísticas oficiales, el año pasado se diagnosticaron en Argentina 4.600 casos de cáncer de cuello uterino, siendo el tercer tumor más frecuente en mujeres en nuestro país, después del cáncer de mama y colorrectal, presentando una tasa de incidencia de 16.7 casos por 100.000. Durante 2020 en tanto, fallecieron 2.500 argentinas por este tipo de cáncer, ocupando el quinto lugar, con una tasa de mortalidad de 8.7/100.000”.

Dicho cáncer es causado por la infección persistente del Virus del Papiloma Humano (VPH) o también conocido por sus siglas en ingles HPV. De ahí que “en mujeres de entre 30 y 60 años, el médico también puede indicar el test de detección de HPV que, basado en biología molecular, permite hallar la presencia de ADN del virus en las células de esta zona”, explicó Fabiano.

En cuanto al rango de edad de la aparición del cáncer de cuello uterino, se explicó que “se trata de una enfermedad rara antes de los 20 años, pero afecta a mujeres jóvenes, con una edad promedio de 49 años. Al tratarse de un virus de transmisión sexual, se estima que 8 de cada 10 mujeres lo tendrá en algún momento de su vida. De ese total, un 5% generará malformaciones en las células que podrían convertirse en cáncer”. Desde que se produce la lesión hasta llegar a la enfermedad, pueden transcurrir entre 10 y 20 años, por esto es que son fundamentales los métodos de prevención primaria (vacunas) o prevención secundaria (diagnóstico precoz).

Otro punto importante que resaltó la médica ginecóloga y mastóloga es que “en la mayoría de las pacientes, el cáncer de cuello uterino no causa síntomas en los primeros estadios de la enfermedad. Algunos que ocasionalmente pueden presentarse, son dolor pelviano y/o sangrado con las relaciones sexuales o posterior a las mismas, flujo vaginal anormal o sangrado vaginal inusual”, indicó.

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