Por el “Día Internacional y Nacional del Folclore”, músicos de Crespo cuentan sus vivencias

El 22 de agosto se celebró el “Día Internacional y Nacional del Folclore” y para hablar sobre esta conmemoración y este género musical, con miles de cultores en todo el país, estuvieron en El Observador y en el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTVHernán Brambilla, autor y compositor,docente,integrante de “Agrupación Folclórica Lazos de Amistad” de Crespo; Facundo Gaztelú, presidente del CIOFF Juvenil Argentina y Nicolás Izaguirre, músico, también crespense, quien formó parte e integra reconocidos grupos de la región.  

– ¿Se nace para ser músico, se logra con el tiempo o viene por la herencia familiar?

– (Brambilla) En mi caso, mi papá (Juan Carlos Brambilla) y mi mamá (Mary Alanis) y mis 3 hermanos estuvimos siempre ligados, de alguna u otra manera, a la música. Mi abuela paterna, Doña Nely, fue maestra de Artes Plásticas y tocaba el piano. De parte de la familia Alanis, mi tío Héctor (“Tito”), toca la guitarra y canta y fue integrante de grupos de folclore. Tengo una raíz familiar, ligada a la música, a lo que le fui agregando una formación académica, siendo “técnico instrumentista musical con especialidad en Guitarra”. Además de la parte artística musical, soy docente: doy clases en la Escuela Técnica de Seguí y en la Escuela N° 60 y La Cautiva de Crespo, también la enseñanza particular de guitarra en el Estudio Pulsión. Es decir, toda mi vida ha rondado en torno a la música…

– (Izaguirre) En mi caso, también vengo de una familia que siempre estuvo en contacto con el arte, con la música. Mi mamá es profesora de Danzas, mi abuelo tocaba la guitara y con él adquirí esa comunicación tan profunda con el instrumento. Lo acompañaba en las peñas, de a poco me fui entusiasmando cada vez más, estudié, me perfeccioné… Primero lo hacía por diversión, hasta que se empezó a tornar una actividad más seria y comprometedora. Aparte de la música, que antes de la pandemia me demandaba mucha actividad, con Los del Gualeyán (Diamante) y otras agrupaciones que me convocaban para acompañar, soy docente, a cargo de horas de Historia del ciclo básico de la Escuela Técnica y de 4° Año del ciclo superior con orientación en Construcciones…

– ¿Enfocado musicalmente siempre en el folclore?

– (Izaguirre) El músico debe tener siempre apertura, para aprender distintos lenguajes del instrumento, en este caso la guitarra, que tiene mucha relación con el hombre, con su lugar, con la forma de ser que tiene el paisano de “tierra adentro”. Estoy con el folclore, pero también hice rock, algo de Bossa Nova… Todo es música y relacionarnos con artistas que no sean precisamente del género, verlos, escucharlos, intercambiar ideas, ayuda muchísimo…

– Llamativamente, los grupos de la zona se caracterizan por no utilizar mucho los instrumentos de viento…

– (Brambilla) Los alemanes en su momento, trajeron las tubas, trombones, pero los instrumentos de metales, se utilizan más en las bandas, pero la “música popular” se arregló con el acordeón, guitarra y violín. Se han perdido instrumentos como el arpa, que era representativo de esa música, el acordeón lo desplazó…

– Como cultores de lo regional y nacional: ¿hay una lucha constante con la música internacional?

– (Izaguirre) Siempre me gusta recomendarle a la gente que se tome un momento para escuchar nuestra música, que es como leer un libro. Sabemos que hay una realidad de mercado y otras cuestiones, pero también se debe conocer que hay muchas producciones actuales de la música del Litoral, que se deben aprovechar…

– (Gaztelú) Hay que darle mucha importancia a las formas de hablar de un pueblo, que son parte del folclore y poder preservar todo eso, para que se pase de generación en generación. Con la era de la globalización, muchas culturas externas terminan desplazando las cosas tradicionales de nuestros pueblos y cada uno desde su lugar, debe tratar de preservarlo…

– ¿Qué es lo que más rescatan de tantos años de historia con la música?

– (Brambilla) Ha sido una satisfacción, poder presentarme en el Festival de Cosquín (Córdoba), en el del Chamamé de Corrientes, en el Festival de Diamante, en Federal… que son los escenarios más importantes del país. Pero también, tuve la oportunidad de tocar en lugares donde la ganancia no era comercial, ni económica, pero sí, fue una satisfacción cultural sin precedentes, como presentarme en Emiratos Árabes, Corea del Sur, Brasil, México, Perú, que fueron experiencias inolvidables…

– ¿Cuánto afectó la pandemia?

– (Gaztelú) Teníamos previsto un viaje a Polonia, pero se tuvo que postergar, precisamente por la pandemia. En noviembre, el CIOFF hará el Congreso Mundial, en Hungría, pero lamentablemente de Argentina no habrá representantes, por el mismo motivo. Tampoco se pudo estar en la “Folcloreada Mundial”, que se concretó en junio, en Rusia, donde participaron representantes de más de 50 países, con delegaciones de artesanos, músicos, bailarines, coreógrafos, por lo que esta vez, nos tocó verlos detrás de las pantallas…

– Crespo ha tenido la posibilidad de vivir grandes jornadas del CIOFF en su momento…

– (Gaztelú) Si bien es un evento que no deja ganancias económicas, genera otros beneficios. Recibir a bailarines y músicos de otros países, poder estar con ellos durante una semana entera y compartir sus danzas, su música, genera un intercambio cultural, que nosotros también lo vivimos cuando vamos a otros lugares. He tenido la posibilidad de ir a Colombia, Brasil, Paraguay, Chile y son experiencias muy enriquecedoras… 

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