Por el “Día del Padre”, Lorena, Nandy y Ricky Huck, evocan recuerdos con su padre Fernando Alberto

En el marco de las entrevistas programadas por el “DÍA DEL PADRE”, en el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, esta vez el periodista Alejandro Drescher entrevistó por esta celebración especial, al director de dicho medio televisivo y de El Observador, Cont. Fernando Alberto Huck y a sus 3 hijos: Lorena Vanina (Lore), Fernando Federico (Nandy) y Ricardo Alberto Huck (Ricky).

– ¿Qué cree que fueron las cosas más importantes que le pudo transmitir a sus hijos?

– (Fernando Alberto) En primer lugar, la fe en Dios. A mi me criaron en un ámbito de fe, donde mi padre, aparte de ser diplomático argentino en Austria y Alemania, se dedicaba mucho a la actividad social y espiritual. Ayudaba junto a mi madre a la gente necesitada en la post guerra, donde muchos todavía vivían en barracas. Como el hombre necesita un equilibrio entre su alma, cuerpo y espíritu, en ese sentido se preocupó mucho en inculcarnos eso y de alguna manera, lo he tratado de transmitir a mis hijos y nietos. El hombre con fe tiene muchas ventajas en la vida diaria. Por otra parte, le he tratado de transmitir desde chicos a mis hijos, la cultura del trabajo. Los 3 en épocas de vacaciones escolares, trabajaban mediodía conmigo en la empresa, haciendo pequeñas gestiones, barriendo la vereda, yendo al banco y otras tareas básicas. Nunca les di dinero para que gasten. Cada uno tenía su alcancía y cuando hacían determinadas tareas, recién ahí tenían algún pago extra. Era para que aprendan desde chicos a administrar sus bienes y que se conduzcan no como un niño con dinero, sino como un chico con necesidades comunes…

– ¿Qué significa poder trabajar hoy con sus hijos?

– (Fernando Alberto) Es una experiencia muy interesante. Lo más lindo es cuando uno enseña y tiene respuestas desde el otro lado, que van aprendiendo lo que uno les fue enseñando. Lorena tuvo un don desde pequeña, por lo que se inclinó por la abogacía, mientras que Fernando y Ricardo lo hicieron por las Ciencias Económicas. Hoy son profesionales que me acompañan en las buenas y en los momentos difíciles que hemos tenido. Todo lo experimentamos juntos. Está la parte dura, de chocarse con la realidad todos los días y lo bueno de poder disfrutar de los beneficios del trabajo, por lo que han logrado el equilibrio necesario…

– (Ricky) Nuestro padre ha tenido siempre horarios exigidos de trabajo, pero sin embargo, siempre estuvo presente. A veces dudábamos que iba a llegar a tal acontecimiento, pero en el momento justo, él ahí estaba. Los 3 crecimos junto con esta empresa que fundó, que también es parte de nuestra vida. Está incorporada en nosotros. Por mi experiencia, es recomendable eso de inculcarles a los chicos, la cultura del trabajo. Si bien ahora está como “mal visto”, que los chicos trabajen, pero en mi caso, realmente disfruté el hecho de poder sentir responsabilidades, de crecer y de equivocarme. Recuerdo la primera vez que perdí plata yendo a pagar un impuesto. Fue una experiencia dura, pero de los errores uno va aprendiendo… 

– (Nandy) A los niños hay que inculcarles la cultura del trabajo, enseñando con valores, sobre la responsabilidad, la seriedad, en cómo debe ser el trato con el cliente. Nuestro padre nos inculcó la buena costumbre de levantarnos temprano, para aprovechar bien el tiempo, de poder charlar con la familia, organizar qué se va a hacer en el día, ver si hay algo en los que nos podemos ayudar. Hoy siendo padres, nosotros vemos la importancia de haber tenido esas enseñanzas y lograr esa calidad del tiempo. Es lo que yo trato de transmitir a mis hijos. Uno aprende a valorar lo que hizo el padre en la vida, precisamente cuando uno es padre… 

– ¿Cómo era su relación con su padre?

 – (Fernando Alberto) Murió hace unos 22 años. Caminábamos muchas veces por la nieve y hablábamos… Uno se pone viejo y se pone muy emotivo… Hablar de mis padres me emociona mucho…

– Tiene 3 hijos con edades muy cercanas, ¿fue bueno criarlos de esa manera?

– (Fernando Alberto) Nos casamos en 1976 con “Susy” (Lucrecia Vecchio) y nos radicamos en Crespo. Al año y medio, encargamos con mucha esperanza a Lorena. Yo estuve en los 3 partos, ayudándole a mi señora y con la particularidad de que en los 3 casos, al rato de haber nacido, la Dra. Pilar Onetto nos permitió irnos a casa. “Nandy” vino más de improviso, cuando su hermana Lorena tenía 1 año y 2 meses. Después esperamos un tiempo prudencial y llegó Ricardo, 3 años después. Estoy muy contento como padre de lo que fueron logrando y por el tiempo que mis hijos compartieron con nosotros el mismo techo. Lorena se casó a los 20 años, Fernando a los 25 y Ricardo a los 22. Lorena nos dio 3 nietos; Nandy, 2 y Ricardo, 3. Amo con locura a los 8 chicos. El nieto es otra cosa a los que son los hijos, porque uno ya no está en la tarea de padre, que los educa; el abuelo, los disfruta y mima. Es otra manera, con menos rigurosidad y más amistad, más conversación…

– ¿Cuál ha sido la tarea más difícil en cuanto a la crianza?

– (Fernando Alberto) Con los hijos es difícil ser amigos, pero siempre hemos sido muy buenos compañeros. La adolescencia siempre es la más complicada, donde uno tiene que aconsejarlos, guiarlos y amonestarlos. Cuento una anécdota: como yo tuve un accidente muy fuerte en una moto en mi juventud, siempre les decía a mis hijos: “Traten de no andar en moto, porque es muy peligroso”. Un día golpean la puerta de casa, abro y eran 8 amigas de “Lore” y ella en el medio con la cara destrozada. Le había pedido prestada una moto a una amiga y tuvo un accidente. Fueron varios días que estuvo con la cara hinchada, cubierta con una gran venda. “Nandy” también tuvo caídas con una moto, lesionándose los 2 hombros…

– (Lorena) Siempre nos decía lo de las motos, que nos cuidemos, porque su padre también había tenido accidentes, él y mi hermano también…

– ¿Fue más estricto en su cuidado, por ser la única hija mujer?

– (Lorena) Tenía en claro que no quería que me ponga de novia antes de los 18 años. Cuando tenía 13 o 14, charló mucho ese tema conmigo y me convenció. Tenía sus motivos y hoy es lo que le inculco a mi hija, de tener cierta madurez para asumir una relación…

– ¿Se siente satisfecho como padre viendo a sus hijos y nietos…?

– (Fernando Alberto) Como padre, me siento muy satisfecho. Mis hijos son personas que entienden que la armonía familiar es fundamental y que eso trae muchos beneficios. Cuando hay cosas en las que opinamos distinto, siempre alrededor de una mesa familiar, en cualquier situación, llegamos a buen puerto. Me puedo retirar tranquilo, porque sé que ellos hacen lo imposible para que la tradición familiar continúe, en todos los sentidos y creo que en la medida que puedan transmitir esos valores, como familia y empresa, más satisfecho voy a estar. Y los nietos siguen ese camino… En las vacaciones de verano, Nandy trae a trabajar a sus hijos Alex e Iván a la empresa, ya sea en la planta de hormigón o en el “Centro Periodístico”.

– (Lorena) También mis hijos Dylan y Alan han trabajado aquí en las oficinas…

– ¿Les da un abrazo y besos a sus hijos?

– (Fernando Alberto) Soy muy abrazador, todos los días lo hago…

– Hay padres que enseñan con el ejemplo, pero no abrazan…

– (Lorena) Pero no es su caso. Es muy cariñoso. En mi caso, nos vemos una vez por semana normalmente porque vivo en Maciá y con más razón son esos abrazos, besos… 

– ¿Qué opinión tienen de la pandemia y el futuro?

– (Fernando Alberto) Que estamos transitando una etapa muy dura, con estas cuarentenas que se van extendiendo. Es una vida muy distinta a la que teníamos antes. Si bien hubo otras pestes que asolaron el mundo, esta pandemia nos hace reflexionar de un modo diferente. Hoy estamos supeditados a lo que diga el gobierno, la OMS, a lo que nos recomiendan u obligan a hacer. De golpe, de ir todo tan rápido en el mundo, se paró con la pandemia. Esperemos que esta etapa quede atrás rápidamente y que las actuales generaciones no tengan que padecer nuevas cepas…