Por año, entre 800 y 1.000 niños y adolescentes son diagnosticados con Diabetes Tipo 1

Según datos de la “Sociedad Argentina de Diabetes” se estima que entre 800 y 1.000 niños y adolescentes son diagnosticados por año en Argentina con “Diabetes Tipo 1”, que es aquella que se suele detectar a edades tempranas y que se da cuando el páncreas no genera insulina. Dichas personas necesitan la administración diaria de insulina para controlar sus niveles de glucosa en sangre, ya que de lo contrario, su vida corre peligro. Al respecto, Mabel Ferraro, médica pediatra e integrante de la SAD, destacó que “los síntomas más comunes que permiten sospechar de la Diabetes tipo 1, independientemente de la edad, son sed anormal y boca seca, pérdida de peso repentina, micción frecuente, falta de energía, cansancio, hambre constante, visión borrosa y enuresis… El rol de la familia, amigos y escuela, es clave para acompañar al paciente. Es importante que todos lo sepan y estén al tanto. Una buena familia es la mejor insulina, que acompañe, sin presionar, con equilibrio. En cuanto a los amigos, que sepan y ayuden, sin sobreproteger y respecto a la escuela, que la familia no exija demasiado a la institución, pero es importante que se conozca qué tienen que hacer o cómo deben actuar ante una hipo o hiperglucemia. En adolescentes con diabetes, es fundamental la autonomía respecto al manejo de la patología. Y se debe contar con un equipo interdisciplinario, que incluya psicólogo/a y que enseñe sobre la alimentación, autogestionar los cuidados y acceso al tratamiento…”.

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