Polémica porque en una escuela de Córdoba, directora pidió que se les haga el control de alcoholemia a alumnos

La directora de una escuela de Las Varillas (Córdoba) obligó a los alumnos de sexto año a hacerse un test de alcoholemia tras advertir que algunos “no se encontraban en condiciones” para asistir al primer día de clases.

 

El episodio ocurrió en el instituto Dalmacio Vélez Sarsfield de esa ciudad. Graciela Ale, la directora, explicó que dio “un alerta” al ver que “un grupo grande estaba en condiciones diferentes al resto”.

 

 

Desde hace unos años, es cada vez más común en distintas ciudades del país que, en la noche previa al inicio de clases, los alumnos que empiezan su último año de secundaria organicen fiestas a las que denominan Ultimo Primer Día (UPD).

 

“Nos sorprendió porque es la primera vez que sucede”, dijo a Cadena 3 la directora, quien llamó a la Policía Municipal y requirió que personal de Tránsito se hiciera presente para realizar controles de alcoholemia.

 

 

Los resultados arrojaron que el 15% de los jóvenes sometidos al test procedimiento estaban alcoholizados, por lo que llamaron a los padres “para que los fueran a retirar”.

 

“Los padres nos apoyaron y agradecieron. Los chicos pidieron disculpas y admitieron que había habido un exceso innecesario. No se los sancionó, se hicieron actas de acuerdo”, agregó.

 

Consultada sobre la legalidad del procedimiento, Ale dijo: “Desconozco. De haber sabido que era ilegal, no lo hubiese hecho. Tomamos una medida de emergencia. No podemos ser cómplices de los problemas que los niños están teniendo. Ellos necesitan ser acompañados con un límite claro”.

 

 

Al respecto, el secretario de Gobierno de Las Varillas, Gustavo Vázquez, afirmó que es “totalmente legal”.

 

“Hacemos controles ante cada una de las fiestas en la ciudad, en las salidas de los boliches, en el ingreso al baile de la Primavera. Nosotros respondimos ante un llamado de la autoridad máxima de la institución”, dijo Vázquez, quien autorizó que la acción que se llevara adelante puertas adentro del establecimiento y sin previo aviso a los padres de los menores.

 

“Lo importante es prevenir porque estos chicos de sexto año muchas veces llegan conduciendo hasta el establecimiento y eso es peligroso”, cerró.

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