Polémica por habilitar drogas psicodélicas antidepresión

Australia, a través de su organismo nacional anti-drogas, anunció el pasado viernes que permitiría el uso del éxtasis y de hongos alucinógenos en los tratamientos contra la depresión. De esta manera, los psiquiatras de ese país, podrían prescribir ambas sustancias a partir de julio, tras encontrar, según los estudios, “suficiente evidencia sobre potenciales beneficios en ciertos pacientes”. Ambas drogas están actualmente prohibidas y su posible uso, genera fuertes controversias entre especialistas e investigadores sobre las consecuencias, positivas y negativas que traerá. Un amplio sector de profesionales solicitan ser cautos, piden que se concluyan las investigaciones y anticipan que “el uso de estas drogas podría desencadenar episodios cardíacos y psicóticos en algunos pacientes…”.

Se estima que 100.000.000 de personas en el mundo sufren depresión resistente a los tratamientos y en ese marco, algunos expertos ven precisamente a las sustancias psicodélicas como una posible forma de ayudarlos e incluso servirían para tratar la anorexia y ansiedad. En 2020, el estado de Oregón (USA) votó a favor del uso terapéutico de la psilocibina, sustancia psicoactiva que se encuentra naturalmente en los hongos alucinógenos. También se han otorgado exenciones en Canadá, pero sigue catalogada como una “droga peligrosa”, en la misma categoría que la heroína.

A nivel mundial, incluso en Argentina, se vienen realizando estudios y evaluaciones sobre el efecto de la psilocibina. Andrew McIntosh, profesor de psiquiatría en la Universidad de Edimburgo (Escocia), sostuvo que “podría proporcionar una alternativa potencial a los antidepresivos que se han recetado durante décadas”. Los ensayos clínicos de “Fase 2”, se diseñaron para determinar la dosis y confirmar la existencia de un efecto apropiado. Los de “Fase 3”, que involucran a más participantes, están programados para este año y los cuales se terminarían en 2025.