Plescia: “La verdadera pandemia son las enfermedades emocionales”

Visitó esta semana el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, el Lic. en Teología José Plescia (conductor del histórico micro radial “Una luz en el camino”), quien en diálogo con Canal 6 ERTVhabló sobre el estrés, la ansiedad, el temor y la depresión y los riesgos que implica “tener una vida acelerada”. El reconocido conferencista explicó que “somos hiper-ansiosos en una sociedad complicada, ya que estamos viviendo tiempos de dificultades en lo económico, pero también está la crisis del ‘hogar moderno’, las separaciones… Hoy vemos a muchas personas estresadas, deprimidas, temerosas. La verdadera pandemia actual son las enfermedades emocionales. Es tremendo lo que está pasando. Cuando uno habla de depresión, son múltiples las causas que la generan: por un lado, los problemas hormonales, pero a la par están las pérdidas que va teniendo esa persona, como las del amor por ejemplo o cuando se pierde un ser querido que ha fallecido y más aún si se trata de un hijo o un nieto. También incide la falta de autoestima, tenemos la persona que se desvaloriza, dice que no vale nada, que hace sufrir a la gente, que es un fracasado o que no le importa nada de la vida. Para esos casos de depresión, se necesita tratamiento psiquiátrico, porque un especialista será quien lo va a medicar, con apoyo psicológico y lo espiritual, que tiene mucho que ver. Las personas que tienen fe, se sobreponen mejor a todos los problemas de la vida. La mayoría somos creyentes cristianos, pero cuando nuestra fe esta raquítica, nos duele la vida… Muchas veces estamos muy ocupados en el trabajo, en el estudio, en la economía, en cambiar el auto, en querer vivir mejor y nos olvidamos de mirar un poco hacia arriba y acercarnos a lo espiritual… Hoy, el 80% de los depresivos no está recibiendo tratamiento, por lo tanto, en ellos no habrá mejoría, sino altibajos, especialmente en los bipolares, que pasan de un momento a otro, de la euforia al bajón y si no son tratados, se seguirán sintiendo mal por el resto de sus vidas, cuando se pueden curar, siempre buscando que recuperen la esperanza que perdieron…”.

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