Pese al salto de la inflación, el consumo masivo creció en marzo

De acuerdo a un informe privado, el consumo de masivo mejoró 1,6% interanual en marzo. Nuevamente, se observó una brecha entre las grandes superficies, que crecieron 10,4%, y los autoservicios de cercanía, que cayeron 6%.

A pesar de que la inflación se aceleró con fuerza, alcanzando la variación mensual más alta desde 2002, durante marzo se registró un crecimiento en el consumo masivo. Así se desprende de un relevamiento privado, que también hace mención a la brecha que existe en las ventas entre las grandes cadenas de supermercados y los autoservicios de cercanía.

Según el informe que elabora la consultora Scentia, en marzo el consumo registró un crecimiento de 1,6% frente al mismo mes del 2022. Un dato que, según resaltaron desde la firma, “sorprende”: “Dado el contexto y las bases de comparación, las expectativas sobre el comportamiento del consumo, en especial para el primer semestre de este año, no son optimistas”.

“Si bien veíamos un crecimiento sostenido del canal supermercados, el comportamiento a la baja de los negocios de barrio neutralizaba esa situación y dejaba el primer bimestre del año con saldo negativo (-1,4%)”, detalló el estudio.

En marzo, la tendencia se mantuvo: el consumo en las grandes cadenas creció 10,4% interanual, mientras que en los comercios de cercanía se observó una caída de 6%. “De esta manera el acumulado anual sigue negativo, pero de manera más atenuada (-0,6%)”, explicó el informe.

Esta brecha se observa, también, en el acumulado de los primeros tres meses del año: los supermercados registran un alza de 8,4%, mientras que los comercios más chicos evidencian una contracción de 8%.

Al analizar el comportamiento observado durante marzo, el estudio detalló: “En gran medida, este resultado es impulsado por lo sucedido en las canastas de bebidas, con importantes crecimientos en ambos canales y que podría ser explicado por las altas temperaturas que se mantuvieron hasta hace pocos días”.

De hecho, tal como se desprende del informe, las bebidas con alcohol tuvieron un crecimiento del 16,1% interanual (en ambas superficies), mientras que las bebidas sin alcohol se incrementaron un 21,8%. El rubro “limpieza de ropa y hogar”, por el contrario, cayó 9,2%.

“También debemos considerar el comportamiento positivo en todas las canastas para el canal Super. Entendemos que la diferencia en precio es percibida por la gente y hemos notado una ganancia en el tráfico en este canal, en sus diferentes formatos”, detalló el estudio.

Análisis

“Estos datos siguen reflejando esta dualidad en el consumo, que muestra una dinámica muy dispar entre en los supermercados (lo que llamamos grandes superficies) respecto de los comercios minoristas”, analizó a Ámbito Santiago Manoukian, Jefe de Research en Ecolatina.

“En ese sentido, hay dos factores puntuales: las promociones, que tienen mucho más lugar en las grandes superficies, donde también encontramos el funcionamiento de Precios Justos más aceitado; y, por otro lado, la variedad de medios de pago que ofrece. Eso, de alguna manera, conduce a que el consumo tenga más lugar en grandes cadenas por sobre los pequeños autoservicios o de cercanía. Además, la dinámica de los precios se acelera más en los pequeños comercios que en las grandes superficies”, agregó Manoukian.

“Por otro lado, esto también refleja la dualidad del mercado laboral: porque en las grandes superficies suele consumir la población de mayor poder adquisitivo, en términos relativos. Y en ese sentido, lo que estamos viendo es que hay un sector protegido por paritarias, un sector formal, que está en mejores condiciones para sostener ciertos niveles de consumo respecto a los sectores informales o cuentapropistas, que son justamente los que han generado una mayor cantidad de empleo últimamente”, detalló el analista.

Finalmente, al explicar alguno de los factores que pueden haber incidido en un crecimiento en el consumo general, Manoukian concluyó: “Todo esto, se da en un marco donde tanto los trabajadores informales como formales, tienen una propensión marginal a consumir. Esto es, la contracara de bajos niveles de ahorro. Cada peso que entra, sale. Los pesos queman. Se daría el concepto de que la aceleración inflacionaria muchas veces es pro-consumo. Aunque lo es hasta cierto punto, porque el salario real ya ha comenzado a caer y estimamos que este año la tendencia de los ingresos en general es hacia la caída. Pero creemos que la propensión general a consumir mantiene cierto nivel de consumo en algunas familias, al menos hasta cierto punto”.

Fuente: Ámbito

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