Pastor Daniel Ozuna: “Una nueva ideología pretende atentar contra la fe en Dios, la familia y la Patria”

El presidente de la Asociación de Pastores Unidos de Concordia y socio-fundador de la Asociación de Pastores de Entre Ríos, Daniel Ozuna, dio su opinión y reflexiones sobre el rol histórico que la comunidad cristiana evangélica se encuentra atravesando, a nivel provincial y nacional. En ese marco, en comunicación con El Observador, afirmó que “el avance de una nueva ideología pretende claramente atentar contra la fe en Dios, la familia y la Patria, se busca vaciar la sociedad de Dios y sus principios, como el respeto, la dignidad, la verdad, la justicia, la honestidad, la honradez, el valor de la vida mismaBuscan destruir definitivamente la institución que conocemos como familia y su concepción original y un avasallamiento de nuestra Nación, a partir de un evidente movimiento que tiene su origen en el exterior y que se desprende de una jugada estratégica del nuevo orden mundial, con una nueva manera de colonización, profetizada por la Biblia. Ante esta condición, la única fuerza que es capaz de soportar así sea las mismas ‘fuerzas del infierno’, es que entendamos que ha llegado la hora de consolidar ese rol protagónico en el que la historia nos ha colocado y aceptar el desafío en medio de las tinieblas que han cubierto la tierra. Seremos vistos como un fenómeno o seremos juzgados como raros en un mundo en el que a lo malo se le llama bueno y a lo bueno malo. Hoy se pretende colocarnos en la posición de retrógrados, reaccionarios, anti-derechos o fanáticos, entre muchos otros adjetivos, por lo que somos conscientes que ha llegado la hora de cerrar filas y profundizar el inmenso trabajo evangelístico y social y aún más, consolidar nuestra función, a pesar que esto termine molestando a quienes pretenden establecer una nueva corriente ideológica, basada en el odio, la prepotencia, la falta de respeto, el individualismo, el desprecio por nuestra cultura tradicional y nacional, incluso desprecio al valor intrínseco de la vida misma, que ha llegado a los lugares de tomas de decisión y de formación, como ser la educación, incluso en la Justicia, como recientemente quedó demostrado en el juicio al Dr. Rodríguez Lastra e incluso en los ámbitos de formación de opinión, como es la prensa y los medios de comunicación, generando un asedio y adoctrinamiento constante. Y como es obvio, llegó a ámbitos del poder político, todos funcionales al movimiento mencionado”.

Ideología de Género: El pastor Ozuna dijo: “Siempre hemos sido respetuosos de las decisiones y orientaciones sexuales de las personas, pero nos oponemos a la pretensión de imponer un estilo de vida y usar mediante políticas educativas, el inculcar a niños a temprana edad, incertidumbre sobre su condición sexual, lo que no es más que una clara manipulación mediante la vieja estrategia utilizada en el huerto del Edén: la duda. Esta acción es un golpe bajo para los padres que pretendemos educar a nuestros hijos de acuerdo a nuestra fe, derecho al que no claudicaremos ni renunciaremos. Lo ambiguo en todo esto, es que los mismos que pretenden matar legalmente a sus bebés en el vientre, son quienes pretenden arrogarse el derecho de educar a nuestros hijos, atropellando nuestro pleno derecho de paternidad, produciendo confusión mediante la educación ideologizada de adoctrinamiento a seres vulnerables e indefensos, que sufren la violencia impuesta mediante la confusión en una etapa de la vida clave para determinar su identidad sexual y la personalidad”.

“Defender la familia”: El pastor agregó que “los cimientos sobre los cuales muchas naciones hemos sido fundadas contienen valores y principios cristianos, entre otros, que la base de toda sociedad descansa en las familias, que son el resultado de la unión de un hombre y una mujer que procrean y garantizan así la subsistencia de nuestra especie y su continuidad. También está el del valor de la vida y su cuidado, lo que va alineado a lo expresado en nuestra Constitución Nacional y los distintos tratados internacionales, pero particularmente el Pacto de San Antonio De Padua”.

Falta de reconocimiento: “Respecto a la comunidad que represento y también a las demás comunidades de fe, pocas veces se nos ha reconocido como responsables de contribuir con el Estado, mediante la contención del tejido social y menos aún, que nuestra labor sin fines de lucro, contribuye a la optimización de recursos del mismo. Día a día y desde siempre, nos hemos ocupado de un Evangelio práctico, es decir, de asistir a personas con distintas problemáticas, por situaciones emocionales, personas con problemas de adicción, madres solteras, padres que han perdido sus empleos, personas que han sido olvidadas en la más profunda de las miserias, personas recuperadas de la delincuencia, acompañamiento a niños en merenderos, ancianos contenidos en su ámbito familiar, asistencia y acompañamiento a embarazadas en situación de riesgo, en una participación que a veces ha sido en el anonimato y en momentos de crisis social y económica o de catástrofes climáticas, en un 90% con recursos absolutamente propios y en algunos casos, con donaciones de quienes saben que nos ocupamos que esos recursos lleguen a destino” detalló el pastor.

Participación en política: “Uno de los fenómenos de esta comunidad de fe, es la de un despertar del interés de la participación en la vida política, debido al análisis de la condición social presente y que es el medio desde donde podremos defender nuestra firme posición, frente a temas de relevancia, como ser el del aborto y el de la ideología de género. Sabemos que en nuestra comunidad de fe contamos con recursos humanos que serán capaces de representarnos debidamente frente a estos asuntos, como también en los que se refieren a educación, salud, economía, arte, ciencia, justicia, producción y trabajo. Una de las razones de la incursión en política se desprende del no sentirnos plenamente representados por determinados candidatos o actuales políticos. Son evidente las ambigüedades sobre temas relevantes, que muchas veces van condicionados a determinadas circunstancias electorales, que luego dejan de cumplirse… Hace falta velar por gestiones políticas que garanticen entre otras, la cultura del trabajo y la educación, el respeto a las personas en edades como la niñez y la ancianidad, el respeto y valorización a la mujer y su rol estratégico en la sociedad, especialmente en la construcción familiar, la defensa de toda vida, el derecho a que los padres eduquen a sus hijos de acuerdo a sus principios y valores sin la exposición ideológica a la que nuestros niños están expuestos en los colegios y demás ámbitos de educación, que empujan cada vez más al alejamiento de sus raíces y principios de fe… Según mi humilde opinión, en los años próximos esta participación nuestra se hará más notoria y significativa, porque nuestros valores y principios de vida basados en la fe cristiana intentan ser pisoteados por quienes demandan inclusión y respeto, a precio de excluir y faltar el respeto a quienes pensemos distintos, quienes pretendemos conservar nuestra cultura y tradición con las que se supo construir nuestra nación y que perdura hasta hoy día… Como cristianos estamos pasando a otro nivel, entendiendo que además de ostentar nuestros principios y valores, de declararnos pro-vida y de criticar o indignarnos por las decisiones de los gobiernos o políticos respecto a políticas ejecutivas o legislativas que no compartimos, ha llegado la hora de intensificar nuestro compromiso en todos los ámbitos sociales incluso en el político para producir los cambios que consideramos hacen falta”.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.