Panaderos preocupados: Más costos, menos consumo y ventas clandestinas

Según estadísticas de diferentes consultoras a nivel nacional, en Argentina, el consumo de pan cayó de 90 kilos por persona que había en 2014, a menos de 70 que se registró el año pasado. Mientras tanto, decenas de comercios de este rubro en todo el país han tenido que cerrar sus puertas en los últimos años, con empleados que perdieron su fuente de ingreso.

En Crespo, el número de panaderías se mantiene y entre las que están inscriptas y con toda la documentación en regla hay otras cuestiones que preocupan. En un móvil con FM Libertad 98.3, Mario Usinger, uno de los voceros del sector en la ciudad, expresó que “nos seguimos manteniendo estables, dentro de la situación que se está viviendo. A principio de año tuvimos un incremento en el precio de la harina, que fue importante, pero por suerte, no hubo nuevas subas. En cuanto a los demás insumos, tuvimos incrementos, pero en porcentajes menores. Con un esfuerzo de los panaderos locales, decidimos mantener el precio del kilo en $ 100, pero si tendríamos que trasladar todo ese incremento de la harina e insumos, estaríamos hablando de $ 130. Vemos que paralelamente ha caído el consumo en comparación a años anteriores, por la situación económica y también nos afecta la venta en locales no habilitados. No hablamos solamente del pan, sino también de otros productos. En las redes sociales uno ve las ventas de alfajores, tortas y demás elaboraciones dulces. Lo que planteamos es que por lo menos estén a la altura de nuestra situación en la cuestión impositiva. Es difícil combatir este problema, porque ya se ha instalado con más profundidad. Hay mucha gente que quedó sin trabajo y lo hacen para tener un recurso diario. En la actualidad contamos con 25 panaderías inscriptas, pero creo que hay en la  ciudad el doble o triple de los que estamos en regla”.