Padre Schmidt habló de la fiesta patronal y del Covid-19: “La gente está cansada de todo aquello que quiere asustar o amedrentar”

El Padre Rubén Schmidt, a cargo de la “Parroquia Ntra. Sra. del Rosario”, visitó el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, donde en diálogo con Canal 7 CVC, explicó cómo comenzaron las celebraciones por la fiesta patronal, cuyas actividades centrales serán el miércoles 7 de octubre (feriado local). “La tradicional visita de las imágenes de la Virgen a los hogares, este año no se pudo hacer (por la pandemia de Covid-19), por lo que hemos lanzado desde hace 2 semanas, una especie de visita virtual. A las familias les hemos enviado unos videos y los invitamos a rezar la Novena, cada uno en su casa. Para la celebración del 7/10, pedimos que la misa sea al aire libre, frente a la Iglesia y aprovechando el Parque Evita, donde tenemos mucho espacio para el distanciamiento y para que la gente participe, así se puede homenajear a nuestra patrona”.

DE 10 A 150 PERSONAS

En la actualidad, en Crespo se permite que las misas sean con no más de 10 personas, quienes previamente deben llamar y reservar su lugar. “En nuestro templo, unas 150 entrarían bien, respetando las distancias. En Cerrito, que tiene una Iglesia un poco más chica que la nuestra, permiten 80 y hoy nosotros, 10. Crespo es una comunidad de mucha fe y tenemos que convencernos que, si se cree en Dios y en su Palabra, la súplica de la gente de fe, hace que la comunidad se libere de pandemias, crisis, persecuciones y demás”.

“NO TENGO MIEDO”

El sacerdote reflexionó sobre el momento que se vive con la pandemia y al respecto expresó: “Si estamos invadidos de noticias negativas, nos deprimimos, nos desanimamos, por lo que hay que saber seleccionar qué ver. La gente está harta, cansada de todo aquello que quiere asustar o amedrentar a las personas”.

“Estoy muy preocupado por los 2 polos en cuanto a las edades: por un lado los niños, que están nerviosos, que no pueden dormir, incluso muchos papás pidieron la bendición de la casa por esta situación y por otra parte, las personas mayores, los abuelitos, a quienes se los obliga a quedarse encerrados. Esto va a traer consecuencias que no podemos todavía calcular. En cuanto a mi función, acompaño espiritualmente en el lugar que me necesiten, no tengo miedo, sí pongo todos los cuidados que se recomienda. Nos han llamado para atender enfermos (de Covid-19) y nos han puesto trajes como astronautas para poder acercarnos, pero después me voy tranquilo de allí; una escucha situaciones de personas que están complicadas, difíciles, pero ya relacionado con otro tipo de patologías y esto puede complicarlos. Vuelvo a decir, a mi modo de ver, está mal encarado y haber asustado tanto a la gente, reduce la capacidad de defensa… En mi caso, si hay un enfermo que me necesita, no puedo decirle que no. Jesús estaba junto a los leprosos, que todo el mundo despreciaba. Es una misión que Jesús nos ha encomendado. Debemos brindarles contención espiritual y afectiva y no estigmatizar, ya que nadie tiene ganas de enfermarse. Incluso se llegó a esa instigación de denunciar a quien no guarda la cuarentena, con lo cual se han enemistado vecinos, se han peleado familias… No sé qué tipo de sentimientos va a quedar entre las personas después de todo esto”.

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