Padre Ignacio: “Jesús nunca te condena, te ama”

Organizado por el popular padre Ignacio Peries se realizó este viernes en Rosario, un Vía Crucis que convocó a miles de personas. La masiva presencia  obligó a las autoridades de la comuna rosarina, a desplegar desde las 14 horas un enorme operativo de tránsito y cortes de circulación en calles adyacentes a la Iglesia Natividad del Señor, en el barrio Rucci, desde donde se inició el recorrido de los feligreses.

 

Según cálculos de autoridades policiales y fuentes de la organización, “más de 120 mil personas”, recorrieron anoche las 14 estaciones del Vía Crucis, aunque los propios peregrinos aseguraban que la concurrencia llegaba a “las 200 mil almas”.

 

La caminata que partió desde la esquina de Concolorcovo y Ortega, en el barrio Rucci, se extendió durante más de tres horas durante las cuales la gente exteriorizó profundas muestras de fe y pasión por la Crucifixión de Jesús.

 

Pese la noche húmeda, y un cielo cargado de nubes amenazantes, miles de personas se convocaron en cercanías de la parroquia Natividad del Señor, de la que el padre Ignacio es su titular.

 

Minutos antes de encabezar la procesión, el conocido cura oriundo de Sri Lanka (ex Ceilán), dijo que para la gente cristiana, el Vía Crucis significa “el sentir y vivir la misericordia de Dios”.

 

Cada estación del Vía Crucis fue vivida con intensidad por los peregrinos, mientras los cánticos, melodías religiosas, y rezos se alternaban con el relato y las meditaciones del padre Ignacio sobre el significado de los ´misterios dolorosos de Cristo´.

 

Los caminantes portaban tres enormes cruces de madera, y tras recorrer un trayecto de 6 kilómetros, arribaron a la intersección de Palestina y Camino de los Granaderos, donde se montó un gran escenario desde el cual, el padre Ignacio impartió su bendición final a la multitud.

 

El popular sacerdote, a quien se le atribuyen poderes sanadores, pidió que “Jesús bendiga y proteja a los enfermos, los ancianos, los niños, las mujeres embarazadas, las personas solas y solos; y a todos aquellos hombres y mujeres que tienen problemas en sus matrimonios”.

 

Luego solicitó a los presentes que levanten sus manos con las fotografías de sus seres queridos para que a ellos también les lleguen sus bendiciones.

 

Finalmente, y en el marco de un absoluto silencio de la multitud, el Padre Ignacio Peries impartió su bendición final.

 

Desde lo alto del escenario, el cura expresó: “Levanten las manos al cielo para que Dios nunca los abandone; no importa sus pecados, sus equivocaciones. Jesús nunca te condena, te ama”, subrayó.

 

“Descienda sobre sus hogares, la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dios los bendiga por siempre. Gracias por esta hermosa demostración de fe, los quiero mucho”, finalizó el sacerdote. (Fuente Télam).

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