Oro Verde: El arte de manifestarse a través de la música

En el Paseo de los Trenes de Oro Verde se le brindó un merecido reconocimiento y distinción a Nicolás Faes, músico de gran trayectoria y prestigio internacional, discípulo de Jaime Torres en su afición al charango, instrumento que lo apasiona y compromete en cada cuerda que suena. Ese mismo amor por la música es el motor que lo impulsa a enseñarla en el Taller de Instrumentos Musicales junto a otros artistas y profesores.

Precisamente consultado sobre el taller, contó: “Comenzó en el año 2012 por una iniciativa de Carolina Cabrera y Alejandro Mossman presentada al municipio y que tuvo una buena recepción. Se hicieron las gestiones para conseguir los instrumentos y un año después me incorporan, trabajando principalmente con niños y adolescentes. Los instrumentos que se enseñaban en ese momento eran guitarra, teclado, violín y aerófonos. Tiempo después se incorporaron los profesores Germán Faes en percusión y el aerofonista Walter Arjona. La característica de nosotros es que tocábamos varios instrumentos, entonces nos permitía ir abordando distintas áreas de lo que se enseña”.

Actualmente el taller está integrado por el profesor José Luis Ríos en guitarra, Sergio Cardoso en teclado, Germán Faes en percusión y Nicolás Faes, en charango y “algunos otros instrumentos”, agregó con humildad.

Sobre el trabajo que viene realizando en cada encuentro del taller Nicolás señaló que “en cierta forma, los arreglos se decidían entre los profes y la dinámica estaba direccionada por esa forma de trabajo. Desde hace dos años el trabajo ha sido más orientado a recepcionar las inquietudes de los alumnos y construir a partir de allí el repertorio, por ello la denominación ha cambiado a ‘Taller municipal de instrumentos musicales’, es decir que cada profe enseña lo que necesitan los alumnos y luego en el espacio de ensayo se socializa y se arma el arreglo con lo que todos tocan”.

Por último remarcó cómo el enseñar música es para él un proceso de retroalimentación donde se construyen vínculos que dejan huellas imborrables en la comunidad “pienso y sostengo que el músico debe guardar con su comunidad una relación de legado en el sentido comunicacional de una cultura, uno no sólo es músico en el escenario, y en el plano personal para mi es una necesidad muy fuerte acercarme desde la docencia a ese proceso cognitivo que uno continuamente está actualizando para sí mismo y para los otros. Además, obviamente que poder dejar una huella significativa en las personas brinda la satisfacción de sentir que uno se empeña en construir un barrio, una ciudad, un país y un mundo mejor con el poder que solo el arte puede impulsar”.

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