ONGs se unieron para combatir la Hepatitis C

Un grupo de asociaciones y grupos de pacientes de varias ciudades del país formaron recientemente una institución para “defender los derechos de las personas con enfermedades del hígado”, cuyo principal objetivo es “lograr que la Argentina sea el primer país del mundo en erradicar la hepatitis C”, afirmaron sus miembros. Se trata de la Federación Argentina de Lucha contra las Hepatitis Virales, cuyos integrantes “convocan a los actores involucrados a crear un plan integral, que incluya diagnóstico y tratamiento de pacientes para convertirnos en el primer país en controlar una enfermedad que resultaba mortal y hoy tiene cura”.

“Si bien los niveles de vacunación de las hepatitis A y B son aceptables, queda mucho trabajo por hacer en materia de hepatitis C: hay numerosos pacientes infectados que van por la calle sin saber que la padecen e inclusive hay personas diagnosticadas que no acceden al tratamiento, por lo que queremos brindar apoyo, información y asistencia a los pacientes y a sus familiares”, señalaron desde la Federación y destacaron que uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan es “lograr el acceso a los medicamentos”.

“En la mayoría de las regiones del país, solamente quienes están en un estadio avanzado reciben la medicación y los demás deben conformarse con una terapia menos efectiva y con más efectos secundarios hasta que su estado empeora y recién en ese momento, el sistema les provee los nuevos tratamientos”, lamentaron. Sin embargo, enfatizaron que “la mirada positiva es que en Argentina contamos con todos los elementos necesarios para que la hepatitis sea totalmente controlada”.

“Tenemos vacunas preventivas en los casos de A y B, medicamentos que la curan en el tipo C, profesionales muy capacitados y centros médicos de excelencia, además de un sistema de salud abarcativo que se hace cargo, aunque todavía con restricciones, del tratamiento y ahora agrupaciones de pacientes que trabajan por sus derechos”, completaron.

Existen diversos tipos de hepatitis virales: A, B y C. Para las primeras dos existen vacunas, mientras que si bien para la C no existe vacuna, sí se cuenta con medicamentos que logran curar la enfermedad en más del 95% de los casos. “El problema es que la afección generalmente no presenta síntomas hasta llegar a estadios avanzados -muchas veces acompañados de cirrosis o carcinomas-, por lo que es de vital importancia su diagnóstico temprano”, explicaron.

Antes de 1992, cuando se identificó el virus, no se sospechaba ni se buscaba esa variante de hepatitis en los tests, por lo que muchos argentinos tuvieron contacto con el virus en aquella época sin saberlo a través de transfusiones sanguíneas o procedimientos médicos u odontológicos. Por eso, desde la Federación insistieron en recordar que “todo argentino, especialmente los mayores de 50 años, deberían realizarse el test al menos una vez en la vida”.

 

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