Obras en el Templo Cristo Rey de Santa Anita

En 2010 se cumplieron los 100 años de la bendición de la piedra fundamental del Templo Cristo Rey de Santa Anita y por ese motivo en años anteriores se formó una comisión de trabajo para la refacción del edificio, donde se arreglaron techos, se hizo pintura exterior e interior, pisos, entre otras obras. “Lo más difícil era encarar la restauración de los vitrales y del órgano (ambos venidos de Alemania) y el primero en interesarse en dicho trabajo fue el entonces vicegobernador Dr. José Lauritto, quien en una visita al pueblo se acercó al Templo y prometió hacer las gestiones correspondientes” manifestó a El Observador el Presbítero Padre Oscar Bourlot, quien agregó que posteriormente y tras la visita del gobernador Sergio Urribarri, se firmó un contrato en marzo de 2011 con la empresa Art Resturo SRL, entre el Consejo Federal de Inversiones y la mencionada firma por un monto total de $ 216.507,60. Con respecto a la obra Bourlot explicó que “el Templo tiene 38 vitrales de diversos tamaños y los más grandes son tres (frente y cruceros) redondos de 3 metros de diámetro; cinco del ábside de 2,50 m por 0,90 cm., tres sobre las puertas y 16 paños en las naves de 280 por 0,90 cm. La dirección de la restauración la realizó Raúl González y la reparación de los vitrales la hizo Stephan Descours, quien es de origen parisino y experto en estas tareas, quien nos fue enseñando variadas cosas de la labor artesanal de la restauración, que ya tiene más de 10 siglos. Él tuvo la oportunidad de trabajar en algunas catedrales de Europa y por eso cuenta con una gran experiencia en el tema”. Haciendo mención a la culminación de de los trabajos proximamente, el presbítero remarcó que “la restauración le está dando el esplendor que tuvieron estos vitrales casi centenarios y son la ocasión de una verdadera catequesis de la fe a través de la imagen”.

Reseña histórica

El Padre Bourlot dijo que conjuntamente con la obra se fue conociendo parte de la historia de las imágenes que fueron recopilando, “encontramos un logo en uno de los vitrales que nos confirmó su origen, la inscripción dice ‘Päpstlich Glasmalerei Derix Kevelaer 1921’ y está la figura de una Tiara pontificia. Después de buscar información y revisando los apuntes del Padre Conrado Hummel, concluimos que los vitrales fueron hechos en la fábrica alemana Kevelaer y la gestión la hizo el Padre Juan Becker (sacerdote del Verbo Divino, constructor del Templo), que en 1019 vivía en Holanda. La firma fue fundada en 1866 por Derix Wiliam (1837-1919) en la localidad de Goch, en el Rin, quien pertenecía a la Orden Papal San Silvestre, por eso el signo de la Tiara en el logo”. Con respecto a los autores de las imágenes, Bourlot indicó que “no encontramos firmas pero quizás una indicación la puede dar una inscripción que está en el vitral de la Anunciación ‘Heil. A Brust V. Wenhn’, que según documentación que consultamos aparece Alfred Brust, como parte de un grupo de artistas expresionistas de la Alemania, entre 1919 y 1920, formado por pintores y arquitectos, que intercambiaban ideas, liderado por Bruno Taut y se llamaba Cadena de Cristal (GläserneKette)”. Cabe destacar que los vitrales llegaron a Estación Urquiza el 2 de febrero de 1922 y el costo de los mismos incluyendo el impuesto de aduana y flete fue de $ 3.477,25 (en ese momento equivalía a unas 16 hectáreas de tierra) y el diseño de San Miguel, que se encuentra sobre la puerta de entrada de la parroquia fue realizado en Buenos Aires a $ 285,54.

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