Nutricionistas explican sobre “ayunos intermitentes” y secretos para comer bien

Visitaron el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, las licenciadas en Nutrición, Noelia Schaab y Marta Ravinovich, quienes en diálogo con El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes”, contaron sobre cómo la cuarentena incidió en la alimentación, pero además abordaron otros candentes temas inherentes a la nutrición. 

Schaab sostuvo que la cuarentena, a algunas personas les vino bien, “en el sentido de que se interesaron mucho por la cocina, por cumplir las rutinas. En general, en el último tiempo, hay más conciencia sobre lo importante y necesario que es comer bien. Se trabaja mucho en la educación alimentaria. Pero también hay otros que utilizaron este tiempo como unas vacaciones y cuando se vieron con unos kilos de más, terminaron en el consultorio… La relación con la comida es multifactorial, no solo como cuando tengo hambre y dejamos de hacerlo cuando estamos llenos. Hay muchas cuestiones que influyen. La alimentación por ansiedad, es un tema que surge siempre en las consultas y las preguntas frecuentes son, qué comer cuando se está ansioso o se tiene picos de estrés. Lo ideal es mantenerse activos, porque eso genera bienestar y si es necesario, pedir una terapia psicológica y emplear otras prácticas que ayudan con el manejo de las emociones”.

Sobre el “ayuno intermitente”, cada vez más requerido por los pacientes, Ravinovich expresó que “si bien es algo nuevo, en realidad, muchas culturas lo vienen implementando por años, de tener una cena temprana y un desayuno un poco más tarde, que también entra dentro de las clasificaciones de ‘ayuno intermitente’. Cenar 19 horas y desayunar más tarde. Funciona bárbaro, pero para algunas personas, no en otros casos, en especial los de metabolismo rápido, que comen y al rato tienen hambre. Hay quienes si no comen cada 4 horas, se les baja la glucemia y se sienten mal”. Schaab agregó: “Va a depender siempre de cómo está la persona, qué relación tiene con la comida, qué patologías hay de base. Este ayuno se está probando en algunas personas y funciona bien. Es necesario que no lo hagan solo, sino que consulten con un profesional. Lo importante es lograr el equilibrio, la nutrición previene mucha enfermedad crónica”.

Del vegetarismo y veganismo, Ravinovich explicó: “En mi caso, soy vegetariana; mis padres cuando se casaron decidieron ese patrón alimentario y cuando nacimos con mis hermanos nos criaron de esa manera. En el consultorio la mayoría de los pacientes no son vegetarianos y otros, sí. En Crespo hay un grupo de adolescentes que están yéndose al vegetarianismo o veganismo, que es una filosofía de vida”.

En cuanto a la riqueza de los alimentos, expresó: “Necesitamos que las verduras se conviertan en el plato principal y para eso, hay que organizarse, es decir, tener siempre una verdura cocida, para que cuando se almuerce, esté para consumir, porque si llegamos cansados a casa, lo más probable es que voy a hervir un fideo o me comeré un pan con queso; es importante el consumo de frutas con mucha fibra. Veamos el tema de la naranja: una cosa es el jugo que se exprime y otra es comer la naranja entera con sus fibras… En cuanto a las harinas, es todo un tema de debate, muchos profesionales abogan para que se siga consumiendo algo, porque siempre van a estar en la mesa argentina, pero hay que aprender a comer esos alimentos, saber cómo combinarlos, entonces si voy a hacer un fideo incorporar vegetales o proteínas. Otros profesionales abogan que todos los alimentos sean lo más saludable posible, es decir, no comer casi nada de harina y hacer todo integral. Mi postura es buscar el equilibrio. Comer todo integral está fantástico, pero que eso no te aisle socialmente y que no puedas compartir una mesa con amigos por ese motivo. Lo importante es aprender a comer y qué alimentos se deben consumir. Estamos frente a una pandemia pero sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo, no este virus, sino la enfermedad cardio-vascular”.