Nuevos nombres para calles de Crespo. Brindan detalles de los homenajeados

En la última sesión del Concejo Deliberante de Crespo, realizada la semana pasada, entre otros temas, se aprobó por unanimidad de los ediles presentes, un proyecto que establece los nombres para calles de la ciudad que aún no tenían denominación y que figuraban solamente con un número. En ese marco, la“Calle Pública Nº 260”, se llamará Pablo Diana; “Calle Pública Nº 244”, Susana Kemerer de Regner; “Calle Pública Nº 163”, Magdalena Sommer de Arnold y “Calle Pública Nº 9” del P. Industrial, Gerardo Eichhorn. La “Calle Pública Nº 295” pasó a denominarse Igualdad; “Calle Pública Nº 297”, Justicia; “Calle Pública Nº 299”, Cooperación; “Calle Pública Nº 301”, Solidaridad y “Calle Pública Nº 303”, Hermandad y la“Calle Pública Nº 263”, pasó a llamarse Pastor Ricardo F. Huck.

RICARDO FELIPE HUCK

A fines de 2019, unimportante grupo de vecinos solicitó por nota al HCD, para que una calle de la localidad se la denomine “Pastor Ricardo Felipe Huck”, quien entre otros atributos, fue el fundador de la “Iglesia Comunidad Cristiana” de Crespo: “El 27 de mayo de 1998 murió el Pastor Ricardo Felipe Huck. Pero decir que solo murió el fundador de ‘Iglesia Comunidad Cristiana de Crespo’ y que durante más de 50 años, ayudó a sus semejantes en la parte espiritual, social, económica y personal, en varios países de Latinoamérica y Europa. Nació en Urdinarrain el 3 de junio de 1920, hijo de inmigrantes de “Alemanes del Volga”. Terminó el secundario en el histórico “Colegio de Concepción del Uruguay” y cursó los estudios universitarios en la “Facultad de Medicina” de la “Universidad Nacional de Córdoba”, los que tuvo que interrumpir para trabajar en Buenos Aires, donde se casó con Margot Dyck e inició la carrera diplomática en el “Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina”. Saber hablar y traducir el idioma alemán, le facilitó para que por un decreto presidencial, fuera trasladado en 1949 a la “Embajada de la República de Argentina” en Austria y luego a Alemania, para ocupar distintos cargos diplomáticos durante más de una década. Tras la “Segunda Guerra Mundial” y con miles de familias sumidas en miserias y abandono, Ricardo comenzó a dedicar sus horas libres a ayudar a los afectados en Austria, impulsando la obra misionera en ese país con sus recursos personales y a través de la “Asociación Cristiana YMCA” (movimiento social juvenil ecuménico) y la Asociación “Juventud para Cristo”. Junto a su esposa Margot, dieron albergue en su amplia casa-palacio de 17 habitaciones en Viena, a cientos de personas que necesitaban una cama y una comida. Percibió como pocos en esa época, la necesidad de elevar la moral y el espíritu de la ciudadanía post guerra, humillada y hambrienta y sin noticias de cientos de miles de hombres que todavía se encontraban en campos de prisioneros rusos o simplemente perdidos o muertos. Fue uno de los más importantes impulsores de ayuda espiritual alemana a Austria en esos años, tras frecuentar las conferencias “Misioneras en Wiedenest” en Alemania, que enviaba  misioneros a diferentes países. Por su ejemplar conducta, en 1952, Ricardo F. Huck fue distinguido con el traslado a la “Embajada de Argentina en Bonn” (anterior capital de Alemania), donde tuvo contacto con el famoso primer canciller de la República Federal de Alemania, Konrad Herman J. Adenauer, a quien tuvo que traducir en varias ocasiones. Huck logró ayudar activamente a alemanes y judíos que sufrieron múltiples daños durante la guerra. Al mismo tiempo, amplió su formación teológica a distancia y cursos presenciales en el “Seminario Teológico y Escuela Bíblica Wiedenest”, colaborando con el director de la institución y su gran amigo, Dr. Erich Sauer, en la traducción de varios libros teológicos del alemán al castellano y participando activamente en conferencias y eventos de misiones internacionales. Hasta hoy, se sigue considerando a Ricardo F. Huck en Wiedenest, como uno de sus más importantes misioneros durante la postguerra… A raíz de varias visitas a amigos en diversas partes de España, Ricardo conoció la realidad de la dictadura férrea del General Francisco Franco, quien había clausurado innumerables iglesias evangélicas, encarcelado a sus pastores, calificando de ilegales cualquier actividad protestante-evangélica, persiguiendo y castigando a quienes practicaban una religión distinta a la de la iglesia oficial católica. Su vida dio un giro cuando conoció al Dr. Paul E. Freed, quien había fundado “Radio Trans Mundial”, en Tánger (Marruecos), para llevar con su emisora el mensaje misionero a España y a más de 40 países en 20 idiomas. Así, por el inquieto corazón misionero de Ricardo y su esposa Margot, sintieron la convicción de parte de Dios de renunciar a su próspera y prometedora carrera diplomática, para servir a Dios a tiempo completo en España. Tras lograr convencer al Ministro de Relaciones Exteriores en Buenos Aires, que se resistía a entender el porqué de semejante decisión y con la encomendación del “Seminario Teológico de Wiedenest”, Ricardo F. Huck se arriesgó por su fe a mudarse a Madrid con su esposa e hijos (en ese momento eran 4: Ana María, Mónica, Fernando y Margarita), logrando predicar el Evangelio de Jesucristo por casi un año en gran parte de la península ibérica. Viajó permanentemente a Tánger, para grabar sus programas radiales, con prédicas que llegaban a toda la comunidad de habla hispana en Europa. Predicó y distribuyó miles de Biblias y Nuevos Testamentos a todas las personas que lo habían contactado en España por sus mensajes por Radio Trans Mundial, lo que estaba prohibido por la dictadura. Alentó la fe cristiana en “Grupos Subterráneos”, algunas de los que más tarde se transformaron en iglesias evangélicas, después de la caída del régimen. Eso lo pudo hacer casi un año, hasta que llegó la orden del dictador Francisco Franco de expulsarlo inmediatamente de España, tras una denuncia de la “Guardia Civil” (policía secreta) de su actividad evangelizadora. La orden era dejar España en 24 horas, pero por sus buenos contactos diplomáticos con la cancillería de la República Federal de Alemania de Konrad H. J. Adenauer, el plazo se extendió a 2 semanas… Ricardo, Margot y sus 4 hijos volvieron a la “Escuela Bíblica Wiedenest” en Alemania, la cual los envió a Argentina, a fundar en 1960 una “Escuela Bíblica” en Villa María (Córdoba) y misionar y colaborar con iglesias evangélicas en toda Argentina. Posteriormente fue designado pastor de la “Iglesia Cristiana Evangélica” de calle Vélez Sarsfield de Villa María. En 1965 se trasladó con su familia a Córdoba, donde fue designado presidente de “Radio Trans Mundial Cono Sur”, grabando cientos de programas radiales, repartiendo literatura de “Sociedades Bíblicas” y predicando en toda Argentina, mientras que su esposa Margot seguía desempeñando un activo servicio social de ropería, campamentos de niños y jóvenes, alojados muchas veces en su propia casa. En la década del 60, socorrió a 3 niñas que habían quedado huérfanas y las trajo a vivir en su hogar (Amelia, Marisa y Liliana Chávez) y a las que ampararon y criaron como sus “Hijas del Corazón”, junto a sus demás 5 hijos, sin mayores distinciones. Estas 3 niñas pudieron educarse y estudiar, llegando a recibirse una como Contadora Pública Nacional, otra como maestra y la restante, como trabajadora en una importante actividad comercial. Por su ardua actividad pastoral, Ricardo fue invitado a hablar en muchos eventos evangelísticos internacionales, como los de la “Asociación Billy Graham” en Berlín (Alemania) y la Conferencia Ámsterdam (Holanda). Su inquieto y apasionado espíritu evangelizador, le llevó a fundar la llamada “Misión Carpa”, en 1966, que consistía en predicar fe y esperanza en Cristo y enseñando coros cristianos, desde una gran ”carpa móvil”, en varias localidades de Córdoba, Santiago del Estero, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, durante más de 12 años. También predicó a numerosas iglesias (“Hermanos Libres”, “Bautistas”, “Rio de la Plata”, “Luteranas”, “Menonitas”, “Pentecostales” y otras) en Argentina, Paraguay, Estados Unidos, Alemania, Austria y España. En 1975 vendió su casa en Córdoba para trasladarse definitivamente a Crespo, donde compró el ex “Colegio Concordia”, en calle Mitre 882, donde vivió y estableció la “Iglesia Comunidad Cristiana”, que al crecer, se trasladó luego a Carbó 747, donde continúa hasta el presente. A principios de 1998 y con ya 77 años, Ricardo Felipe Huck tuvo que interrumpir una gira pastoral que estaba haciendo en varias iglesias en Alemania, Austria y España, al agravarse su estado de salud. Durante 5 meses de convalecencia, pudo despedirse con tiempo de miles de sus amigos y feligreses que llegaron de todo el mundo, para estrecharse en un último abrazo. Finalmente, a las 2 de la mañana del 27 de mayo de 1998 y a pocos días de cumplir los 78 años, murió en paz y rodeado de toda su familia. Tuvo un inolvidable y emotivo funeral, con cánticos y recuerdos contados por sus protagonistas. Sus restos descansan en una sencilla tumba del “Cementerio Evangélico de Aldea Jacobi…”.

OTROS HOMENAJEADOS  

“Magdalena S. de Arnold”: Nació en Aldea Santa Rosa en 1902, fruto del matrimonio de Johann Adam Sommer y Katharina Schônfeld, oriundos de las colonias del Río del Volga, en Rusia.  Con 14 años, fue enviada como pupila al Colegio de Monjas de Mar del Plata, donde aprendió sobre primeros auxilios, conocimientos básicos de medicina y enfermería, además de violín piano y docencia primaria.A su regreso a Crespo, se casó con Juan Arnold, con quien formó su familia. También puso en práctica todos sus conocimientos, dedicándose a la enseñanza de enfermería y asistencia de partos. Trabajó como asistente del Dr. Soñez y el Dr. Ruda; se dedicó de forma permanente a la asistencia de nacimientos.

Pablo Diana”: Originario de Raffadalli (Italia), construyó el primer hotel en la ciudad (Hotel Diana), cuya capacidad de diez habitaciones, amplio salón, galerías, patio y playas para carruajes, pasó a ser por muchos años, el más importante de la comunidad y por ende, de los pueblos vecinos. A lo largo de su historia, el salón del hotel fue espacio de reuniones, cenas y agasajos de importantes eventos sociales.  Pablo Diana, junto con Don Quírico Gignone y otros de su época, cristalizaron el proyecto de creación de la Sociedad Italiana.

Susana Kemerer de Regner”: Junto con su esposo Luis Regner, vivió en la casona ubicada en calle Urquiza 1944 en los años 1910. Susana, durante casi 50 años, fue la partera del pueblo, habiéndose formado en el Sanatorio Adventista Del Plata.

“Gerardo S. Eichhorn”: Fue el primer presidente de la “Asociación Civil Parque Industrial Crespo” y propietario del frigorífico de aves “Santa Isabel”, radicado en dicho complejo fabril.

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