Nueva modalidad de encuentros del Grupo Scout “252 San Benito”

En el marco de esta cuarentena, los integrantes del Grupo Scout “252 San Benito” a lo largo de estos meses, se fueron adaptando a la nueva modalidad de encuentros a través de las redes sociales y de esta manera pudieron seguir conectados, más allá de que extrañan las reuniones presenciales.

Al respecto, Estela Olivera, quien hace 36 años que es parte de la agrupación junto a su esposo e hijo, en una charla con El Observador comentó que “continuamos las actividades virtuales con los grupos de niños y adolescentes, pero con los mayores de 18 años que conforman el Voluntariado Nacional, pudimos participar de jornadas solidarias. Entre ellas, los miembros del grupo Rover, ayudaron en la Colecta de Donación de Sangre, que cada año se organiza desde la Escuela Zuloaga; también en la entrega de viandas que se hace en un merendero y clasificaron ropa que se donará a las familias más vulnerables. La idea es seguir compartiendo propuestas de cada rama con sus dirigentes, por ejemplo hacemos talleres virtuales de huertas, de construcción de juguetes, otro grupo realiza el de primeros auxilios y se avanza con la organización de campañas, entre ellas, la de clasificación de residuos. Por otro lado y mientras se puede, colaboramos en diferentes cuestiones, pero somos muy respetuosos de las medidas preventivas y de protección que se van implementando, tanto en el orden local como provincial. A nivel nacional desde el Grupo Scout, nos hicieron llegar los protocolos que debemos aplicar, pero por el momento en nuestro caso deberemos esperar hasta que la situación cambie un poco en esta zona. Hoy contamos con alrededor de 100 personas en el grupo, donde con el 90% seguimos conectados, lo que es posible porque desde el lugar que a cada uno le toca, tratamos de brindar las herramientas necesarias para que chicos y grandes se sumen a los encuentros virtuales”.

– ¿Cómo sigue el mantenimiento general de la entidad?

– Vamos solventando algunos gastos con la venta de cartones, que es la única entrada que tenemos y después otro dinero sale de nuestros propios bolsillos, para pagar la luz o el agua. También hemos tenido la entrega de aportes a través de la presentación de proyectos, que nos permitió la compra de una cocina, heladera e hicimos el cerramiento del predio donde está nuestra sede. A su vez, hace unos años implementamos el pago de una cuota, porque en las jornadas se comparten el desayuno, un mate cocido o leche chocolatada con galletas y con torta, pero debido a que ahora no tenemos actividad, no contamos con ese aporte, que también nos permitía cubrir ciertos gastos.

Tenemos que tener paciencia en esta situación que estamos viviendo, donde sabemos que esto nos dejará seguramente un aprendizaje, porque siempre estuvimos sobrecargados de cosas en nuestra vida cotidiana. Hoy nos vemos obligados a parar y a repensar nuevas ideas para llegar a los chicos, pensando sobre todo en que debemos cuidarnos a nosotros mismos y a nuestras familias, porque Dios dirá hasta cuando deberemos vivir esta situación para que nos podamos volver a encontrar. Somos un voluntariado y las acciones las hacemos con el corazón, siempre pensando en ayudar y proteger a quienes más lo necesitan y dando lo mejor de nosotros para llevar adelante esta tarea y de la mejor manera posible, “Siempre Listos”.

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