Nelson Schrooh y su camino de gloria en dos tonos

Dividió su corazón entre Unión y Sarmiento, pero también tuvo un paso por Cultural; sin distinción de camiseta fue y es respetado por todos los colores de Crespo. Ese respeto solamente puede ser ganado a través de las correctas conductas deportivas y suele ser respaldado por importantes logros a lo largo de una trayectoria. De esa manera podemos definir a Nelson Schrooh quien supo dar vueltas olímpicas con Unión y Sarmiento, como jugador y DT. Un aspecto que rara vez puede repetirse.

Su relación con el fútbol comenzó cuando llegó a la ciudad desde una escuela de campo de Colonia Merou para estudiar en la Escuela Técnica. En aquellos tiempos no acudía a ningún club y llamaba la atención cuando jugaba al fútbol durante las clases de Educación Física. Así lo recuerda en charla con El Observador el propio protagonista: “En una de esas tardes un señor, ‘Pele’ Velázquez, me vio jugar y me invitó para practicar en Sarmiento. No tenía mucho interés, pero me insistió y fui. Estuve cuatro meses con 14 años, jugué en 4ª División, luego él se va a Unión y me lleva”.

Con la casaca de Sarmiento llevando peligro al área rival.

Con 16 años debutó en Primera junto al recordado Cosaco (Humberto) Gassmann y con Vicente “Nene” Livelli como DT. “Después de jugar uno o dos partidos en reserva, debutamos contra Don Bosco. Hice dos goles y Cosaco el otro, fue redondo. Nuestra alegría era inmensa, hasta recuerdo que hice un gol con la izquierda que solamente la tengo para apoyarme. En ese partido entré por Juancho Schaab que estaba lesionado”, rememora.

En 1991 llegó el primer título en la Liga Paranaense de Fútbol “con un gran grupo humano, dirigido por Miguel Zapata con quien luego jugamos el Regional 1992”, resalta el rápido wing derecho, desequilibrante por la punta, veloz y con gol.

1991: Primer título de Unión en Primera A. Arriba: Werner, S. Galizzi, D. Galizzi, Lell, Zapata, Roth, Frickel, Wagner, Schrooh y Torresín. Abajo: Kerke, Pillack, Derfler, Zapata, Leicker, Zorzoli, F. Zapata, Gassmann y J. Jumilla.

Schrooh deja de jugar algunas temporadas y retorna a Sarmiento en 1994 bajo la conducción de Miguel A. Cuesta. A fines del 95 y principios del 96 es refuerzo de Cultural para jugar el Torneo Argentino conducido por Pancho (Francisco) Lescano como DT y Aníbal Lanz como PF. Un equipo fuerte con mucho material crespense.

Wiliezko, F. Zapata, Tortul, Acosta y Schrooh en Cultural 96.

Seguidamente vuelve a colocarse la roja con la que logra el ascenso a Primera A de la LPF en 1996 dirigido por Juan Carlos Lía “y un equipo muy unido con cuyos integrantes todavía seguimos juntándonos”.

Con Sarmiento dirigido por Pancho Lescano y Claudio Eichhorn como profe, queda cerca del título en 1997. “Hicimos una memorable campaña logrando el subcampeonato a un punto de Unión”.

 En la temporada 97/98 retorna al Verde que juega el recordado (y maratónico) Torneo Argentino donde llega hasta instancias decisivas con un enorme plantel. El DT era Miguel Zapata, acompañado en el cuerpo técnico por Martín De León y Lito Piedrabuena. En 1999 se retira definitivamente como jugador.

Un recordado equipo de Unión durante la temporada 97/98. Arriba: Sione, Piedrabuena, Lindt, Schrooh, Abrego, Zárate, Tórtul, Kozel, J. Piedrabuena, Wachtmeister, Acosta, Heinze, Zapata y De León. Abajo: Kalesnik, Ramos, J. Jumilla, L. Jumilla, Grasmuck, Todoro, F. Zapata, Oliva y Sosa.

DEL OTRO LADO DE LA LÍNEA

Cerrado el ciclo como jugador con un título en Sarmiento, otro en Unión y torneos Argentinos en el Curriculum, Nelson decide volcar sus conocimientos como Director Técnico. “Comencé el curso en el 2000, junto a Humberto Gutiérrez. Viajábamos a Paraná los lunes, martes y miércoles. Durante tres años no faltamos a ninguna clase”, subraya.

A fines del 2001 se hace cargo de su primer equipo, la Sub 20 de Unión. Además es ayudante de Beto Baigorria en Primera. Al año siguiente desembarca en el club, Futer. Una empresa que trae varios jugadores para nutrir al equipo dirigido por Miguel Oyeras. “Fue una temporada con muchas incorporaciones, un certamen que en resultados no nos fue muy bien, pero conocí mucha gente del ambiente con trayectoria y conocimiento. Aprendí mucho, eso fue muy positivo”, comenta Nelson.

Luego la empresa se disuelve y Schrooh hace su debut al frente del plantel de Primera en 2004 junto a Fernando Zapata y Claudio Eichhorn. “Fue un torneo formidable donde salimos campeones de la Liga. Tuvimos un grupo muy bueno de gente, un verdadero grupo de buenos seres humanos. Cada vez que pasan los años te das cuenta que necesitás eso para lograr resultados. Es fundamental tener una base así para pelar cosas importantes. Fue un año espectacular”. Para mayor alegría, nace su hijo Álvaro redondeando un conjunto de sensaciones fantásticas.

Unión campeón del Apertura 2004. Primer año como entrenador. Arriba, Schrooh, F. Zapata, Goette, Brunengo, Ayala, Güttlein, Albarengue, Piedrabuena, F. Jacob y Villanueva. Abajo: Feltes, Chirimbas, J. Zapata, P. Zapata, Ruppel, M. Zapata, Chimento y Taborda.

Tras dejar de dirigir un año, retorna y junto a Miguel Zapata (dupla técnica) interviene en el Torneo Argentino. En el 2007 se abre la puerta de Sarmiento donde se vive algo único. Logra el ascenso a Primera ganando el campeonato de la B y a la temporada siguiente juega la final de la A donde pierde con Atlético Paraná, obteniendo el subcampeonato siendo ayudante Miguel Gordo Schmidt. Seguidamente el equipo afronta el Torneo Argentino jugando ante el Decano paranaense, Belgrano (Paraná) y Colón de San Justo. “Sin dudas fue otra hermosa experiencia de la que también aprendí mucho y la pudimos afrontar gracias a ese buen conjunto humano que tuvimos”, agrega.

Sarmiento campeón de Primera B 2007. Arriba: Eichhorn, Schrooh, Tablada, Spessot, Ledesma, Trembecki, Piedrabuena, L. Jumilla, Zapata, Exner, Espíndola, Marrón, Gadea y Schmidt. Abajo: Stricker, Romero, Medrano, Villanueva, Demartín, Basgall, S. MEdrano, Gassmann y Oxarán.

Pasa el tiempo, los años, presidentes, dirigentes, jugadores e incluso cambio de liga de por medio hasta que un día Schrooh vuelve a la dirección técnica. Es precisamente en el Rojo 2017. “Pasaron muchas cosas en el medio, los clubes comenzaron a disputar la posibilidad de cambiar de Liga, incluso Sarmiento no entró un año. Nos gustaba la idea de pasar a Paraná Campaña, sabíamos que era muy competitiva y nos sumamos desde ese año”, recuerda.

Con Javier Gadea y Eichhorn en el cuerpo técnico, el Decano llega a semifinales en el 2018 y acaricia la posibilidad de meterse en una final cuando vende cara su derrota ante Arsenal de Viale. Alcanza una instancia a la que nunca había llegado (ni ha llegado aún) el fútbol crespense. “Fue una campaña muy meritoria con todos chicos del club y muy comprometidos. Hicimos historia y llegamos muy lejos, eso fue verdaderamente elogiable”, destaca. El año pasado “avanzamos hasta cuartos de final, quedando entre los ocho mejores en otra muy buena tarea en un campeonato altamente competitivo”, sostiene.

Consolando a los chicos del Rojo tras la eliminación ante Arsenal en el 2018. Depositó al fútbol crespense en un lugar alto de Paraná Campaña.

Ese elenco, como tantos otros anteriores, llama la atención por la buena preparación física, una marca registrada en los trabajos del cuerpo técnico con el Colo Eichhorn a la cabeza. “Ha sido mi compañero durante todo este tiempo, hemos tenido idas y vueltas, peleas y reconciliaciones, grandes momentos juntos y con el paso de los años se fue fortaleciendo cada vez más esa amistad”, asevera el DT.

Quedan los puntos suspensivos para que la historia misma guarde nuevos capítulos por delante. Será cuestión de aguardar para conocer qué nuevos momentos entregará el recorrido de Nelson Schrooh, campeón en dos veredas opuestas, como DT y jugador, pero respetado por todos los colores.

A UN TOQUE

¿Con quién mejor te entendiste dentro de la cancha?

– Fernando Zapata, Javier Gadea, Julio Sosa, Norbi Villanueva…

– ¿Cuáles fueron los mejores equipos que integraste?

– Unión 1991, Sarmiento 1996 y Unión 97/98.

– ¿Cuál es tu idea futbolística como DT?

– Equipos cortos y de buen juego, con la idea de mantener el orden por líneas y si es posible tener uno o dos jugadores que rompan ese orden y sean desequilibrantes.

– ¿De quién aprendiste?

– De todos los técnicos sumás algo. Puedo nombrar a Nuchi Jacob, Miguel Zapata, Sergio Galizzi y Masi Lía.

– ¿Qué recordás de la primera charla como DT?

– La verdad que me sentí tranquilo, no tuve nervios. Estaba seguro de lo que quería y conocía a la mayoría de los jugadores. Lo que sí, no era fácil tomar decisiones respecto a quién sacar y poner en el equipo. Muchos habían jugado conmigo. La ansiedad no la perdés, a lo mejor la dominás.

– ¿Qué es lo mejor que te ha brindado el fútbol?

– Las grandes personas que conocés. Con muchas de ellas sigo teniendo contacto, se ha creado una muy linda amistad a pesar de los años.

– ¿La familia?

– Respaldo fundamental para lograr todo esto. Es el apoyo que uno más necesita y siempre les voy a estar agradecido.

Por Mauricio Jacob

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