Nannini (AAMR): “El asma no tiene que ser un impedimento para desarrollar la vida que uno pretenda hacer”

Más de 235.000.000 de personas sufren de asma. En Argentina, son casi 900.000, según el último informe sobre la enfermedad, realizada por el Ministerio de Salud de la Nación. La mortalidad por esa causa, ha disminuido en las últimas décadas, sin embargo, desde la OMS aseguran que anualmente fallecen 383.000 pacientes por esa razón en el mundo, en su mayoría adultos mayores.

Se trata de una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias que puede ser causada por múltiples factores, tanto genéticos como ambientales. En algunas personas se manifiesta desde temprana edad, puede ser hereditario, porque nacieron con bajo peso o por falta de lactancia materna. No obstante, en otras se hace evidente en la edad adulta y no están claras las circunstancias desencadenantes.

Al día de hoy, no es posible la cura de la enfermedad, pero los pacientes pueden llevar una vida normal y realizar actividades y objetivos físicos con una medicación adaptada para el fin que se quiera concretar. El Dr. Luis Nannini, miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, expresó que “el asma no tiene que ser un impedimento para desarrollar la vida que uno pretenda hacer”, pero aclaró que “lleva su tiempo adaptar el tratamiento a las necesidades del paciente, especialmente hasta conocer algunas características de cómo la enfermedad impacta en el mismo. Hay personas con asma que solamente necesitan medicación por temporadas y otras que la tienen que recibir a diario” precisó.

Nannini expresó que “para menos del 5% de los pacientes, cuando no podemos estabilizar el asma y ni retirar los corticoides orales, existen tratamientos que se agregan a los inhaladores antiinflamatorios, pero es raro llegar a estas instancias, si hacemos todo bien antes”.

Por otra parte, reflexionó que “hay que prestar mucha atención a las personas con asma de mucho tiempo de evolución, que se fabrican su ‘falsa zona de confort’ para no agitarse y se acostumbran a una calidad de vida inferior”, destacó.