Vida y obra de Pocho Pianetti: Nació en Cerrito y la rompió en Boca

Navegando en la historia del fútbol regional se pueden hallar datos que llaman poderosamente la atención, sobre todo si nos referimos al hecho de descubrir aspectos que nuestro conocimiento carecía.

En tierras de Paraná Campaña, más precisamente en Cerrito (denominado en sus primeros años como Gobernador Racedo), nació un futbolista que dejó marcado su nombre en los ricos archivos de Boca Juniors allá por la década del 60. Era el 1 de octubre de 1942 cuando vino a este mundo Oscar Antonio Pianetti, alias Pocho. Naturalmente que nadie imaginaba lo que el paso del tiempo le tendría esperado.

Era un pibito cuando partió de su pueblo natal, unos 8 años tenía cuando dejó atrás su primera infancia cerritense y sus amigos iniciales en esta vida. Desembarcó en Buenos Aires con su pelota como fiel compañera. En su familia se respiraba fútbol desde siempre, incluso su padre en aquellos días, era canchero de Independiente de Avellaneda y el pequeño Pocho soñaba con vestir los colores de un grande como la del Rojo de sus amores. Fue a probarse, pero no tuvo suerte,  entonces surgió la posibilidad de Boca Juniors. Llegó al Xeneize, lo vieron, convenció y desde entonces sus caminos estarían muy ligados, hasta tal punto que durante siete años integró el plantel de Primera.

En Boca fue campeón de los torneos de 1964 y 1965 y el Nacional de 1970, además de la Copa Argentina 1969 en su primera edición.

SU LLEGADA: Confeso hincha de Independiente, de muy pibe fue a probarse y fue estrepitosamente rechazado. Un día Arcario López, un buen jugador Xeneize al que habían echado de por vida por pegarle a un referí, lo invitó a probarse en Boca. Así lo recuerda el propio Pianetti: “Yo vendía hielo en la calle y necesitaba trabajar. Entonces mamá le dijo a mi patrón que estaba enfermo y así pude ir a probarme. Me presenté; estaba el Nano Gandulla (famoso entrenador de las inferiores del club), que me preguntó de qué jugaba: le dije de 9. Agarró la pelota y empezó a tirarnos pelotas a todos. Cuando me vio pegarle fuerte a varias, de derecha y de izquierda, me miró y me dijo ‘usted es wing izquierdo’, y así me comí todas las inferiores, pese a ser derecho”.

ASÍ JUGABA: Pianetti jugaba como wing derecho, aunque en ocasiones también lo hacía por izquierda. Su velocidad marcaba la diferencia, incontenible para los marcadores de la época. Se caracterizaba por ser un jugador ágil, veloz y difícil delantero. Además contaba con una gran pegada y excelsa habilidad a la hora de realizar diagonales.

En Boca fue campeón de los torneos de 1964 y 1965 y el Nacional de 1970, además de la Copa Argentina 1969 en su primera edición. Entre 1964 y 1971 totalizó 173 encuentros oficiales y marcó 41 goles. Entre otros, tuvo como compañeros de equipo a Roma, Sánchez, Meléndez, Marzolini, Suñé, Rattín, Rogel, Cabrera, Rojitas, Savoy, Ponce, Villagra, Coch, Medina, Ovide, Novello, Nicolau, Magdalena, el Tanque Rojas, Peña y Alcides Silveyra.

UN GOL PARA LA HISTORIA: En su exitosa carrera con el Xeneize, tuvo destacadas actuaciones, incluso anotando goles decisivos. Uno de ellos fue contra River Plate para encaminarse hacia el título.

En el año 1965, jugaban un partido definitorio Boca y River en La Bombonera. El local perdía 1 a 0 con gol de Luis Artime. Fue Pianetti quien desde unos 40 metros, sacó un violentísimo remate a la derecha de Amadeo Carrizo, quien se zambulló sin llegar a tocar la pelota. La conquista puede hallarse en Youtube. Este fue, sin lugar a dudas, el gol más importante en la carrera del Pocho, puesto que facilitó el camino para que minutos más tarde, Norberto Menéndez venciera a Carrizo con remate corto y fuerte a media altura, colocando a Boca arriba del tanteador y facilitando con este resultado la obtención del bicampeonato.

“Yo estaba afuera del semicírculo y Silvio (Marzolini) me la pedía; atrás venía el uruguayo Silveyra; lo veo a Rattín y amagué a dársela, pero le pegué al arco. Ni Amadeo la hubiese sacado; un tipo bárbaro, un señor. De los muchachos de River tuve mucha amistad con Ermindo y Daniel Onega, también con Lallana y Artime. Con ellos salía siempre…”, recuerda el protagonista.

LA SALIDA: En 1968, el presidente de Boca Alberto J. Armando intentó convencer a Pianetti para que fuese vendido al Temuco de Chile. El Pocho se negó. Habría de pagarlo años después. “Los jugadores de entonces no ganábamos mucha plata, y encima Boca era muy, digámosle, austero. Cuando ya era un jugador importante, consagrado y con títulos encima, en 1968 me ofrecieron un sueldo de $600.000; menos de U$S2.000. Yo pedí $800.000, pero Armando nunca me cumplió. No te olvides que en esa época no existían los representantes de jugadores”, cuenta.

En mayo del ‘69 Pianetti fue expulsado en cancha de River, durante un partido que ganaron los locales por 2 a 0. Esa tarde le pegó una trompada al Chamaco Rodríguez y le dieron siete fechas de suspensión. No era la primera expulsión del Pocho, un tipo con tolerancia cero al insulto o la mala intención. En 1972, el técnico Fernando Riera fue reemplazado por José Varacka, quien cumpliendo instrucciones de Armando sacó del equipo al defensor Abel Pérez, al ex delantero de Independiente Raúl Armando Savoy, al gran ídolo Ángel Clemente Rojas y a Oscar Pianetti. Fue el comienzo de su recorrida por el continente.

LOS ÚLTIMOS PIQUES: El paso siguiente fue Perú, a 700km de Lima, donde se puso la camiseta de Unión Tumán. Fue la figura y hasta llegaron a ofrecerle el doble cargo de jugador y DT. Como no quiso ser entrenador convenció a otro ex Boca, el peruano Julio Meléndez, para que ocupe el puesto. “Yo lo llevé a Julio, un tipo tranquilo, serio, gran jugador, ¿y sabés qué? ¡Me limpió! No me puso más”, remarca. De allí fue al Emelec de Guayaquil, Ecuador, donde fue goleador del equipo que tuvo una campaña regular. Luego pasó al Colo Colo chileno donde jugó poco y nada, según dice porque “no nos ponían a los argentinos”.

Su siguiente equipo fue Quindío de Colombia, el fútbol de Costa Rica y Once Lobos de El Salvador, elenco que militaba en la segunda división. “No teníamos ni vestuario. Las canchas eran todas de tierra, y tan dura que te comía los tapones”. Su último equipo fue Independiente Chiquimula de Guatemala. “Se jugaba con un calor y una humedad terribles, al mediodía… y ya tenía 38 años. Descendimos, me volví a la casa de mi hermano, en Villa del Parque”, narra el Pocho.

TIEMPOS ACTUALES: Si bien eran tiempos donde quizás en el fútbol no se pagaba como ahora, Pocho tuvo sus buenos ingresos, pero… pasaron cosas. “Los matrimonios me sacaron la guita. Y los abogados. Antes de irme a Perú ya me había separado de mi primera mujer y estaba viviendo con la segunda. Con la primera tuve dos hijos, les dejé todo: casa, coche, plata, me fui y ella encontró otro tipo. Se patinaron la guita y vendió la casa, aunque yo había firmado que quedara para la piba. Con la segunda me fui a Perú y también me separé cuando volvimos de Colombia. También le dejé todo”, comenta.

Con Carmelo Simeone (otro ex jugador de Boca) vendió rifas del Xeneize y de River (“ganaba bien”, resalta). Luego fue chofer de funcionarios en los últimos años de la Dictadura, también efectuó tareas administrativas e incluso llegó a invertir en cabezas de ganado con un amigo matarife.

Uno de los grandes equipos que integró en sus siete temporadas en Boca. Arriba, Rattín, Marzolini, Simeone, Roma, Silvero, Silveira. Abajo, Pianetti, Ángel Rojas, Alfredo Rojas, Menéndez y Alberto González.

Su último trabajo fue en un garaje. “Me fui a vivir a Barracas en 1984, y un peluquero de la calle Suárez me dijo que un amigo buscaba a alguien para trabajar en su garaje. Trabajé ahí 27 años, de los cuales 14 viví solo; alquilé en varios lados cercanos y en ese barrio conocí a la chica con la que vivo ahora, Claudia. Yo me le escabullía, había estado demasiado tiempo solo, saliendo todas las noches; nada malo, iba a un buffet de unos amigos en el Centro, jugábamos a las cartas, a veces hasta las 5.00; imagináte, a las 7.00 ya estaba en el garaje”, cuenta.

Rumbo a sus 78 años Pianetti vive sus tiempos de jubilado en este extraño contexto de pandemia y sus insoportables limitaciones, tuvo una época dorada en Boca, deambuló por diversos países del continente y afrontó una innumerable cantidad de experiencias de vida. La historia de un gurí que surgió de las tierras de Paraná Campaña y colgó su nombre en los libros que hablan de los éxitos Xeneizes. Ahora sabés quién es Pianetti.

Producción: Mauricio Jacob
Bibliograría: Historia de Boca / Boca de Selección / Museo Histórico del Deporte / El Observador / La Agenda Revista (Gobierno de Buenos Aires)

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