“Muerte Súbita”: ¿Sabemos qué hacer si alguien se desploma a nuestro lado?

En Argentina ocurre una muerte súbita cada 15 minutos y a pesar que se sabe que la rehabilitación cardiopulmonar en los primeros minutos (sumado al uso de un desfibrilador) puede salvar el 70% de las vidas, la mayoría de las personas no sabe qué hacer si alguien se desploma. En 2015, se aprobó en Argentina la Ley 27.159, la que se reglamentó en 2022 y establece que los lugares de acceso público con concentración o circulación superior a 1.000 personas por día, deben contar con al menos un “Desfibrilador Automático Externo” (DEA) y personas entrenadas en RCP. Al respecto, la presidenta de la “Fundación Cardiológica Argentina”, Dra. Ana Salvati, en diálogo con Telam sostuvo que “quienes tienen más de 45 años, antecedentes familiares de muerte súbita sin importar la edad, hayan tenido un síncope (pérdida transitoria de la conciencia con recuperación completa en pocos minutos o segundos), comienzan a hacer deporte o practiquen un deporte competitivo, deben hacer previamente una consulta con un cardiólogo. Si bien es difícil individualizar personas que están aparentemente sanas con estudios de rutina, para predecir una muerte súbita, existen causas que lo predisponen, como la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardíaca, ciertas cardiopatías congénitas complejas y el consumo de drogas como la cocaína. Por eso es fundamental el control médico periódico y adoptar hábitos de vida saludables…”.

La “muerte súbita” es un acontecimiento natural e inesperado que ocurre dentro de la hora de iniciados los síntomas (dolor de pecho, pérdida del conocimiento, no poder responder a estímulo alguno, dejar de respirar) y generalmente está desencadenada por una arritmia, producto de una cardiopatía, conocida o no… En el 80% de las personas que fallecen por ‘muerte súbita’, este suceso es producto de una enfermedad coronaria; del porcentaje restante, entre un 10% y 15% presentan una miocardiopatía hipertrófica (engrosamiento de la pared muscular del corazón), dilatada (agrandamiento de los ventrículos cardíacos) y chagásica (inflamación del músculo cardíaco) y en los restante, quienes mueren súbitamente no tienen cardiopatías como causa. Su corazón es sano y lo que sucede es una alteración eléctrica primaria, llamada canalopatía, de causas genéticas. Se da más típicamente en personas menores de 45 años que son sanas…”.

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