Monzó: “No me importa que Macri sienta como una traición si colaboro con este Gobierno”

La gran frustración de Emilio Monzó en torno a Mauricio Macri radica “en la tan trillada grieta”. Según explicó en el programa de LN+ Destino, el problema del anterior Gobierno estuvo en la soberbia y la falta de amplitud, por lo que lo calificó con un 6.

Además, contó que ha hablado con el actual oficialismo para ocupar un cargo eventualmente. “Me interesa colaborar con el país pero por ahora quiero tomarme una pausa con mi familia”, contó.

“¿Lo sentirá Macri como una traición?”, le preguntó la conductora Dolores Cahen D’Anvers. Sólido, respondió: “No me importa, Macri no conduce lo que voy a hacer con mi vida. Yo quiero que a la Argentina le vaya bien, y eso lo voy a manejar con mi conciencia. Si los argentinos nos ponemos una camiseta como si fuera un partido de fútbol y comenzamos a desear el mal ajeno, nos vamos a perjudicar nosotros mismos. Yo voy a tener muchísima amplitud”.

Además, proyectó que, en este contexto, la coalición de Juntos por el Cambio no será compacta sino que naturalmente cada parte buscará su propia identidad. “Nosotros, en estos cuatro años, no logramos una identidad superadora a las partes. Fue un acuerdo netamente electoral, que no tenía otra razón de ser. Por lo tanto, lo lógico es que el amarillo se pinte cada vez más de amarillo, que el radical se pinte más de rojo y blanco, que la Coalición Cívica sea cada vez más Coalición Cívica y que en mi caso y los que tenemos un perfil más PJ nos pintemos un poquito más de ese lado”, dijo.

Entonces, disparó: “El inconveniente de Mauricio Macri es si se pinta de amarillo él porque, habiendo sido presidente de la Nación, es lo único que puede superar las partes. Si él se pinta de amarillo y anda con una brocha amarilla queriendo pintar al resto no creo su destino vaya a a ser el de ser el líder de una coalición o de una oposición sino que va a ser el líder del Pro, y ahí lo focalizo en un partido muy vecinal. Aspiro a que no se le ocurra pintarse de amarillo”.

En relación a este punto, el expresidente de la Cámara de Diputados dijo que pensó que Macri iba a gobernar distinto. “Fuimos producto de una sociedad que votaba no a favor nuestro sino en contra de Cristina Kirchner. Tendríamos que haber asumido esa causa y no haber creído que nos votaban porque éramos mejores. Ahí se inicia la disociación con la gente”, consideró. Y agregó: “No nos presentamos como superadores del kirchnerismo por la gestión, sino que siempre se hizo un marketing frente a Cristina Kirchner”.

Monzó hizo una autocrítica en su análisis sobre el kirchnerismo. “Fallé creyendo que iba a ser un testimonio político y terminó siendo una alternativa”, sostuvo. Además, dijo que hay que darle crédito al Frente de Todos por haber ganado las elecciones legítimamente. “Es una estupidez desear que sea un mal gobierno”, disparó. “Tengo confianza en que han aprendido de lo ocurrido”.

Además, destacó la prudencia con la que los economistas analizan la situación actual. “Hay mayor conciencia en la sociedad de los gastos y los ingresos, y eso se lo debemos a Macri. Eso ha venido para quedarse”. Para él, hay valores que no tienen retorno como la honestidad, y en relación a esto se mostró optimista con el nuevo Gabinete.

Sumado a esto, el político dijo que confía en los jueces y los académicos “para encontrar una salida para que la Justicia no esté ligada al poder de turno y sea un garante de la libertad de los ciudadanos en la Argentina”. Según dijo, tendría que hacerse a partir de un acuerdo político entre todas las instituciones del país. “Alberto tiene toda la fuerza necesaria para lograrlo. Maurico Macri tuvo mucho menos poder y logró cuatro años de gobierno, pero la sociedad fue consciente de que, por primera vez, había que sostener un gobierno hasta el final”, señaló al decir que el peronismo es el partido más fuerte del país.

El abogado criticó el discurso inicial con el que su partido asumió el Gobierno. “Nos alabamos, dijimos que era el mejor equipo del mundo, que la inflación era una cosa muy fácil… Parecía que subestimábamos todos los problemas. Esa fue la equivocación de origen que, por su puesto, es una actitud soberbia que no permite la amplitud ni la empatía con el otro”.

Entonces, Monzó explicó que tanto él como el exministro del Interior Rogelio Frigerio querían “que el Gobierno sea mucho más amplio y que tuviera una mayor apertura en la incorporación de otros actores”. Esto, para él, hubiera favorecido las negociaciones y le hubiera dado “más fuerza y espalda” al oficialismo.

“El único atisbo de una amplitud fue la incorporación de [Miguel] Pichetto, casi como una necesidad electoral y de último momento”, ejemplificó, y lanzó que “no fue por convicción” sino que se trató de “un manotazo de ahogado”. “La sociedad estaba pidiendo desde el inicio este gesto, lamentablemente se hizo tarde y la consecuencia fue la derrota en el mes de octubre”.

A días de haber dejado su cargo como presidente de la Cámara de Diputados, contó que “hace dos años y medio había decidido no concurrir a ningún medio para cuidar la institución” porque consideró que su exposición “ponía en riesgo la independencia y la relación con el Gobierno”.

Según explicó, aparecer en los medios podría haber afectado los acuerdos y su relación con el resto de los legisladores, para lo cual era importante potenciar la confianza y la intimidad. “La exposición es inversamente proporcionar a la reserva”, definió. Para él, “el país necesita pausa y reuniones reservadas para generar políticas de Estado” (Fuente: La Nación).

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