María Grande: La experiencia de un brigadista que combatió el incendio del Delta

Egresado como licenciado en Saneamiento Ambiental de la Universidad Nacional del Litoral, Gustavo Elberg integra el Plan Provincial de Manejo del Fuego. Como brigadista forestal estuvo cara a cara con los incendios del sur entrerriano el cual demandó una importante presencia bomberil para combatirlo. Ante El Observador, quien es oriundo de María Grande,narró aquella experiencia y se refirió a la posibilidad latente de afrontar un nuevo fenómeno de similares características.

– ¿Cómo surgió la posibilidad de ingresar como brigadista?

– Fue en 2010 cuando ingresé a la Secretaría de Ambiente para formar parte del Plan Manejo del Fuego. En ese tiempo la provincia conforma este programa, toma gente y por suerte pudimos entrar entre los seleccionados. Desde mi carrera podía aportar y además había estudiado Bioquímica pero tuve que dejar. Al Plan ingresamos como técnicos nacionales y te van capacitando una vez al año. Uno va haciendo carrera dentro del área Forestal: meteorología, brigadista, jefe de cuadrilla, observador y demás.

– ¿De quién depende específicamente?

– En la mayoría de las provincias está dentro de Defensa Civil o Protección Civil, en Entre Ríos está bajo la órbita de la Secretaría de Ambiente que a su vez depende del Ministerio de Producción. Además estamos dentro del Sistema Federal de Manejo de Fuego y dependemos de Nación, es decir, la parte técnica, todo lo que incluye capacitación es a través del gobierno nacional.

– ¿Imaginabas que iba a suceder lo que se vivió hace unos meses en el Delta entrerriano?

– Tenemos siempre proyecciones y veíamos que había un panorama complicado por incendios forestales. Las condiciones indicaban que tendríamos un riesgo importante. Tenemos índice de peligro de incendio que van advirtiendo cómo está la vegetación y cómo se predispone para un tipo de evento especial que va a ser más complejo de lo normal; sumado a otros factores como fue la prolongada sequía que vivió la llanura en el río Paraná.

– ¿A qué se debieron los incendios?

– La mayoría fue por negligencia, teníamos mayor presencia de gente en la isla. Muchas familias de pescadores se fueron con la familia entera a vivir allí como así también las personas cruzaban para tener jornadas recreativas ante las restricciones por pandemia. La mayoría de las quemas que vimos fueron por negligencia. Una actividad que repiten todos los años, pero que en esta oportunidad se requería más cuidado porque las condiciones no eran para nada propicias y se salió de control.

– ¿Existen focos de incendio en estos momentos? (N. de R.: La entrevista fue realizada el 14 de mayo)

– En este momento tenemos un foco en el sur, cerca de Buenos Aires. Para controlarlo contamos con soportes de software de imágenes satelitales que cualquiera puede consultar. El tema es que puede malinterpretarse y lo complementamos con otros elementos.

– En tu tiempo en el Plan de Manejo del Fuego, ¿ha sido la situación más complicada que afrontaste?

– Fue la más problemática y más compleja porque se juntaron muchas cosas. Sobre todo por la permanencia en el tiempo, fue casi un año que estuvimos en la isla trabajando contra los incendios, sumado al protocolo de Covid ya que no podíamos contar con bomberos en su mayor  explanada porque a su vez había un protocolo de no mezclar regionales, entonces los mayores de cierta edad tampoco podían ir. Es decir que había un montón de otros condimentos al margen del fuego que convertía a la situación en algo más complicado. Por suerte no tuvimos ningún herido grave ni accidentado, solo casos de falta de oxígeno que pudieron reponerse. Somos conscientes que estos eventos van a empezar a ser de esta magnitud.

– ¿Cuántas hectáreas se quemaron?

– No tengo el dato preciso, pero los cálculos que se hicieron es que se quemó más del 60% de 1.500.000 hectáreas del Delta.

– ¿Se volverá a dar un escenario como tal?

– Las condiciones que nos vienen advirtiendo desde Nación es que podemos llegar a tener una temporada activa, sobre todo en junio – julio. Es cuando la vegetación se predispone a quemar porque es cambio de estación y tenemos pocas lluvias. Hay bastante carga de combustible en la isla y la situación se puede repetir. No creo que sea de la misma magnitud porque la vegetación en esta época no es igual a los últimos meses del año.

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Por Mauricio Jacob
Desde Crespo
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