María Grande: Juan Villaverde, una vida al servicio de la comunidad

La Asociación de Bomberos Voluntarios de María Grande, lleva 27 años de vida y una persona sigue desde el primer paso hasta la actualidad. Se trata de Juan Villaverde, oficial ayudante y actual jefe del Cuerpo activo. “Al principio éramos 15 y desde aquel primer día solamente quedé yo”, le contó a El Observador.

Prácticamente una vida al servicio de los demás, con sacrificio y mucha vocación fue tejiendo una parte importante de la historia de esta entidad y también en el ambiente bomberil de la provincia.

– ¿Cómo pasó a integrar la institución?

– Hace 27 años, cuando nació Bomberos, se consultaba quién quería formar parte del Cuartel, integrar el cuerpo de voluntarios. Anteriormente había estado trabajando junto a los servidores del Papa Juan Pablo II cuando visitó Paraná. Siempre me gustó colaborar y ayudar a la gente, por eso decidí sumarme. El sólo hecho de ayudar a hacer cosas por el otro, a uno le hace bien.

– ¿De qué manera se vivieron aquellos primeros días como nueva entidad? ¿La comunidad les abrió las puertas enseguida?

– Fue como en todas las asociaciones de Bomberos que recién comienzan. Contamos con un importante porcentaje de la población que nos apoyó y luego fue cada vez más. Hoy sigue una gran parte que nos apoya y sigue estando otra parte que critica y opina de todo, como ocurre en todos lados. Pero de a poco se fue demostrando a la gente que hacemos un trabajo serio, que se trata de ser cada vez más profesional y por eso estamos dando respuestas a las solicitudes que hay.

– La Asociación se ha convertido en una de las más importantes de la región por infraestructura, voluntarios y crecimiento vehicular. ¿Qué sensaciones lo atraviesan al ver este desarrollo?

– Siento orgullo por lo que se ha logrado, costó mucho esfuerzo desde aquel momento cuando contábamos con el regador municipal y nada más. El esfuerzo de toda la gente que ha pasado desde los comienzos a la fecha, formando diversas comisiones. Muchos dejaron sus huellas en el Cuartel y hoy por hoy parece mentira todo lo que alcanzamos, pero es gracias al trabajo en conjunto de la Comisión Directiva, del Cuerpo Activo, de la Jefatura y de la comunidad. Se administran correctamente nuestros bienes, se evalúa cada inversión y se gestionan aportes.

– ¿Cuál es el acontecimiento que más recuerda dentro de su trayectoria?

– En  lo personal me tocó trabajar en dos inundaciones, una en Corrientes cuando se cayó el puente Santa Rosa y después en Santa Fe que fue tremendo. Un acontecimiento muy recordado y que pasó muy cerca. Desde la ciudad se llevaron una enorme cantidad de bolsas con donaciones que realizó la gente. También acudimos a accidentes graves en los cuales tuvimos que actuar y todo va dejando su huella y enseñanza para mejorar el servicio. Uno trata de estar preparado ante cada requerimiento. 

– Por eso la importancia de las constantes capacitaciones. Pero también uno se imagina que en el momento del hecho en sí es cuando se ve realmente la capacidad de un bombero. Hay que tener carácter y entereza.

– Es así. Desde el Cuartel hacemos hincapié en las capacitaciones y en preparación del bombero para que cuando llegue el día de dar respuestas, tenga los fundamentos para trabajar y estar a la altura del acontecimiento.

“Mientras tenga ganas de seguir aprendiendo, de seguir brindándome, voy a estar”

– ¿Qué es lo primero que se le indica a quienes quieren ser bomberos?

– Lo primero que se enseña al aspirante es tener bien en claro el hecho del concepto del voluntariado. Uno ingresa y es Voluntario, primeramente debe aceptar eso para formar parte de un Cuartel. Después hay reglas, normativas, derechos y obligaciones que cumplir. El voluntariado acepta las reglas y normas dentro del cuartel y las debe acatar. De ahí en adelante, la preparación constante.

– Se han visto mejoras en el Cuartel como la inclusión del equipo para utilizar la energía solar. ¿Tienen algo en carpeta para el futuro inmediato?

– No sé si se dará en los próximos meses pero sí a futuro. Apuntamos a mejorar la comunicación con los móviles, ir incorporando tecnología al servicio de Bomberos. No sabemos en qué momento pero queremos implementar ese paso. Por otro lado estamos bien equipados pero si es necesario, vamos a renovar el equipo de protección para los bomberos, ya que la seguridad es nuestra prioridad.

– ¿Están trabajando con la brigada canina?

– Sí, tenemos dos canes que se están preparando para dar respuesta a futuro. Fue uno de los sueños que tenía en lo personal, proveer al cuartel de canes de búsqueda. Tenemos bien en claro que este entrenamiento va a llevar año y medio o dos la preparación, con la certificación y demás, pero con seriedad, constancia y compromiso vamos a tener un buen resultado. Arrancó a principio de año, hubo un par de capacitaciones y después se paró todo por la pandemia. Se envían ejercicios para que los canes vayan trabajando y en ese último tiempo estamos ejercitando en conjunto con Bomberos de Hasenkamp para obtener buenos resultados.

“Lo más gratificante es el reconocimiento de la gente. El hecho que uno va a un siniestro, da lo mejor de uno y la gente damnificada reconoce ese esfuerzo”.

– 27 años, ¿hay varios más por delante?

– Mientras tenga ganas de seguir aprendiendo, de seguir brindándome, voy a estar. El día que sienta que es una obligación, hasta ahí será mi camino como bombero. He llegado más allá de lo que pensaba, formando parte de diversos grupos directivos de trabajo a nivel local, provincial y nacional.

– ¿Qué es lo más gratificante de la profesión?

– El reconocimiento de la gente. El hecho que uno va a un siniestro, hace lo que más puede, da lo mejor de uno y la gente damnificada reconoce ese esfuerzo. También cuando los chicos de las escuelas van a los cuarteles por lo general en el Día del Bombero, nos visitan, preguntan, se informan y es una satisfacción para nosotros que los más pequeños vengan a ver lo que hacemos.

RECONOCIMIENTO: A mediados del año pasado, la ministra de Gobierno y Justicia Rosario Romero, presidió el acto donde fueron reconocidos 30 bomberos voluntarios de la provincia, que tienen una trayectoria de 25 años o más en la actividad. Entre ellos estuvo Juan Patricio Villaverde, jefe del Cuerpo Activo de María Grande. Recibió la distinción de manos del secretario de Justicia Pablo Biagini y de la ministra de Salud Sonia Velázquez.