María Grande: Cuando la pasión es una gran aventura

Las carreras de aventura van ganando adeptos, tanto de deportistas que se enamoraron de ellas como de quienes no realizaban la disciplina pero descubrieron su misterioso encanto y se sumaron a la tribu. Ser parte de una competencia extensa por sinuosos caminos de relieves diversos, no entra en el casillero de lo sencillo, todo el que afronte debe llevar consigo una intensa preparación.

Ayelén Sian, oriunda de María Grande, es una de las representantes locales en la disciplina puesto que se ha conformado un grupo interesante que se anima a las competencias de estas características. Hija de Miguel Ángel “Pochi” Sian, nombre vinculado al atletismo desde siempre, lleva en sus genes la pasión por el deporte. En charla con El Observador, brindó detalles de su vínculo con estas pruebas.

– ¿Cómo fueron tus inicios dentro del atletismo?

– Me inicié hace 7 años, me invitaron a una carrera en de termas en nuestra ciudad por mi papá que estaba en la organización. Dije que no porque no me gustaba correr, en ese momento jugaba al vóley. Pero pensé “cómo puede ser que en la carrera de mi padre no corra nadie de la familia”, entonces me inscribí, arranqué y no dejé nunca más.

– ¿Empezaste a entrenar para pruebas de media distancia?

– No fue tan así porque no lo tomé tan a pecho, pero fui a esa carrera y después fui a una de aventura en Villa Urquiza y me encontré con un escenario completamente diferente a las pruebas de calle. Ahí me di cuenta que eso estaba muy bueno por todo lo que la rodeaba. Fue de noche, había un tercer tiempo y me acuerdo que volvimos como a las 5.00. Después me anoté en otra y a partir de ahí no paré más.

– ¿De inmediato te atrajo más que las de calle?

– Sí, de calle corrí esa de termas y ninguna más. Le noto mucha diferencia a las carreras de aventura, hay diferencias abismales. Si bien todas son competitivas, el ambiente es mucho más ameno, en las de montaña hay más compañerismo porque te doblás un pie y alguien te ayuda, eso no lo veo en carrera de calle. Existe otra camaradería y los escenarios son fantásticos.

– De María Grande se ha conformado un grupo importante.

– Se fue multiplicando desde que arrancamos, éramos 4 o 5 y hoy somos más de 20. No es que vamos todos juntos a todas las carreras porque es imposible, pero nos vamos turnando o evaluando en cuál participar. Mi hermana (Cielo), Dalma Bianchini, Bruno Bártoli, Javier Bártoli, “Peter” (Pedro) Ronchi quien tiene 70 años y se sigue anotando, entre muchos otros, somos los que salimos a correr. Tenemos nuestras “juntadas” runner para seguir fortaleciendo los hermosos vínculos, compartimos muchas cosas, incluso con maratonistas de calle y que no hacen montaña. Salimos a entrenar y compartimos muchos momentos.

– ¿Qué lugares  has recorrido haciendo este tipo de carreras de aventuras?

– Recorrí Córdoba completo: Cumbrecita, Villa General Belgrano, el Mojón, el Champa, la zona de El Durazno… Misiones, en la zona de El Soberbio. Salta, Jujuy, Neuquén con San Martín de los Andes, San Luis, Mendoza…

– El territorio argentino ofrece posibilidades de hacer las competencias con distintos relieves.

– Si bien es un costo participar, elegimos dónde hacerlo como si fueran unas mini vacaciones. Si hay carrera te vas dos o tres días y lo utilizás como un descanso. Por ejemplo, la última de Villa General Belgrano fue durante un finde largo, entonces estuvimos cuatro días allá e incluimos la carrera. Si bien todo está relacionado con la prueba, disfrutamos del viaje y hacemos algo de turismo.

– Entre esas carreras, ¿cuál ha sido la más atractiva y la más compleja?

– La más difícil fue la que corrí el fin de semana largo en Córdoba. Se considera que es la 3ª o 4ª  más dura del país. Yo hice 70km donde solamente tenés 1.200 metros planos, el resto es subir y bajar. Para mí fue la más dura pero a la vez la más linda porque justamente tenés que estar concentrada en lo que hacés para llegar, debés tener siempre presente lo que estás haciendo. Es una carrera que se ha impuesto y es el tercer año que se hace, la diferencia respecto a otras carreras que venimos asistiendo, es increíble en muchos aspectos. Se transmite online, es decir que mis viejos pudieron verme llegar. Te brindan bolsita con medias, remeras, alimentación, salud… están en todos los detalles y nos sentimos muy cuidados.

– ¿Hay alguna en la agenda?

– Particularmente me gustan las de larga distancia, el tema que necesitás hacer una recuperación física, el cuerpo así lo pide. Quedamos en hacer una carrera en Huerta Grande (Córdoba) en noviembre, son 78km, pero tengo que tener en cuenta la fecha por los días laborales. También la intención es hacer en abril del año que viene, los 110km de Patagonia en San Martín de los Andes.

– ¿Cómo son los entrenamientos?

– Lo particular es que entrenamos en el llano para correr en montaña, me guía un profe que actualmente está radicado en Bariloche. La rutina es de 6 veces por semana, tengo semanas de carga y de descarga, por lo general son tres semanas de carga y una de descarga. Varía la intensidad del ejercicio que te da en cuanto a velocidades y la carga en cantidad de kilómetros. Cuando estamos cerca de una competencia, la semana antes es darte descarga. Corrés poco pero con intensidad para llegar bien al día de la competencia.

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Por Mauricio Jacob
Desde Crespo
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