María Grande: Alcides Santilli cuenta cómo llegó a ser campeón argentino

“El mayor logro deportivo de mi vida”, así sintetizó Alcides Santilli (43 años) su experiencia en el XLII Campeonato Nacional Master de Atletismo de Pista y Campo desarrollado en San Luis capital días atrás. El viernes 30 de septiembre, el mariagrandense obtuvo el 2º puesto en 800 metros llanos y tanta felicidad no entraba en su cuerpo; sin embargo al otro día había una sorpresa mayúscula al obtener el primer lugar en 400m llanos. Nada mal para quien se había alejado de las competencias en 2005 y desde hace un tiempo decidió volver al viejo amor.

En charla con El Observador, narró en detalle lo sucedido: “El año pasado estuve cerca de competir en el Máster, pero por razones administrativas me quedé afuera. Estaba focalizado en los 800m, mi prueba preferida así que me dije ‘por algo pasan las cosas’ ya que estaba con algunas sobrecargas musculares, no era conveniente competir en ese momento. A raíz de esa sobrecarga tuve una lesión que me dejó varios meses sin hacer impacto; razón por la cual trabajé mucho haciendo natación y otras disciplinas hasta que recién en febrero de este año pude volver a correr. Me propuse como objetivo llegar a competir en el Argentino Máster”.

Seguidamente añadió: “Uno se entrena con las herramientas que tiene al alcance, no tenemos muchas competencias de pista así que realicé maratones de calle de 10km, aproximadamente una o dos por mes, incluso la media maratón de María Grande que fue la primera que se hizo con esa distancia. Mi primer acercamiento a pista fue en una posta 4×400 en agosto en Santa Fe, luego en septiembre tuvimos actividad en Rosario en 100m y 400m, pero fue más que nada para testear con largadas con taco ya que por acá no tenemos esa posibilidad. Se abrieron las inscripciones del Nacional y me anoté en 5 pruebas, teniendo como foco los 800m, pero descartamos los 5.000 ya que coincidía el día de competencia. Estaba listo para competir en 200, 400, 800 y 1.500”.

“La prueba de 800m llanos es mi fuerte y fue la última que hice en el Nacional de Atletismo en 2005 cuando me retiré, en ese momento no pude pasar a la final. Mi mejor ubicación había sido un 6º lugar y nunca pude hacer podio desde menores, juveniles y mayores”, recordó.

Con la referencia de Rosario se centró intensamente en la táctica de los 800m. “La primera prueba fue de 1.500m donde intentamos aguantar el pelotón hasta los 1.000 pero iban muy rápido por lo que en los metros finales no me esforcé cuidándome para la otra prueba. Llegaron los 800m con un final dejando todo con un atleta de San Luis, pero no lo pude alcanzar, igualmente había logrado el subcampeonato que hasta ahí era mi mayor conquista deportiva de mi vida porque nunca había hecho podio en un Nacional, por lo que las lágrimas de felicidad nos inundaron”.

Al día siguiente llegó el turno de los 400m luego de una noche difícil porque la alegría le había quitado el sueño. “Me tocó la segunda serie y mi amigo Daniel Tablada (atleta de Crespo) me dijo desde la tribuna que en la primera habían marcado 55 segundos. Me planté en los tacos con la intención de salir por todo, ese fue mi objetivo y salir fuerte a todo lo que tenía hasta los 200m. Largué con una conexión entre mente y cuerpo increíble, llegué a los 200 y me quedaba resto, llegué a los 300 fuerte y entré  a caer los últimos 100 donde el cuerpo se empieza a endurecerse. Cuando veo que estoy llegando como que me tiro de cabeza para tratar de cortar el reloj. Hicimos un tiempo de 54:65 y terminamos en lo más alto. La alegría no se puede describir: yo fui a correr 800, en María Grande no hay pista, no hay tacos, entreno en senda peatonal, en recta, no tengo curva, no tengo zapatilla con clavo de velocidad, tengo las de medio fondo, todo eso me hizo emocionar muchísimo cuando se dan estos resultados”.

Por último enfatizó: “A esta edad y para este tipo de pruebas se trata de tener un equilibrio entre el trabajo, la familia, el deporte y un montón de cosas que se juntan; no es sencillo lograr esa armonía, entonces me felicitaba porque había podido desarrollarme laboralmente y con todo lo demás. Es el mayor logro deportivo de mi vida y le doy gracias a mi familia por acompañarme y ayudarme a entrenar; a mi cuñada Alejandra Gainza que me incentivó a volver a correr, a mi gran amigo y entrenador Dante Ducret por sus planificaciones; al grupo de amigos de Running María Grande por el aguante y los entrenamientos compartidos; al profe Ema Sangoy por sus planes del gimnasio; a los amigos y pacientes por apoyar”.

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Por Mauricio Jacob
Desde Crespo
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