Marcos Hermann, nacido para romper redes

La rompió en Paraná Campaña y desde hace unos años sigue de racha en Atlético de Rafaela.

Nació el 15 de mayo de 2000 y desde entonces tuvo el arco entre ceja y ceja. Con 21 años Marcos Hermann hoy sigue alimentándose a fuerza de goles como buen delantero, aunque en otras tierras. De aquella Aldea Santa María de la que es oriundo, pasando por su Cerrito formador como futbolista, recorriendo Paraná Campaña donde supo conquistar tierras, a este presente en Atlético de Rafaela ocupando un lugar en Cuarta Categoría y entrenando con la Primera.

En esa potente ciudad santafesina, se encuentra trabajando con su única herramienta, la pelota. Práctica a práctica, esperando su oportunidad. Le brindó techo una entidad de enorme prestigio en el interior del país, club que hoy ocupa un lugar en la Primera Nacional pero con la ilusión siempre latente de volver al fútbol grande.

Marcos es hijo de Eduardo (38 años) y Carina Dittler (39), hermano de Agustín (15) quien se inclina más por los libros que por la dichosa pelota de fútbol. “Salimos uno más parecido a los gustos de papá y otro a los de mamá”, explica el delantero que ruega por el reinicio del juego en el fútbol de AFA. El respaldo de la familia se convierte en un pilar para momentos de crecimiento en el mundo de la pelota y la suya es la primera en alentar cada fin de semana.

Sus goles en suelos entrerrianos le abrieron una puerta en otros lugares, esa esperada alternativa para lograr potenciar sus cualidades deportivas. Cruzando el río siguió por ese camino y con la costumbre de dejar arrodillados a arqueros adversarios que buscan resignadamente el balón desde el interior del arco. Sigue con el objetivo puesto en el mañana, convencido de alcanzarlo pues la confianza es el primer alimento de un talento joven.

El delantero que la rompió con la Sub 15 y Sub 17 de Unión Agrarios en Paraná Campaña, dialogó sobre este momento con El Observador. Teléfono en mano, atendió nuestras inquietudes con esa amabilidad propia de la gente de estas tierras; veloz y contundente a la hora de la respuesta, fue prácticamente una síntesis de su capacidad ofensiva dentro de una cancha.

La boca llena de gol. El salto y el puño lanzado al aire. Sueña con llegar a ser profesional.

– ¿Dónde fueron tus primeros pasos en el fútbol?

– En Unión Agrarios donde arranqué con 6 años. Mi viejo me llevaba de lunes a viernes a entrenar y los sábados a competir. Los primeros profes que tuve fueron Moncho Céparo y Guiyo Benítez.

– ¿Siempre jugaste como delantero?

– Siempre. Prácticamente desde el primer día. En Cerrito jugué hasta los 10 años, después me fui a jugar a Rosario a la Academia Deportiva hacia donde viajaba todos los sábados para jugar, estuve hasta los 12. Después volví y entrené en la Aldea un año y medio y retorné a Agrarios donde jugué en Sub 15 y en el Seleccionado de la Liga de Fútbol de Paraná Campaña. Después estuve una temporada en Patronato y volví a Cerrito, finalmente en el 2017 comenzó mi historia en Rafaela. 

– En Paraná Campaña tuviste un gran momento.

– Sí, me fue bien. Con Cerrito salí campeón con la Sub 15 en 2014 y 2015. También di la vuelta con Sub 17 y con la selección de Paraná Campaña ganamos el Torneo Provincial Sub 15, organizado por la Federación Entrerriana de Fútbol.

– ¿Llegaste a debutar en Primera?

– Sí, jugué tres partidos antes de venir a Rafaela. Debuté el 28 de agosto de 2016 ante Sauce de Luna como visitante (triunfo 6-1), me acuerdo porque era algo que esperaba con ansias. Justo ese año Cerrito quedó eliminado en octavos y al otro año pasé a Atlético.

El rostro desencajado del defensor que no llegará al cierre, el arquero preparado en el paredón y Hermann listo para sacar el derechazo.

– ¿Cómo se dio la posibilidad de ir a Rafaela?

– A través de una prueba. Había hecho una en 2016, pero jugando con la Selección de la Liga me quebré la mano y pasó para el otro año. Jugamos los Juegos Evita la instancia provincial en Victoria y me vio el mismo captador de talentos que me había visto antes. Me invitó y en 2017 pasé a Rafaela.

– ¿Qué tal viviste ese proceso de adaptación?

– Al principio costó un poco por extrañar a la familia, no estaba acostumbrado a estar todo el tiempo afuera. Pero con el paso del tiempo, entre los compañeros se charlaba del tema y había contención. Se hacía más llevadero. Además con la tecnología de hoy en día, podía estar en contacto continuo con mi familia y amigos. El primer año estuve en la pensión y al siguiente me mudé a un departamento.

– ¿Cómo es tu vida independiente?

– Vivo solo, me cocino… metemos mano a alguna receta alemana como los piroks o alguna sopita. Igualmente tenemos a la nutricionista en el club quien nos guía respecto a la comida para que sea variada y no consumamos cualquier cosa.

– ¿Te gusta Rafaela?

– Sí porque es una ciudad grande pero tranquila y ordenada. El club es muy conocido, tiene mucho prestigio en el interior del país. No tiene deudas, es también ordenado.

Con la casaca de Unión Agrarios campeón de Sub 15 y Sub 17; y con la actual de la Crema.

– Ahora esperando que se reactive el torneo de AFA.

– Arrancamos a jugar el Torneo de Verano donde salimos campeones con la Cuarta. Después comenzó el certamen de AFA, jugamos dos fechas y se paró. Por el momento estamos practicando con la categoría y con el plantel del Primera División.

– En lo personal, habías comenzado muy bien el año.

– Sí, tuve la suerte de hacer varios goles en el Torneo de Verano. Y con las restricciones se complicó todo. Es una lástima, pero esperemos volver con la misma racha.

– ¿Cómo seguiste la preparación cuando no hubo fútbol durante la pandemia?

– En el 2020 arrancamos hasta marzo, justo una semana antes de comenzar el certamen se paró todo y nos mandaron a casa. Veníamos de la pretemporada, llegué a la Aldea por dos días, después fueron 15, luego dos meses y cada vez más tiempo. Con mi papá conseguimos elementos de gimnasio, alquilamos y seguía entrenando en casa, salía a correr por los caminos de la zona. Por suerte estaba en la Aldea y no en un lugar sin espacio porque habían prohibido todas las actividades incluso al aire libre.

Final Sub 15 del 2015. Retornó tras una lesión en la muñeca, gol y festejo con su hermano Agustín. En el CUAC llegó a debutar en Primera.

– ¿De qué manera está programada la semana de entrenamientos?

– Entrenamos de lunes a viernes, si jugamos los domingos también se entrena el sábado. Comenzamos a las 9.30 con preventivos y gimnasio, y de 10.00 a las 12.30 tenemos la práctica táctica o con pelota.

– ¿Cuál es tu referente en el puesto?

– Me gusta el brasileño Gabriel Barbosa (Gabigol, Flamengo). Me gusta el estilo de juego, cómo está ubicado en el área, cómo está posicionado, cómo se mueve…

– ¿…Y del fútbol argentino?

– Leandro Fernández, por la velocidad y la manera en que le pega a la pelota. Jugó en Independiente, Godoy Cruz, Vélez Sársfield, entre otros. De Paraná Campaña me gustaba Diego López o Braca (Iván Aguilar), ambos de Cerrito. Siempre los miraba en las prácticas y los dos eran diferentes. Tenían movimientos interesantes y eran goleadores.

Con la Selección Sub 15 de Paraná Campaña fue campeón provincial.

– ¿Qué características tenés como delantero?

– Soy derecho, me muevo por todo el frente del ataque. Me siento más cómodo tirando diagonales y recibiendo la pelota en los espacios con velocidad.

– ¿Cómo pinta el torneo de Cuarta en AFA? ¿Quiénes son los candidatos?

– Hay muchos jugadores a punto de firmar contratos, o están ahí peleándola día a día. Entonces los partidos son muy duros, el nivel es muy bueno con un gran ritmo de juego. Cualquier equipo puede estar en la pelea.

– Tenés un compañero de carrera en Rafaela. ¿No?

– Sí, Agustín Grinovero, arquero que ya ocupó un lugar en el banco de Primera. Él llegó en 2018 y ya nos conocíamos de toda la vida porque jugábamos juntos. Hicimos las inferiores en Cerrito, integramos juntos la Selección de la Liga… venimos peleándola a la par.

– ¿Estás estudiando?

– Aquí terminé la secundaria y había arrancado Kinesiología. Me gusta mucho lo vinculado a la preparación física y actividad física. Estoy viendo posibilidad de hacer cursos porque el fútbol es una posibilidad y hay que estar preparado para tener alguna seguridad laboral de cara al futuro.

– ¿Cuál es tu sueño?

– Tratar de llegar a firmar contrato, jugar en Primera y después estar en un club grande del país o de afuera. Pero paso a paso, con tranquilidad. Quiero estar siempre en el ámbito del fútbol, mantenerme y poder llegar a vivir de lo que a uno le gusta.

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Por Mauricio Jacob
Desde Crespo
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