Luciani explicó los servicios que ofrecen desde la BCER y habló sobre lo que necesita el productor

Visitó esta semana el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, con sede en Crespo, el presidente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, Ing. Néstor Luciani, quien dialogó con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador y conductor del programa “Grandes Reportajes”, que se emite los martes y jueves, a partir de las 21.30 por Canal 6 ERTV. El dirigente habló del presente agropecuario, perspectivas para el sector, “Ley de Semillas”, fumigaciones y de los servicios que ofrece la entidad, con sede central en Paraná.

– Argentina es un país cerealero por excelencia ¿cómo calificaría al presente del sector?

– Hoy estamos muy bien desde el punto de vista que se eliminaron las retenciones a cereales como el maíz y trigo y algo en la soja, lo que produjo un cambio muy importante en el productor. Como los cereales tenían esa retención en las exportaciones, la ecuación económica no les cerraba, entonces optaba por lo que realmente le daba diferencia, que era la soja. Pero eso, era contraproducente desde el punto de vista agrícola, porque no había rotación e incorporación de materia orgánica. Por lo menos cada 3 años se necesita implantar gramíneas, llámese maíz, trigo, sorgo, para mejorar la calidad de los suelos y por supuesto para que no haya una degradación. En cuanto a los precios internacionales en tanto, no están muy bien, por ejemplo la tonelada de soja bajó $ 1.000 con respecto al año pasado. En Chicago llegó a estar 650 dólares y hoy está en 350 y eso repercute negativamente.

– ¿Sigue siendo rentable con ese precio?

– Sucede que en Argentina tenemos todavía una retención de soja del 30%. El gobierno prometió bajarla paulatinamente y esperamos que cumpla, que para el 2020 tengamos retención “0”. Actualmente tenemos una producción de aproximadamente 50 millones de toneladas y si se retiene un 30%, es muy grande lo que el productor no recibe. Desde el gobierno se explicó que hay sectores que necesitan mayor prioridad, como la parte social y se destinan esos recursos a esos fines. Y el campo lo comprendió bastante bien, porque no hubo demasiadas quejas…

– Hay campos anegados por las inundaciones que se registran en varias provincias, ¿qué impacto tendrá para el sector rural y para la economía del país?

– Hay impacto, pero en Entre Ríos, mucho más grave fue el año pasado, donde el sector agrícola provincial perdió más de 5.000 millones de pesos. Desde el centro hacia el norte, no se cosechó y lo que se recolectó en soja por ejemplo, era de muy mala calidad. Este año, los rindes no fueron malos, pero también hubo zonas que tuvieron dificultades por la lluvia. De todas maneras, no es que los productores pudieron paliar toda la pérdida del 2016. En la población hay un pensamiento de que el hombre de campo está lleno de plata, pero no es así, hay que entender lo siguiente: es un negocio al aire libre, hay que enterrar pesos/dólares para no saber qué es lo que va a recuperar. En cualquier otro negocio, se invierte y se sabe lo que puede obtener, pero en el campo, eso no sucede.

– ¿Y en cuanto a los costos…?

– Los insumos se comercializan en dólares y han aumentado, por eso la rentabilidad es muy escasa, la ecuación es muy fina. En cuanto a la parte crediticia, las tasas de interés que se ofrecen no son muy convenientes para tomar dinero y meterlo en el campo. Para maquinarias, tenemos una tasa de alrededor del 17% y para producción, una no menor del 25 o 30%. Pero además, no hay créditos tan fáciles de lograr…

– ¿Hay productores con graves problemas bancarios?

– El productor quedó mal el año pasado. Tal vez no le deba mucho a los bancos, sino a quienes les suministran agroquímicos y sus proveedores de semillas, son los que han aguantado el “chubasco”. Si tiene cosecha, no pasa nada, hace canje y paga, el tema es que por algún motivo climático no le alcanza para pagar los insumos y queda endeudado y ahí se empieza a multiplicar por el interés que le van cobrando.

 

Servicios de la BCER  

 

– ¿En qué se ayuda al productor desde la Bolsa de Cereales?

– Tenemos una organización que se llama Siber, que es un sistema de información. Somos la única Bolsa del país que lo tiene y que brinda importantes beneficios. Contamos con 100 centrales meteorológicas a lo largo y ancho de la provincia, que están ubicadas en distintos campos y desde las cuales, cada 10 minutos, se transmite a una central que tenemos en la Bolsa, datos de temperatura, velocidad del viento, dirección del mismo, lluvia, punto de rocío y temperatura  mínima y máxima. Es una información muy valiosa, porque puede entrar a la página de la BCER y automáticamente sabe en un determinado campo, si llovió o no, si hay viento, etc. Esa información la damos gratuitamente, sin ayuda de nadie y el gobierno y otras entidades se nutren también de esos datos.

 

Las palomas, un problema

 

– Años atrás, empresas de “turismo aventura” traían extranjeros para cazar palomas que están declaradas como plagas, lo que ayudaba a evitar la destrucción de cultivos ¿sigue siendo un problema este ave?

– Sigue siendo un problema serio. En Entre Ríos, por ese motivo, el girasol prácticamente desapareció. Llegamos a tener entre 70.000 y 80.000 has. de ese cultivo y el año pasado fueron solamente 500. Las palomas, lo primero que comen es el girasol y provocan daños considerables, por lo que el productor decidió no sembrar más y sumado a eso, el precio internacional bajó muchísimo. En el país hubo 4.000.000 de has. en el país y el año pasado llegó a 1.200.000, fundamentalmente por los ataques de palomas y loros…En Entre Ríos es difícil de fumigar y combatir las palomas por los montes y arroyos, porque mataríamos otras especies que son útiles. El girasol es otra atracción máxima que tienen y los loros comen preferentemente maíz en planta y hay cada vez más también. En el sorgo también es grave el problema…

– ¿Qué daños causan?

– Las palomas se pueden llevar hasta el 50% del girasol. Pero no es solamente problemas en los campos. Los municipios tienen serios inconvenientes porque ensucian edificios. Hay estudios de poder esterilizarlas, que haya un alimento que coma la paloma y si ponen huevos, que no nazcan. Eso se usa en Alemania en los edificios, pero muy circunscripto a la parte urbana. En un campo experimental teníamos cañones con gas que explotaban cada 10 minutos, se ponían alrededor del lote, pero como la paloma se da cuenta, teníamos que rotarlos permanentemente y además, se pueden preservar una o dos hectáreas…

 

Exportaciones 

 

– ¿Los exportadores de granos se llevan la mayor tajada, sin arriesgar mucho…?

– No se llevan la mayor tajada. El exportador tiene sus inversiones, puertos, su organización, barcos, fletes… está dentro de la cadena comercial, así como el acopio.

– El Premio Nobel de la Paz, LechWalesa aseguró que en próximos años habría una invasión pacífica de 15 millones de chinos a Argentina ¿Es bueno o malo eso?

– Ellos están viendo que el nuestro, es un país como pocos en el mundo, porque tenemos recursos naturales como el agua, las tierras productivas, tenemos petróleo, el sur deshabitado, la pesca. Los chinos están viniendo a hacer inversiones importantes, compraron exportadoras de granos y la intención es producir para llevar la soja, el aceite, el expeler. A pesar de todo lo que tenemos y de la capacidad que tiene el argentino, seguimos en retroceso. China progresó mucho y… ¿nosotros…? Sin palabras. ¿Por qué no lo hacemos…? Porque no hay visión de país ni de desarrollo. Tenemos una cultura de la cosa fácil y como nos viene todo medio regalado, en abundancia, no hay esfuerzo. No puede ser que el 30% de la población sea pobre, es una vergüenza… Producimos para 400 millones de habitantes y somos 40.000.000… Nosotros fuimos el 7° granero del mundo y exportábamos. Quiero decir que tuvimos una época de progreso muy grande. Pasa mucho por la educación, que es el pilar del progreso…

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