Los padres que enseñan y aconsejan a través del deporte

voley [1600x1200]Los entrenadores tienen la responsabilidad de formar deportivamente a cientos de niños y muchas veces, ayudan a moldear la personalidad de sus dirigidos. Son la persona que los padres delegaron el cuidado de sus hijos para que sean, cada vez mejores deportistas, pero también, mejores personas. Hablamos de cientos de “padres” del deporte, que en estas páginas especiales también queremos homenajear, por el importante rol que cumplen en la sociedad. Uno de ellos es Adolfo Streitenberger, quien lleva casi dos décadas y media entrenando gurises que practican vóley. Lo hizo en Aldea Brasilera, su lugar de residencia, pero también en Colonia Ensayo, Crespo y Valle María, donde actualmente dirige, además de haber conducido técnicamente a numerosas selecciones entrerrianas.

“Para mí, todas las deportistas que me han tocado dirigir, desde la niñez hasta despedirlas ya como mayores, han sido como mis hijas también” expresó “Fito” en el inicio de la conversación con El Observador. “Estoy convencido que el deporte, es uno de los mejores caminos para acompañar el crecimiento de nuestros hijos en la formación, además les brinda una gran enseñanza para su vida y a esto, también lo puedo contar desde el lugar de padre. Yo jugué al fútbol, fui atleta y regresé al vóley por mis hijas y hoy verlas mayores, con una carrera universitaria y encaminadas en su vida personal, me pone feliz y me enorgullece” remarcó Streitenberger, papá de Gimena, Marianela y Rodrigo.

El reconocido DT recordó que “de las primeras jugadoras que tuve como entrenador, hoy ya vienen sus hijas, por lo que pasé a ser más un ‘abuelo del vóley’” cuenta con nostalgia, pero con la satisfacción del camino emprendido. Afirmó que “he tenido la suerte que mi señora me ha acompañado en mi carrera, estuvo siempre a mi lado en cada viaje y mis hijos, entienden cuál es el sentido y lo importante que es para las personas practicar alguna disciplina. Se conocen nuevos lugares y se comparte con otros chicos momentos inolvidables”.

Acotó que “lo mejor que se puede hacer por los hijos, es educarlos y prepararlos para la vida, ese debe ser el compromiso que un padre puede tener, porque será la felicidad futura. En ese marco, el deporte es fundamental, por lo menos así lo entiendo. Hoy, lamentablemente estamos trabajando solamente para una parte de los chicos, porque se nos pierden muchos, de entre 13 y 15 años, que se lo ‘gana’ la calle, la vagancia, las drogas y demás flagelos. El contenerlos y acompañarlos es el mejor camino para asegurar formar una persona de bien. Que el hijo practique un deporte, es el mejor aliado de los padres”.

Streitenberger está en ese grupo de entrenadores de experiencia, que construyen, que no solamente están, dan sus clases y se marchan a sus casas, sino que actúan como dirigentes, que multiplican con ideas y propuestas. Son los “padres del deporte”, de cientos de chicos que fueron más que sus dirigidos, sus hijos.

Alguna vez lo dijo Don Adolfo Decoud, legendario entrenador de atletismo de Crespo. “De cada niño hay que hacer un deportista y de cada deportista, una persona de bien”. Con su trabajo, esmero y dedicación, esos gallardos entrenadores ayudaron a crecer a sus “hijos adoptivos” y merecen todo nuestro respeto y valoración.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.