Llegó a la ciudad para ayudar a su hermano y quedó maravillada por la solidaridad de la gente

En la madrugada del viernes 15 de septiembre, las llamas destruyeron la vivienda de un vecino de esta localidad. Ramón Tabares quedó sin hogar y fue abrazado por la solidaridad de la gente.

Su hermana, Ana Tabares, radicada en Villa Constitución (Santa Fe) viajó hasta Lucas González (departamento Nogoyá) para brindar su mano y se encontró con un alentador panorama ante tan triste episodio.

Así se lo explicó a El Observador: “Ese mismo viernes que ocurrió el incendio, me llamó gente conocida de Ramón y también el ex intendente Luis Hanemann. Con mi esposo (Ovidio De Biase) pudimos viajar el domingo 17 para verlo a mi hermano y quedarnos hasta el martes, con el fin de ayudarlo a tramitar su documentación ya que debido a esa tragedia perdió absolutamente todo”.

En ese contexto añadió: “El propio Hanemann nos recibió el lunes en la municipalidad para facilitarnos los trámites en el Banco Nación, Registro Civil y en el efector de Catastro de la misma municipalidad. Vaya nuestro agradecimiento a toda la gente que trabaja allí que nos trató con tanta amabilidad y cariño”.

Vale recordar que en la madrugada del incendio “a mi hermano lo instalaron en el Hospital ‘Santa Rosa’ porque quedó sin vivienda y sin familiares, ya que vive solo en la ciudad. Hemos quedado impactados (mi esposo y yo) por la amabilidad y la solidaridad de toda la gente que le llevó ropa e insumos de higiene personal. Pero quiero destacar y hacer un reconocimiento especial al personal que trabaja en el Hogar de Ancianos del hospital. Es admirable la amabilidad, la solidaridad, el carisma y el amor que ese personal tiene y dispensa a los ancianos que viven allí”.

“Nuestro especial reconocimiento es para ‘Zuni’, ‘Nati’ y Lorena que son las enfermeras que conocimos en nuestra estadía. Pero sabemos, por referencias de mi hermano, que todo el personal tiene las mismas cualidades”, continuó en su relato. “Lamentablemente por el corto tiempo que estuvimos, no logramos conocer a la directora del nosocomio ya que sé que un lugar funciona con calidad y eficacia cuando el responsable del mismo tiene la misma peculiaridad que se brinda en el lugar”.

Tampoco se olvidó de agradecer a “Soledad Giménez, enfermera del hospital, que nos alquiló el alojamiento donde pasamos dos días maravillosos, a pesar del motivo de nuestra visita”.

Seguidamente Ana agregó: “Es tan grande nuestra admiración y agradecimiento a todos: kiosco, rotisería, estación de servicio, carga de matafuegos y a los transeúntes que amorosamente se tomaban su tiempo para indicarnos direcciones, que desde que volvimos de Lucas González no nos cansamos de contar nuestra experiencia y destacar la amabilidad y solidaridad de todo el pueblo. No es común encontrar habitantes de un lugar que amablemente se detengan a contestar las preguntas comunes que una hace en una ciudad desconocida. Que ese pueblo mágico no cambie nunca”.

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